Evaluación pediátrica del sueño

¿Qué es una evaluación pediátrica del sueño?

Cuando los niños tienen seis meses de edad, su patrón de sueño nocturno suele ser muy similar al de un adulto. Para cuando tienen un año de edad, el sueño debe ocurrir en un bloque de tiempo ininterrumpido.

Generalmente, las siestas comienzan a acortarse y disminuir durante los primeros tres años y, a los cuatro años, ya no suelen ser necesarias. En ese momento, un niño debe dormir entre 8 y 11 horas cada noche.

En algunos niños, los trastornos del sueño desaparecen cuando crecen, pero, a veces, hay una afección subyacente que causa el problema. Los trastornos del sueño pediátricos no tratados se han relacionado con problemas que incluyen obesidad, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, crecimiento lento, problemas hormonales y del estado de ánimo.

Si cree que su hijo puede tener un problema con sus hábitos de sueño, comuníquese con su pediatra para averiguar si podría ser necesario un estudio del sueño. Algunos síntomas que su hijo puede presentar y que podrían indicar un problema para dormir son:

• TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad)
• Enuresis nocturna
• Balanceo del cuerpo o golpes en la cabeza
• Horario de sueño retrasado
• Depresión
• Dificultad para conciliar el sueño
• Dificultad para despertarse
• Quedarse dormido en situaciones inusuales
• Desempeño escolar deficiente
• Negarse a ir a la cama
• Restless legs (jerky legs during sleep)
• Inquietud durante el sueño
• Gritar durante el sueño
• Trastornos alimentarios relacionados con el sueño
• Convulsiones relacionadas con el sueño
• Quedarse dormido en la escuela
• Sonambulismo o somniloquia
• Ronquidos y jadeos durante el sueño
• Sueños vívidos y aterradores

¿Qué puedo esperar con la evaluación pediátrica del sueño?

Durante una evaluación del sueño, un técnico del sueño monitoreará a su hijo durante toda la noche. Se colocarán sensores indoloros que parecen adhesivos en las piernas, el pecho y la cabeza de su hijo.

El técnico hará un seguimiento de indicadores como el ritmo cardíaco, los niveles de oxígeno, las ondas cerebrales, los movimientos oculares, los patrones respiratorios, la saturación de oxígeno, los movimientos mientras duerme y los niveles de dióxido de carbono.

Después de la evaluación, un médico analizará los resultados y le proporcionará un informe. Esta información le indicará si un niño necesita más evaluaciones o un dispositivo terapéutico para ayudar con el sueño.

¿Cómo preparo a mi hijo para una evaluación pediátrica del sueño?

• Evite las siestas durante el día del estudio para niños mayores
• Bañe a su hijo antes de llegar y evite las lociones y los productos para el cabello, a menos que se los recete un médico

¿Qué puede comer y beber mi hijo antes de la evaluación pediátrica del sueño?

Evite los alimentos o las bebidas que puedan impedir que su hijo duerma (como las bebidas con cafeína)