Diviértase con sus hijos en piscinas, lagos y playas, navegando nadando o simplemente jugando en la arena. Sin embargo, sea cual sea la actividad que elija, no dé por sentado la seguridad en el agua, ni siquiera por un minuto.
Los ahogamientos ocurren rápidamente y a veces, en pequeñas cantidades de agua. Y, a menudo, suceden frente a la vista de los propios padres.
Jesus Alderete, director del Programa de prevención de lesiones de Children's Health℠, estudia los ahogamientos en niños desde hace más de 10 años. Estos son siete datos que quiere que todos los adultos sepan para mantener a los niños a salvo cerca del agua.
Siete datos sobre ahogamiento infantil
1. El ahogamiento es una de las principales causas de muerte en los niños.
Es fácil pensar que el ahogamiento es algo que no puede sucederle a uno, pero las estadísticas dicen lo contrario. El ahogamiento es un riesgo grave para los niños.
Según la Academia Estadounidense de Pediatría, el ahogamiento es la causa principal de muerte en niños de 1 a 4 años después de las afecciones congénitas.
“Cuando las familias pierden a un niño por ahogamiento, quedan devastadas”, dice Alderete. “Y esto sucede con demasiada frecuencia”.
Los adolescentes también corren un alto riesgo. En los Estados Unidos, alrededor de 370 niños de 10 a 19 años mueren por ahogamiento cada año. ¿Por qué? Los médicos dicen que los adolescentes tienen más probabilidades de asumir riesgos, subestimar situaciones peligrosas y beber alcohol mientras nadan.
2. Los ahogamientos no mortales también son devastadores.
No todos los ahogamientos son mortales. A veces, se rescata a la víctima, y esta sobrevive y se recupera. Otras veces, la recuperación puede ser un desafío.
“Algunos niños sufren daño cerebral debido a la falta de oxígeno durante el incidente de ahogamiento”, explica Alderete. “Sufren discapacidades permanentes o a largo plazo. Y eso también es devastador para las familias”.
3. Los niños pueden ahogarse rápidamente, en cuestión de segundos.
“En el hospital, a menudo escuchamos a los padres asombrados decir: ‘No sé lo que sucedió. Solo me di vuelta un minuto’”, dice Alderete. “Lamentablemente, la realidad es que el ahogamiento ocurre más rápido de lo que la mayoría de la gente cree”.
Los pulmones del niño pueden llenarse de agua en cuestión de segundos. Si el niño no puede respirar, puede producirse daño cerebral o la muerte en cuestión de minutos.
Para entender lo rápido que ocurren las emergencias en el agua, Alderete comparte ejemplos comunes: La cara de un bebé puede quedar sumergida en el agua en una bañera en el tiempo que lleva caminar hasta el armario del vestíbulo y tomar una toalla. O un niño puede resbalarse y caer en una piscina en el tiempo que lleva responder una llamada o publicar algo en las redes sociales. Por eso, es importante que haya una supervisión constante.
4. El ahogamiento es silencioso; es posible que no oiga nada.
Cuando vemos un incidente de ahogamiento en la televisión o en las películas, en general, se escuchan muchas salpicaduras y gritos pidiendo ayuda. Sin embargo, eso no es lo que sucede en la vida real.
“El ahogamiento es un hecho rápido y silencioso”, explica Alderete. “A menudo, cuando los niños (o adultos) se ahogan, no pueden gritar. Están luchando, quizás tratando de sacar la cabeza del agua, tratando de respirar. El sonido no sale”.
5. No es necesario que el agua sea profunda para que se produzca un ahogamiento.
“Tan solo una pulgada de agua puede ser mortal, especialmente para bebés y niños pequeños”, dice Alderete. “Cuando los niños pequeños están desatendidos y caen en una pequeña cantidad de agua, pueden tener problemas para sacar la cabeza fuera del agua”.
Vigile al niño en todo momento y manténgase al alcance de la mano cuando haya agua cerca, cualquiera sea la cantidad. Los ahogamientos ocurren en interiores y exteriores en cualquier momento del año. Asegúrese de drenar el agua de todos estos espacios:
- Bañeras
- Cubos de limpieza
- Piscinas para niños
- Cubiertas para piscinas
6. El hecho de que haya más adultos cerca no reduce el riesgo de ahogamiento; incluso, suele ocurrir lo contrario.
¿Sabía que el 57 % de los ahogamientos se producen en piscinas en patios traseros y el 69 % de los ahogamientos de niños se producen cuando hay un adulto presente? Parece sorprendente, pero es cierto.
