Es posible que haya oído hablar sobre los efectos secundarios poco frecuentes de la vacuna contra la COVID-19, que son la miocarditis y la pericarditis, o inflamación del corazón. Como padre, es comprensible tener algunas preguntas e inquietudes sobre esta noticia.
Sin embargo, los expertos que supervisan de cerca la seguridad de la vacuna contra la COVID-19 recomiendan que todas las personas elegibles continúen con el plan de vacunación.
“Lo más importante que debe saber es que todos los casos de miocarditis y pericarditis relacionados con la vacuna contra la COVID-19 han sido muy leves. Los niños con este efecto secundario logran una recuperación completa y rápida”, dice el Dr. Ryan Butts, cardiólogo pediátrico del Children's Health℠ y profesor adjunto de UT Southwestern. “Los riesgos asociados con el virus de la COVID-19 son mucho mayores que cualquier riesgo de inflamación cardíaca por la vacuna”.
El Dr. Butts responde preguntas sobre la inflamación cardíaca y la vacuna contra la COVID-19, y lo que los padres deben saber sobre la vacunación de niños y adolescentes.
Los riesgos asociados con el virus de la COVID-19 son mucho mayores que cualquier riesgo de inflamación cardíaca por la vacuna.
¿Qué son la miocarditis y la pericarditis?
La miocarditis es la inflamación del músculo cardíaco. La pericarditis es la inflamación del saco o del revestimiento que rodea el corazón (pericardio). Estas afecciones suelen ocurrir juntas, lo que puede llamarse miopericarditis.
Esta inflamación suele ser una reacción a la lucha del sistema inmunitario para combatir una infección, incluidas infecciones virales como la gripe, el parvovirus y la COVID-19. Los médicos y científicos están aprendiendo más sobre por qué la vacuna contra la COVID-19 puede causar esta respuesta en casos poco frecuentes.
¿Qué tan frecuentes son la miocarditis y la pericarditis después de aplicarse la vacuna contra la COVID-19?
La probabilidad de que su hijo tenga miocarditis o pericarditis después de aplicarse la vacuna contra la COVID-19 es muy baja. Los CDC (Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades) están haciendo un seguimiento activo de todos los casos de inflamación cardíaca relacionada con la vacuna. Dados los millones de personas vacunadas hasta el momento, estos efectos secundarios se consideran extremadamente poco frecuentes.
También es importante recordar que la miocarditis y la pericarditis pueden ser efectos secundarios de la infección por COVID-19. De hecho, las investigaciones revelan que un adulto joven tiene más probabilidades de desarrollar inflamación cardíaca a causa del virus de la COVID-19 que de la vacuna. Generalmente, la inflamación cardíaca causada por la COVID-19 es más grave que la inflamación causada por la vacuna.
“Comprendo las emociones y los miedos por el hecho de que esta es una vacuna nueva. Pero, cuando miramos los números, es mucho más seguro vacunarse que contraer COVID-19”, explica el Dr. Butts.
¿Cuáles son los signos y síntomas de la miocarditis y la pericarditis?
La mayoría de los casos de miocarditis y pericarditis relacionados con la vacuna contra la COVID-19 se han dado en personas en la última etapa de la adolescencia y pasados los 20 años. Generalmente, los síntomas aparecen unos días después de recibir la vacuna y ocurren después de la segunda dosis.
Los síntomas de la miocarditis y la pericarditis pueden incluir:
- Ritmo cardíaco anormal, como palpitaciones
- Dolor de pecho
- Náuseas.
- Dificultad para respirar
Si le preocupan los posibles síntomas de inflamación cardíaca después de aplicarse la vacuna contra la COVID-19, llame a su pediatra. Si el niño tiene dolor de pecho intenso, dificultad para respirar o siente que se va a desmayar, acuda a la sala de emergencias.
¿Cómo se diagnostica y trata la inflamación cardíaca causada por la vacuna contra la COVID-19?
Si el pediatra sospecha que su hijo tiene miocarditis o pericarditis, es posible que recomiende pruebas de sangre. Estas pruebas pueden detectar marcadores específicos que indican inflamación cardíaca. También puede derivarlo a un cardiólogo para una segunda opinión o para realizar más pruebas, como una IRM cardíaca, que toma imágenes detalladas del corazón.
La mayoría de los casos de miocarditis y pericarditis relacionados con la vacuna contra la COVID-19 son leves y pueden tratarse con reposo y AINE (antiinflamatorios no esteroides), como el ibuprofeno. Por lo general, los pacientes jóvenes que han desarrollado inflamación cardíaca después de aplicarse la vacuna se recuperan rápidamente y pueden retomar sus actividades diarias una vez que sus síntomas mejoren.
“En este momento, no hay informes de efectos secundarios a largo plazo de miocarditis o pericarditis causadas por la vacuna”, indica el Dr. Butts. “Hable con el médico del niño sobre los controles de seguimiento y la supervisión de la recuperación del niño”.
¿Debería mi hijo de todas maneras vacunarse contra la COVID-19?
Los expertos coinciden en que los riesgos y efectos secundarios de la COVID-19 superan ampliamente cualquier riesgo de la vacuna contra la COVID-19. Los niños pueden enfermarse de COVID-19 y pueden correr riesgo de problemas de salud persistentes, incluido el MIS-C (síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico).
Como cardiólogo y padre, recomiendo enfáticamente vacunarse contra la COVID-19. Esto incluye a mis pacientes que tienen disminución de la función cardíaca, insuficiencia cardíaca o trasplante de corazón, así como a mi propio hijo.
Obtenga más información sobre los beneficios de la vacuna contra la COVID-19 en niños y adolescentes. Si aún tiene inquietudes sobre la vacuna contra la COVID-19, no dude en comunicarse con el pediatra de su hijo para hacerle preguntas.
Vea más recursos para mantener sana a su familia en el centro de COVID-19 de Children's Health.
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