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El cáncer tiroideo es el cáncer de la glándula tiroidea, un órgano ubicado en la base del cuello que produce hormonas que ayudan a controlar la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la temperatura corporal y el peso.
Hay cuatro tipos de cáncer tiroideo:
El cáncer papilar es el tipo más frecuente en los EE. UU.; y la mayoría de los niños que tienen cáncer papilar tiroideo pueden curarse si la enfermedad se diagnostica en un estadio temprano.
El cáncer folicular es el segundo tipo más frecuente en los EE. UU.; y la mayoría de los niños que tienen cáncer folicular tiroideo pueden recibir un tratamiento exitoso si la enfermedad se diagnostica en un estadio temprano.
El cáncer medular es un tipo poco frecuente de cáncer tiroideo; y este tipo de cáncer puede ser de gran malignidad. Puede ser más fácil de controlar si la enfermedad se detecta y se trata antes de que se disemine a otras partes del cuerpo.
El cáncer anaplásico es el tipo menos frecuente de cáncer tiroideo; estas células cancerosas tienden a crecer y diseminarse de manera muy rápida. El cáncer anaplásico tiroideo es muy difícil de controlar, pero se presenta casi exclusivamente en los adultos.
Muchos niños que tienen cáncer tiroideo recién manifiestan síntomas cuando la enfermedad está avanzada. Entre los síntomas del cáncer tiroideo, se pueden incluir los siguientes:
Existen varios métodos para diagnosticar el cáncer tiroideo. El médico de su hijo puede usar una combinación de estos métodos:
Se desconoce la causa exacta del cáncer tiroideo. Al igual que con todos los tipos de cáncer, se caracteriza por el crecimiento de células anómalas, que suelen multiplicarse rápidamente y forman lo que se conoce como “tumor”.
El tratamiento más frecuente para el cáncer tiroideo es la cirugía para extirpar la totalidad o parte de la glándula tiroidea. Después de la lobulectomía tiroidea, se realiza una terapia radiactiva. Aunque generalmente el cáncer tiroideo pediátrico se detecta en un estadio avanzado, tiene un pronóstico excelente, con tasas de supervivencia a largo plazo de más del 95 %.
Entre los tratamientos adicionales, se pueden incluir los siguientes: