Dallas
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Las malformaciones cavernosas, también conocidas como angiomas cavernosos, cavernomas o hemangiomas cavernosos, son una enredadura anormal de capilares y venas pequeñas. Estos ovillos o cavernas se llenan de sangre o tejido, lo que da como resultado formaciones similares a las palomitas de maíz. Estas formaciones pueden producirse en cualquier parte del cuerpo, pero las más graves son las que se forman en el cerebro o la médula espinal.
No se conoce bien la causa exacta de las malformaciones cavernosas, aunque la genética influye.
El Centro de Trastornos Cerebrovasculares en Niños ofrece a los niños y a sus padres un grupo colaborativo de expertos que diagnostican y tratan exhaustivamente la enfermedad cerebrovascular de su hijo, como las malformaciones cavernosas. Nos encontramos entre los mejores de la región en términos de procedimientos y terapias más avanzados para tratar enfermedades cardiovasculares pediátricas. Cada uno de los miembros de nuestro equipo principal trabaja de manera exclusiva en el entorno pediátrico con un interés clínico en los trastornos del sistema cerebrovascular.
Este programa es el único de su tipo en Texas y parte de un puñado en todo el país. Ofrece un nivel único de experiencia en el manejo y el tratamiento de pacientes que padecen aneurismas específicos de niños y adolescentes. Somos el único programa de Dallas que ofrece cobertura de neurocirugía y neurorradiología pediátricas las 24 horas del día prestada por proveedores pediátricos dedicados y especializados.
Envíe un correo electrónico a ccdc@childrens.com para programar una cita.
Los síntomas de una malformación cavernosa dependen de la ubicación. En el cerebro o la médula espinal, la malformación puede causar lo siguiente:
Las malformaciones cavernosas no suelen diagnosticarse hasta que aparecen los síntomas. Para diagnosticar una malformación cavernosa, el médico de su hijo le hará una exploración física detallada. Se le preguntará si el niño ha tenido algún traumatismo o infección y si hay antecedentes familiares de problemas hemorrágicos. Entre las pruebas adicionales, se pueden incluir las siguientes:
No se conoce bien la causa exacta de las malformaciones cavernosas, aunque la genética influye.
Si su hijo no experimenta ningún síntoma de la malformación cavernosa, es posible que el médico desee controlar la afección mediante una IRM de rutina. Si necesita tratamiento, este estará determinado por la edad, los síntomas y los antecedentes médicos de su hijo. Las opciones de tratamiento incluyen:
A veces, una malformación cavernosa no produce síntomas ni causa preocupación. Si es necesario tratar los síntomas, los medicamentos pueden ser eficaces. Existen diferentes técnicas quirúrgicas para eliminar con éxito la malformación cavernosa.