Problemas comunes con el control de esfínteres

Desde la enuresis hasta el estreñimiento, los expertos de Children's Health abordan los problemas comunes relacionados con el baño en los niños


Es común que los niños pequeños tengan problemas para ir al baño, ya sea que estén estreñidos o que mojen la cama. Para los padres, puede ser difícil saber cómo manejar estos problemas y cuándo necesitan buscar ayuda experta.

La Dra. Rina M. Sanghavi, directora de Neurogastroenterología y Motilidad gastrointestinal de Children's Health℠ y profesora adjunta de Pediatría en UT Southwestern, y Janelle Traylor, FNP (enfermera con práctica médica en medicina familiar), enfermera con práctica médica de Urología de Children's Health, responden las preguntas más frecuentes de los padres sobre el control de esfínteres.

¿Por qué mi hijo retiene las ganas de ir al baño tanto tiempo?

Retener o evitar ir al baño puede causar accidentes, incluso en niños que ya están entrenados en el control de esfínteres.  

“A menudo, los niños ignoran la necesidad de ir al baño porque se están divirtiendo mucho”, dice Traylor. “Simplemente no quieren dejar de jugar el tiempo suficiente para ir al baño”.

¿Por qué mi hijo tiene dificultades con el entrenamiento para el control de esfínteres?

El entrenamiento para el control de esfínteres puede ser un momento difícil tanto para el padre como para el niño. Para ayudar a facilitar ambos aspectos, asegúrese de que su hijo tenga la edad adecuada y esté emocionalmente listo.

“Si los niños pueden verbalizar la necesidad de ir al baño, eso indica que están preparados”, dice Traylor. “Si pueden vestirse y desvestirse, están listos para trabajar en el entrenamiento para el control de esfínteres”. Traylor asegura que la mayoría de los niños están listos para el entrenamiento para el control de esfínteres entre los 2 años y medio y los 3 años y medio, pero si su hijo no está listo, no pasa nada. Algunos niños pueden demorar hasta los 4 o 5 años para estar listos para el entrenamiento para el control de esfínteres.

“Si su hijo no está interesado en el entrenamiento para el control de esfínteres, no lo fuerce. Forzar el problema puede causar una disfunción de la micción”, dice Traylor. “También se convierte en un factor estresante para el padre, lo que a su vez estresa al niño y puede retrasar el entrenamiento para el control de esfínteres”.

Si su hijo le dice que tiene que ir al baño, o incluso se sienta en la bacinilla sin hacer nada, elógielo. Cuando su hijo use la bacinilla, ¡celebre! Este refuerzo ayuda a que el entrenamiento para el control de esfínteres sea positivo y divertido.

¿Por qué mi hijo tiene accidentes?

La causa más frecuente de los accidentes es el estreñimiento o la retención por demasiado tiempo.

“Recomendamos las tres R”, dice Traylor.

  1. Regularmente ir al baño cada dos o tres horas.
  2. Relajarse en el baño para ayudar a vaciar la vejiga por completo.
  3. Registrarlo. Controle la frecuencia con la que usa el baño y recuérdele cuando sea hora de ir otra vez.

Cuando se produce un accidente, es importante no avergonzar a su hijo. Lo más probable es que el niño tampoco esté contento. Traylor dice que si los accidentes diurnos afectan la autoestima del niño, busque ayuda de un profesional médico.

¿Por qué mi hijo moja la cama?

La enuresis suele deberse a los mismos problemas que los accidentes diurnos: retención o estreñimiento.

“Mojar la cama es uno de los factores estresantes más comunes que encuentro con los padres de mis pacientes”, dice Traylor. “Muchos padres creen que su hijo es el único niño que moja la cama, pero la enuresis es más común de lo que los padres se dan cuenta”.

Traylor dice que las pausas regulares para ir al baño y limitar los líquidos antes de acostarse puede ayudar a detener la enuresis.

Sugerencia: Si el niño sigue mojando la cama con frecuencia a los 6 años, un urólogo pediátrico puede ayudarlo.

¿Por qué mi hijo tiene miedo de ir al baño en la escuela?

Los niños más pequeños también pueden tener miedo de usar un baño que no sea el de casa. Esto puede provocar accidentes o estreñimiento, especialmente durante las vacaciones, en la escuela o al hacer recados. Los padres pueden ayudar a calmar los miedos acompañando a sus hijos al baño y haciendo comentarios positivos cuando usan un baño que no está en casa.

La Dra. Sanghavi dice que los niños que tienen dificultades para ir al baño mientras están en la escuela pueden usar un baño alternativo. Los padres pueden hablar con el consejero escolar y preguntar si el niño puede usar el baño del enfermero escolar, que es más privado y puede ayudarlo a relajarse lo suficiente como para usarlo en la escuela.

Si un niño está muy ansioso por usar un baño fuera de su casa, es útil hablar con el pediatra o solicitar la ayuda de un psicólogo.

¿Por qué está estreñido mi hijo?

El comienzo del año escolar es un momento común para los problemas de estreñimiento, según la Dra. Sanghavi, gastroenteróloga pediátrica.

“Los horarios pueden ser muy ajetreados al comienzo del año escolar, y los niños a menudo no hacen un seguimiento de las veces que han usado el baño”, dice la Dra. Sanghavi. “Intente no programar demasiadas actividades para su hijo. Ofrézcale tiempo adicional para estar en casa, en su zona de confort, para usar el baño”.

También hay distracciones que pueden obstaculizar la capacidad de un niño para concentrarse en ir al baño. La Dra. Sanghavi recomienda que el niño no use una tableta o smartphone mientras está en el baño.

“Las pantallas distraen a los niños de la tarea principal”, dice la Dra. Sanghavi. “Están en la bacinilla para orinar o defecar. Limite las distracciones y coloque un temporizador con no más de 10 minutos”.

Para facilitar que los niños vayan al baño, puede usar un taburete para que las rodillas estén más altas que las caderas cuando se sienten en el inodoro.

Sugerencia: Puede permitir que su hijo sople burbujas, porque esto ayuda a contraer y relajar los mismos músculos que usa para defecar.

¿Qué opciones dietéticas son mejores para la salud digestiva?

Una nutrición deficiente o no beber suficiente agua también puede provocar estreñimiento. Ambos problemas pueden provocar heces duras, lo que dificulta la defecación.

“Una buena manera de determinar cuánta agua necesita su hijo es determinar primero el peso del niño en libras. La mitad de ese número son las onzas de agua que necesita por día”, dice la Dra. Sanghavi.

“Un niño debe comer al menos dos porciones de frutas y tres porciones de verduras por día y evitar comer demasiados alimentos que contengan harina multiusos, como pan blanco y masa de pizza, que puede ser difícil de digerir”.

La Dra. Sanghavi también recomienda llevar un diario de defecaciones para hacer un seguimiento de la frecuencia con la que su hijo defeca. Si después de un mes de alimentación saludable su hijo sigue teniendo problemas de estreñimiento, debe hablar con el pediatra.

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Si su hijo tiene problemas de vejiga e intestino, visite los Departamentos de Gastroenterología o Urología de Children's Health para obtener más información sobre nuestros programas.

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