MCH (miocardiopatía hipertrófica) en niños
Children’s Health℠ es uno de los únicos 30 centros en todo el país certificados como Centro de excelencia por la Asociación de Miocardiopatía Hipertrófica, lo que subraya nuestra capacidad de brindar atención especializada y experta a su hijo. Nuestro equipo trabaja codo a codo con especialistas cardiólogos, expertos en genética, nutricionistas y líderes de otras disciplinas para proporcionar supervisión y tratamiento cuidadosos para niños con miocardiopatía hipertrófica o MCH.
¿Qué es la MCH (miocardiopatía hipertrófica) en los niños?
La MCH pediátrica hace que todo o parte del músculo cardíaco se vuelva más grueso de lo habitual (hipertrófico). El músculo cardíaco engrosado a menudo tiene dificultad para relajarse, lo que puede comprometer el bombeo de la sangre. Esto, a su vez, puede provocar ritmo cardíaco irregular (arritmia) y, en algunos casos, insuficiencia cardíaca.
Si bien la mayoría de los niños con MCH tienen una vida larga, es una afección grave que puede causar insuficiencia cardíaca. Los niños que tienen insuficiencia cardíaca reciben la atención de cardiólogos pediátricos con una vasta experiencia en la afección.

¿Cuáles son los signos y síntomas de la MCH (miocardiopatía hipertrófica) pediátrica?
Dificultad para respirar
Dolor u opresión en el pecho
Latidos cardíacos irregulares (rápidos o lentos)
Mareos, aturdimiento o desmayos
Hinchazón o dolor en piernas, brazos y abdomen
Pérdida de energía
Falta de apetito
Crecimiento lento o incapacidad para aumentar de peso
¿Cómo se diagnostica la MCH (miocardiopatía hipertrófica) en los niños?
La miocardiopatía hipertrófica pediátrica es una afección compleja que puede comenzar en cualquier momento de la vida de un niño, lo que puede dificultar el diagnóstico. Por eso es importante trabajar con expertos que saben qué buscar.
Ecocardiograma: en Children’s Health, utilizamos varias pruebas diferentes para ayudar a detectar la miocardiopatía hipertrófica en bebés, niños y adolescentes. La prueba más común que utilizamos para diagnosticar la MCH es una ecografía cardíaca (ecocardiograma), que utiliza ondas sonoras para crear imágenes del corazón. Esto ayuda a nuestro equipo a determinar si el músculo cardíaco es más grueso de lo normal y puede mostrar si las cavidades del corazón funcionan correctamente.
Otras pruebas que podemos usar para diagnosticar la MCH incluyen:
Imágenes por resonancia magnética (IRM) pediátricas: se usan para ver si hay cicatrices en el corazón
Monitoreo Holter: se usa para analizar el ritmo cardíaco durante unos días.
Pruebas de esfuerzo con ejercicio: se usan para ver cómo responde el corazón al estrés durante la actividad física
Análisis de sangre: se usan para detectar indicios de insuficiencia cardiaca
¿Cuáles son las causas de la MCH (miocardiopatía hipertrófica) en los niños?
La miocardiopatía hipertrófica pediátrica tiene muchas causas. La afección puede heredarse de los padres a través de genes (hereditaria) o puede deberse a cambios genéticos espontáneos. Otras veces, no hay una causa clara (idiopática).
En algunos casos, la MCH es causada por mutaciones genéticas que afectan solo al músculo cardíaco. En otros casos, la MCH es el resultado de otra afección relacionada con los genes.
Los tipos frecuentes de afecciones genéticas que pueden causar MCH incluyen:
Síndromes metabólicos: debido a los cuales el organismo no procesa las grasas, las proteínas o los carbohidratos adecuadamente.
Trastornos mitocondriales: debido a los cuales el organismo no puede procesar por completo los alimentos y el oxígeno para generar energía.
Trastornos neuromusculares: en los que también se ven afectados determinados músculos, además del corazón
¿Cómo se trata la MCH (miocardiopatía hipertrófica) en los niños?
Aunque actualmente no hay cura para la miocardiopatía hipertrófica, los expertos de Children’s Health pueden ayudar a aliviar los síntomas de su hijo y afrontar las complicaciones y dificultades a medida que surgen.
Cómo determinar el nivel adecuado de actividad física para su hijo: en los niños con MCH, debe restringirse la participación en deportes de competición o el ejercicio de alta intensidad, que aumentan el riesgo de un paro cardíaco repentino. Sin embargo, la actividad física regular sigue siendo muy importante y le ayudaremos a determinar qué nivel y tipos de actividad física son mejores para su hijo.
Trabajar con la escuela de su hijo: le ayudamos a informar a la escuela y a los entrenadores de su hijo sobre la MCH. Por ejemplo, podemos proporcionar una carta para informar a la escuela que su hijo no debe ser calificado en cuanto al rendimiento deportivo (lo que podría presionar involuntariamente a su hijo a superar sus límites).
Medicamentos que requieren receta: a veces, los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas o tratar la MCH. Los medicamentos más frecuentes son los betabloqueantes, que ralentizan la frecuencia cardíaca y dan al corazón más tiempo para llenarse de sangre entre los latidos cardíacos.
Suministro de un desfibrilador cardioversor implantable (DCI):: nuestro equipo puede ofrecer un desfibrilador cardioversor implantable (DCI) si su hijo tiene un alto riesgo de muerte súbita cardíaca. Un DCI controlará el ritmo cardíaco de su hijo y puede emitir una señal eléctrica para normalizar el ritmo cardíaco si es necesario.
Opciones quirúrgicas: no es frecuente, pero si los medicamentos no alivian los síntomas de su hijo, podemos hablar de la cirugía para extirpar parte del músculo cardíaco anormal (miectomía quirúrgica). En casos poco frecuentes, es posible que debamos hablar sobre un trasplante de corazón.