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Pediatric acute disseminated encephalomyelitis (ADEM) (dis·sem·i·nat·ed - en·ceph·a·lo·my·eli·tis) is an autoimmune disorder of the central nervous system (brain, spinal cord, optic nerves). Esta afección suele presentarse en niños y se define por la inflamación del cerebro, con o sin afectación de la médula espinal o del nervio óptico. La ADEM puede producirse en adultos, pero es más frecuente en niños.
La ADEM es una afección definida por la inflamación dentro del cerebro que puede ir acompañada de afectación de la médula espinal o del nervio óptico. En la ADEM, partes del sistema inmunitario salen del torrente sanguíneo y entran en el cerebro, lo que provoca daños. En el sistema nervioso central hay células especializadas llamadas neuronas. Estas células se conectan entre sí a través de extensiones largas, similares al cableado de una casa.
Estos “cables” se denominan axones. Los axones están cubiertos por un revestimiento protector llamado mielina. La inflamación de la ADEM causa la pérdida de la mielina protectora, y este daño se conoce como desmielinización. Normalmente se trata de un acontecimiento monofásico (solo una vez), pero puede ser signo de una afección sistémica recurrente.
La mayoría de las ADEM se relacionan con una inflamación que causa la pérdida de la mielina protectora alrededor de los axones en el sistema nervioso central (cerebro, médula espinal y nervios ópticos). Una forma poco frecuente y grave de ADEM, llamada leucoencefalitis hemorrágica aguda (también conocida como síndrome de Weston-Hurst o enfermedad de Hurst) viene acompañada de una hemorragia cerebral.
Los signos y síntomas de la ADEM se basan en qué parte del sistema nervioso está afectada. Por definición, todos los pacientes con ADEM tienen afectación cerebral, y muchos también tendrán afectación de la médula espinal o del nervio óptico.
Entre los síntomas típicos de la EMAD, se pueden incluir cambios mentales; entumecimiento; debilidad; dificultad para mantener el equilibrio; dificultad para caminar; pérdida de la visión; visión doble; dolor de cabeza; y cambios intestinales o vesicales. Cada paciente puede tener diferentes síntomas, según dónde se produzca la inflamación. En las formas graves de ADEM, los pacientes pueden dejar de responder o estar comatosos.
Después de la etapa inicial aguda, los pacientes generalmente se recuperan bien. La mayoría de los pacientes realizan recuperaciones completas o casi completas, aunque algunos pueden quedar con déficits. Los pacientes a menudo requieren FT (fisioterapia), TO (terapia ocupacional) y terapia del habla y el lenguaje para su recuperación.
Además, nuestro centro ha estudiado los impactos cognitivos a largo plazo de la ADEM y ha descubierto que es necesario controlar la memoria y la función académica de los niños. Algunos niños pequeños aparentemente se recuperan en términos de funcionamiento escolar, pero comienzan a tener dificultades académicas durante las calificaciones posteriores. La supervisión cuidadosa por parte de un neuropsicólogo es importante para identificar cualquier dificultad cognitiva que un paciente con ADEM pueda experimentar a lo largo de los años posteriores al evento inicial.
Se cree que la mayoría de las ADEM son posteriores a una infección. Esto significa que el paciente experimenta una infección en algún lugar del cuerpo (como una enfermedad respiratoria o gastrointestinal) y luego se recupera.
Los científicos teorizan que la infección desencadena una respuesta inmunitaria para eliminar el patógeno del cuerpo, que luego provoca daños en el cerebro por error. Este proceso se conoce como imitación molecular. Según la teoría del mimetismo molecular, hay alguna proteína en la infección que se asemeja a una proteína en el cerebro. Después de eliminar la infección, el sistema inmunitario continúa estudiando todo el cuerpo y ataca al cerebro por error.
Algunas ADEM son causadas por una afección autoinmunitaria sistémica que provoca una alteración persistente del sistema inmunitario. Por ejemplo, algunos pacientes desarrollan autoanticuerpos contra la proteína acuaporina 4 o la proteína MOG (glicoproteína de la mielina de oligodendrocitos). Los pacientes con estos anticuerpos están en riesgo de sufrir futuros eventos inflamatorios.
En ocasiones poco frecuentes, los niños que presentan ADEM pueden tener ataques con el tiempo que cumplen con los criterios para la esclerosis múltiple remitente recurrente.
La ADEM se trata de diversas formas, incluido el tratamiento para abordar los estadios inflamatorios agudos y el tratamiento de apoyo y las intervenciones para mejorar la recuperación. Los tratamientos antiinflamatorios agudos incluyen dosis altas de esteroides, PLEX (plasmaféresis), IGIV (inmunoglobulina intravenosa) y, a veces, medicamentos como ciclofosfamida (Cytoxan®) o metotrexato. Los esteroides actúan reduciendo el número de células inflamatorias en el cerebro. Pueden administrarse por vía intravenosa u oral. La mayoría de los niños toleran bien los esteroides, pero algunos pueden experimentar cambios en el estado de ánimo y en el apetito, dificultad para dormir o irritabilidad. En raras ocasiones, los pacientes pueden experimentar infecciones o anomalías óseas.
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