Cuando nació Brentlee, hoy de 5 años de edad, todos los signos apuntaban a una beba feliz y saludable. Su mamá, Amber, la llevó en su vientre hasta la fecha de parto, nació sin problemas y obtuvo un puntaje excelente en la evaluación de Apgar que suele realizarse en los bebés recién nacidos. La mamá comenzó a sospechar que algo podría estar mal cuando la pequeña comenzó a tener dificultades para alimentarse.
“Parecía saludable”, dice Amber. “Pero comencé a preocuparme cada vez más por cómo se ahogaba mientras comía”.
Su pediatra en su ciudad natal de Athens, Texas, no parecía estar demasiado preocupado al principio, pero, durante una visita de rutina, Brentlee tenía fiebre, entonces su médico le sugirió que visitara la sala de urgencias local para realizarse un examen de rutina.
“Se atragantó mientras estábamos en la sala de urgencias y fue atendida por varios médicos y enfermeros”, dice Amber. “Después de tomarle una radiografía abdominal, nos dijeron que debía ir a Children's Health℠ y comenzaron el proceso para trasladarla a Dallas”.
Brentlee fue ingresada inmediatamente en la UCIN de nivel IV, donde se le diagnosticó enterocolitis necrosante, una afección que se observa con más frecuencia en bebés prematuros y que provoca la muerte del tejido de los intestinos. Desafortunadamente, una ronda inicial de antibióticos no parecía ayudar, y, en su tercera noche en la UCIN, se le hizo una cirugía de emergencia para reparar su intestino perforado.
Los cirujanos le extirparon casi la mitad del intestino delgado y le colocaron una ileostomía. Brentlee pasó los siguientes tres meses y medio en la UCIN luchando contra infecciones y problemas de malabsorción antes de volver a su hogar a los, exactamente, cuatro meses de edad.
Desde entonces, Brentlee ha tenido su cuota justa de desafíos. Como no tiene el intestino que absorbe agua, suele deshidratarse más rápido que la mayoría de los niños de su edad y tiene mucho dolor abdominal. Se la ha hospitalizado seis veces desde su estadía inicial en la UCIN y se le han realizado varios procedimientos endoscópicos de rutina en la clínica de gastroenterología para monitorear su afección y progreso.
Ha trabajado también estrechamente con el Centro de Rehabilitación Intestinal de Children's Health, el único de su tipo en el norte de Texas. Bajo la supervisión de Nandini Channabasappa, M.D., directora del Programa de Rehabilitación Intestinal de la división de Gastroenterología pediátrica de Children's Health, el equipo interdisciplinario de profesionales de atención médica brinda atención integral y continua a pacientes con órdenes intestinales complejas, como Brentlee, y satisface las necesidades de los pacientes internados y ambulatorios.
Sin embargo, a pesar de todo, Brentlee sigue sin sentir temor por sus problemas médicos, lo que su madre atribuye al enorme equipo de Children's Health… y a su fascinación por los dramas médicos, como “ER”, “Chicago Med” y “The Night Shift”. Amber dice que, incluso para problemas menores, suelen hacer el viaje de 90 minutos desde su hogar en Athens hasta el Centro médico Children’s de Dallas debido a las relaciones que han construido a lo largo de los años.
“Children's Health℠ salvó la vida de mi niña en más de una ocasión”, dice. “¿Por qué le confiaría a alguien más su atención?”.
La familia de Brentlee ha estado activa en la retribución a Children's Health y fundó una organización llamada “Dallas NICU H.O.P.E. (Helping Other Parents Endure)”, que ayuda a apoyar a las familias de pacientes de la UCIN que atraviesan situaciones similares a las que ellos atravesaron hace solo seis años atrás.
“Organizamos un banquete el Día de Acción de Gracias en la UCIN para las familias y el personal cada año, y nos aseguramos de que cada bebé y sus padres reciban un regalo de Navidad durante las fiestas”, dice Amber.
Hoy, Brentlee disfruta de estar al aire libre, patinar e intentar seguirle el ritmo a su hermana mayor.
Al mirar hacia atrás el recorrido de Brentlee, Amber dice que lo más importante que han aprendido a lo largo de cada desafío es simplemente tener fe, y dejar que los expertos hagan su trabajo y se enfoquen en su hijo.
“Sabíamos que estaba en las mejores manos posibles, y eso nos ayudó a aliviar muchos de nuestros propios miedos sobre su salud y centrarnos en apoyar a Brentlee en cada paso del camino”, dice. “A menudo, pienso en qué habría sucedido si no hubiéramos ido a Children's Health℠, y agradezco a Dios todos los días por haberlo hecho”.
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