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Los niños que tienen deficiencia de la hormona del crecimiento carecen de niveles suficientes de la hormona del crecimiento que los ayuda a crecer.
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La hipófisis, que se encuentra en la base del cerebro, produce y controla las hormonas del crecimiento. En los niños que tienen deficiencia de la hormona del crecimiento, la hipófisis no produce suficiente cantidad de hormona del crecimiento, lo que impide que el niño crezca a un ritmo normal.
A veces, a los niños que presentan un crecimiento lento se los puede diagnosticar y tratar cuando aún son bebés. Entre los síntomas de la deficiencia de la hormona del crecimiento, se incluyen los siguientes:
Entre las pruebas de laboratorio para detectar deficiencia de la GH (hormona del crecimiento), se incluye el examen de los niveles en sangre para determinar si el problema es causado por la hipófisis, por la cantidad de hormona del crecimiento en la sangre o por otras hormonas producidas por la hipófisis.
Las pruebas de estimulación de la GH miden el nivel hormonal después de que el niño recibe un medicamento que desencadena la liberación de esta hormona, como arginina u hormona liberadora de GH.
Se pueden usar otras pruebas para ayudar a diagnosticar la enfermedad y también para detectar otros problemas desencadenados por la falta de la GH. Incluyen:
*Edad de los adolescentes jóvenes según lo que definen los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades).
**Edad de los adolescentes según lo que definen los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades).
La deficiencia de la hormona del crecimiento puede estar presente al nacer; es decir, puede ser congénita. También puede ser el resultado de una enfermedad, un traumatismo o una afección médica, como un tumor cerebral. Un nivel bajo de hormona del crecimiento también puede traer aparejadas anomalías físicas, como el labio leporino.