Ritvika es, en muchos sentidos, lo que la mayoría consideraría un adolescente típico. Le gusta pasar tiempo con amigos, practicar deportes y actuar en el escenario.
Pero para quienes están familiarizados con su proceso durante la última década, Ritvika es un tremendo ejemplo de resiliencia y fortaleza. Ritvika se ha mantenido alegre a pesar de los desafíos de salud y sigue inspirando a todos los que la conocen.
Un diagnóstico poco frecuente lleva a un año de tratamientos intensos
Cuando Ritvika tenía solo 6 meses, su madre, Vindhya, se dio cuenta de que había dejado de gatear y usar las piernas. El pediatra la derivó a un hospital local para una resonancia magnética (IRM), que reveló un tumor en crecimiento en los huesos de la columna vertebral. Ritvika fue trasladada inmediatamente al Centro médico Children’s de Dallas, donde fue internada en el Centro Pauline Allen Gill para cáncer y trastornos de la sangre de Children's Health℠.
Allí, Ritvika conoció al Dr. Daniel Bowers, director médico de neurooncología pediátrica de Children's Health℠ y profesor de pediatría en UT Southwestern. El Dr. Bowers diagnosticó sarcoma de Ewing a Ritvika, un cáncer poco frecuente que comienza en los huesos y los tejidos blandos. El tumor estaba comprimiendo la médula espinal de Ritvika, y el Dr. Bowers sugirió que se sometiera a una cirugía de inmediato.
“El Dr. Bowers nos dijo que no podíamos esperar mucho más porque ya estaba afectando su movilidad, así que Ritvika acudió a la cirugía al día siguiente”, dice Vindhya. “Un neurocirujano intentó extirpar la mayor cantidad posible del tumor, pero como estaba debajo del hueso y la columna vertebral, no pudo extirparlo por completo”.
Unos días después de la cirugía, Ritvika comenzó su primera ronda de quimioterapia. En el año siguiente, Ritvika recibió 13 rondas adicionales de quimioterapia intensiva. Tras la sugerencia del Dr. Bowers, también viajó a Houston para recibir radioterapia dirigida durante un mes.
“El tratamiento de Ritvika fue difícil debido a su edad muy temprana en el momento del diagnóstico y a la compresión de la médula espinal”, dice el Dr. Bowers.
Pero, poco más de un año después del diagnóstico inicial, el Dr. Bowers compartió buenas noticias: el cáncer de Ritvika había desaparecido.
Ritvika no permite que la escoliosis la detenga
Debido a la ubicación del tumor y a los tratamientos intensos necesarios para erradicarlo, Ritvika había perdido toda la sensibilidad en las piernas y el abdomen, y la columna vertebral se había debilitado significativamente. Más adelante desarrolló escoliosis grave, un trastorno muscular en el que la columna se curva hacia la izquierda o la derecha.
Cuando cumplió 4 años, Ritvika comenzó a usar una silla de ruedas. A través de intensas sesiones de terapia ocupacional y terapia física, aprendió a vestirse y a sentarse y levantarse de la silla de ruedas por sí sola.
Ritvika se ha sometido a dos cirugías mayores para corregir la escoliosis en la columna vertebral y, a través de todo el proceso, ha mantenido una actitud positiva. Le gusta practicar deportes, como baloncesto y tenis en silla de ruedas, y planea participar en atletismo cuando comience el octavo grado.
“La gente a veces me dice que debe ser tan difícil estar en silla de ruedas porque no puedo hacer ciertas cosas”, dice Ritvika. “Pero me gusta recordarles que mis brazos hacen el doble de trabajo que los suyos, y que trabajar en estos desafíos me ha dado más fuerza y confianza para hacer las cosas”.
En la actualidad, más de 10 años después de su diagnóstico de cáncer, el progreso de Ritvika sigue siendo monitoreado por el Dr. Bowers a través del programa ACE (After the Cancer Experience) de Children's Health, el primer y más grande programa para sobrevivientes de cáncer en el norte de Texas.
“Ritvika es una inspiración para todos nosotros y un excelente ejemplo de la resiliencia de los niños”, dice el Dr. Bowers. “A pesar de las increíbles dificultades, ha prosperado física, intelectual y emocionalmente”.
Además de los exámenes de rutina para identificar y abordar cualquier efecto del tratamiento oncológico de un paciente a lo largo de toda su vida, el programa ACE prepara a los sobrevivientes del cáncer infantil para la transición a la atención del adulto a través de planes y herramientas personalizados, a la vez que avanza la investigación destinada a mejorar la salud de los sobrevivientes y sus familias.
“Estamos muy agradecidos por la orientación que hemos recibido a través del programa ACE”, dice Vindhya. “Proporcionan atención médica y conocimientos adecuados para la edad que Ritvika puede incluir en sus rutinas diarias para prepararse para su futuro”.
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El programa ACE (After the Cancer Experience) de Children's Health es el primer y más grande programa para sobrevivientes de cáncer en el norte de Texas, que conecta la atención médica desde la infancia hasta la vida adulta dentro de un sistema médico centralizado. Obtenga más información sobre nuestros servicios y programas oncológicos integrales.
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