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Cómo tratar la diarrea en niños
El estreñimiento o la dificultad para defecar afecta a millones de niños cada año. Según un estudio de 2018, alrededor del 18 % de los niños pequeños y el 14 % de los niños y adolescentes sufren estreñimiento.
Afortunadamente, el estreñimiento suele ser temporal y, al encontrar la causa del estreñimiento del niño, puede ayudarlo a regresar a las deposiciones regulares. La Dra. Rinarani Sanghavi, directora de Neurogastroenterología y Motilidad GI de Children's Health℠ y profesora adjunta en UT Southwestern, explica algunas razones comunes por las que los niños sufren estreñimiento.
Los niños pueden sufrir estreñimiento por diversos motivos, desde la ingesta de ciertos alimentos o la falta de fibra en su dieta hasta estrés o efectos secundarios de un medicamento. Si el niño está estreñido, busque una de estas causas frecuentes:
Alimentos procesados
Lácteos
Estrés
Deshidratación
Cambios en la rutina
Videojuegos
Entrenamiento para el control de esfínteres
Medicamentos
La dieta es una de las principales causas de estreñimiento. Debido a la practicidad de los refrigerios envasados, muchos niños comen demasiados alimentos procesados. Estos alimentos a menudo contienen poca o ninguna fibra, lo cual es esencial para defecar de forma regular y saludable.
Asegúrese de que el niño coma entre 20 y 25 gramos de fibra cada día de fuentes saludables como frutas, vegetales y cereales integrales. Reemplazar un refrigerio procesado por una manzana y mantequilla de maní puede ayudar mucho a mejorar su salud digestiva.
La ingesta excesiva de lácteos es una asociación común con el estreñimiento, y recomendamos reducir la ingesta de alimentos ricos en lácteos como el queso y la leche si el niño está estreñido.
Las nuevas investigaciones siguen mostrando una conexión entre la mente y el intestino. El estrés y la ansiedad pueden tener un gran efecto en la digestión, lo que causa estreñimiento o diarrea. Ayude al niño a identificar los desencadenantes del estrés y sugiera maneras de relajarse y sobrellevar las situaciones para fomentar una mejor salud mental y digestiva.
Si el niño no bebe suficiente líquido todos los días, las heces pueden ser duras y secas, lo que dificulta la expulsión. Asegúrese de que el niño ingiera al menos 8 onzas de líquido (preferiblemente agua) con cada comida, y tenga acceso a bebidas saludables durante todo el día. Es posible que deba recordarle a un niño activo que se tome un descanso del juego para beber agua. Vea más consejos para fomentar la hidratación.
Incluso pequeños cambios en la rutina del niño pueden alterar los hábitos intestinales saludables. Los cambios frecuentes que aumentan el riesgo de estreñimiento del niño son los siguientes:
Viajar por una mudanza o vacaciones
Empezar en una nueva escuela o guardería
Escapadas escolares, incluidas las vacaciones de verano
Pasar más tiempo en un lugar que no sea su casa
Los niños pueden tener miedo de ir a nuevos lugares o simplemente perder las señales que necesitan para defecar debido a un cambio de horario. Si sabe que la rutina de su hijo está cambiando, asegúrese de hacerla pasar de 10 a 30 minutos por día para que intente usar el baño.
Sorprendentemente, la afición a los videojuegos de un niño puede contribuir al estreñimiento. Los niños pueden estar tan interesados en los juegos que simplemente se olvidan de detenerse e ir al baño, o pueden evitar deliberadamente ir al baño, para no perderse la acción.
Además, los videojuegos pueden reducir la cantidad de ejercicio o actividad física que realiza el niño. La actividad física es vital para mantener los intestinos en movimiento. Reduzca el tiempo de pantalla del niño y recuérdele que use el baño cuando esté jugando.
El entrenamiento para el control de esfínteres es una gran transición para los niños pequeños. Puede hacer que algunos niños se sientan ansiosos y terminen reteniendo las heces en lugar de pedir ir al baño. Trate de hacer que el entrenamiento para el control de esfínteres sea divertido y sin estrés para que no se frustren cuando ocurran accidentes.
Algunos medicamentos o suplementos dietéticos pueden ralentizar los intestinos y provocar estreñimiento. Revise los medicamentos del niño con su médico para ver si pueden ser la causa de las deposiciones difíciles.
Si ha abordado todas estas posibles causas de estreñimiento y el niño sigue teniendo problemas para ir al baño, hable con el pediatra. En raras ocasiones, el estreñimiento puede estar causado por una afección gastrointestinal subyacente, y es posible que deba visitar a un gastroenterólogo.
Los especialistas en gastroenterología altamente experimentados de Children's Health pueden trabajar con el pediatra para identificar, diagnosticar y tratar problemas digestivos en los niños. Obtenga más información sobre nuestros programa y servicios de gastroenterología.
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