“Supongamos que alguien los invita, a usted y sus hijos, a una fiesta en una piscina. En general, los adultos empiezan a hablar y socializar, y los niños juegan en la piscina. Si no definen quién estará supervisando, todos pueden suponer que otra persona está mirando”, explica Alderete.
Para ayudar a mantener a los niños a salvo en las fiestas con piscina, cree un grupo de guardianes del agua:
- Antes de que los niños ingresen a la piscina, hablen sobre qué padres los observarán mientras estén en el agua sin interrupción.
- Acuerden que los guardianes del agua no utilicen teléfonos celulares ni lean libros mientras estén de servicio (tampoco pueden tomar bebidas alcohólicas).
- Asegúrense de que todos los guardianes del agua conozcan la capacidad de nadar de cada niño que esté en la piscina.
- Los guardianes del agua deben rotar cada 15 minutos para vigilar a los niños (cuantos más guardianes del agua haya por turno, mejor).
Obtenga más consejos para una fiesta con piscina segura.
7. Tenga en cuenta que no todo el mundo observará a su hijo como usted.
Incluso cuando haya socorristas presentes, debe tener en cuenta que nadie puede vigilar a sus hijos tan atentamente como usted. Las piscinas y las playas están llenas de gente y de actividad. Sea el socorrista número uno del niño. Si el niño tiene cuidadores, pídales que sigan las mismas pautas de seguridad que usted. Asegúrese de que los abuelos también conozcan las reglas.
Estrategias inteligentes para evitar ahogamientos
Los datos sobre ahogamientos infantiles son duros, pero puede tomar medidas para mantener a sus hijos a salvo. Alderete recuerda a las familias estas normas de seguridad en el agua:
- Exija que todas las personas que no sepan nadar o no tengan habilidades de nado avanzadas usen un dispositivo de flotación personal o un chaleco salvavidas aprobado por la Guardia Costera de los EE. UU. Asegúrese de que los niños se vuelvan a poner los chalecos salvavidas después de comer e ir al baño.
- No confíe en los brazos flotadores ni en otros dispositivos inflables. No están diseñados para salvar vidas.
- Manténgase al alcance de las manos de los niños que no saben nadar, que recién empiezan a nadar o que no son nadadores avanzados.
- Exija a todos los niños que le pidan permiso antes de entrar al agua. El hecho de que usted esté presente en la piscina o en la playa no significa que los niños puedan entrar automáticamente (cuando el niño le pide permiso, le recuerda que debe ponerle el chaleco salvavidas y empezar a vigilar).
- Dígales a sus hijos que los está mirando con atención mientras juegan en el agua. Deles el derecho de “llamarle la atención” si ven que se distrae con el teléfono o está hablando con alguien.
- Exija que sus hijos se tomen descansos. Nadar es divertido pero cansador.
- Si tiene acceso a agua fuera de su casa, como una piscina, un estanque o un lago cercano, asegúrese de que todas las puertas que conducen al exterior estén cerradas y seguras cuando su familia esté adentro. También acuérdese de cerrar las puertas para perros. Esto evitará que los niños pequeños, y los niños con necesidades especiales como autismo, salgan sin que usted se dé cuenta.
- Inscriba a su hijo en clases de natación lo antes posible, pero no deje de vigilarlo incluso cuando haya completado las lecciones. Aunque los niños sepan nadar, pueden correr el riesgo de ahogarse.
- No permita que hagan bromas ni que jueguen a hundirse en el agua. Enséñeles a los niños las reglas de seguridad en el agua y asegúrese de que comprendan su importancia.
Obtenga más información sobre las reglas de seguridad en el agua y otras estrategias para prevenir el ahogamiento infantil.
Más información sobre seguridad en el agua
El equipo de prevención de lesiones de Children's Health℠ se compromete a mantener a su familia a salvo. Obtenga más información sobre nuestro programa de seguridad en el agua y vea otras formas de mantener a los niños sanos y salvos durante el verano.
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