Alejandro Magno fue un guerrero célebre de Grecia. De hecho, el nombre “Alejandro” (Alexander, en inglés) significa “defensor de los hombres” y “luchador” y, por esto, un niño resuelto de Dallas lleva el nombre indicado.
“Cuando estaba embarazada y pensando en los nombres para el bebé, sabía que quería un nombre fuerte”, cuenta Elvia, la madre de Alex. “Y resulta que Alexandro es el nombre perfecto para mi Alex. Es un líder nato. Cuando entra en un lugar, lo ilumina. Le encanta estar cerca de las personas”.
“Juega al baloncesto, toca el piano y canta”, añade. “Y es un buen cantante. A menudo, digo en broma que es el niño más ocupado de Irving”.
Alex también tiene autismo.
“El autismo no define a Alex, pero es una parte de su día”, dice Elvia.
Entre un calendario social ajetreado, las aversiones alimentarias y la selectividad a la hora de comer, Elvia admite que los hábitos alimentarios de Alex se habían vuelto “horribles”.
“Comíamos comida rápida tres o cuatro días a la semana”, cuenta Elvia. “Aunque no parecía estar excedido de peso, sentía mucha culpa. Sabía que no era saludable, pero me veía en la disyuntiva entre lograr que comiera algo o que no comiera absolutamente nada”.
El pediatra de Alex recomendó Get Up & Go, de Children's Health℠. El programa Get Up & Go se centra en una vida familiar saludable, incluyendo mejores hábitos alimentarios, más ejercicio y menos tiempo con la tecnología.
El comienzo reacio de una familia
Elvia admite que dudaba que el programa funcionaría. Pero quería darle a Alex toda la oportunidad de desarrollar hábitos saludables. Ahora, no puede creer el avance que ha tenido Alex desde que comenzó el programa.
“Alex ha hecho un cambio de 180 grados. Todavía tenemos dificultades, pero trabajamos en conjunto como familia y nos comprometemos a llevar adelante este programa al 100 %”, comparte.
Elvia reconoce la terminología y los instructores de Get Up & Go como una de las numerosas razones de su éxito.
“Los instructores resumieron todo para que fuera fácil de entender para todos los niños y padres”, dice. “Los alimentos se dividen en comidas ‘para llevar’, ‘despacio’ y ‘¡vaya!’. Un alimento ‘para llevar’ es un refrigerio saludable; algo que se puede recoger y comer y lo hace sentirse bien. Una comida ‘despacio’ es algo que se puede comer con moderación, y una comida deliciosa es esa que hace que nos detengamos a pensar: ‘¡Vaya! ¿Debería comer esto?’”.
“Esa simple explicación es algo que usamos en nuestra familia todo el tiempo. Nos preguntamos constantemente: “¿Es una comida ‘para llevar’, ‘despacio’ o ‘¡vaya!’?”, continúa. “Nos ha ayudado a detenernos y pensar en las decisiones que tomamos y los alimentos que introducimos en nuestro cuerpo”.
Convertir la educación en acción
La mayor lucha con los hábitos alimentarios de Alex fue su negativa a probar nuevos alimentos. Get Up & Go ayudó a ampliar el menú de Alex, gracias al refrigerio para llevar al final de cada sesión.
“Alex al menos probaba el refrigerio que se ofrecía al final de la clase, y ese fue un gran paso para nosotros”, explica Elvia. “Ahora come plátanos y poco a poco añadimos más opciones nuevas a su dieta”.
Las lecciones que aprendió Alex en Get Up & Go han permanecido con él. “Habla constantemente de la Srta. Briana y de lo que nos dijo en nuestra clase”, dice Elvia de su instructora de Get Up & Go. “Toma la información que aprendió y la convierte en opciones saludables. El otro día, me dijo que no quería papas fritas todos los días en el almuerzo porque era una comida ‘¡vaya!’. Esa es una decisión que él mismo tomó para estar más sano”.
Ahora, Elvia ve lo importante que ha sido la clase para Alex y toda su familia. “No estaba segura de que Alex hubiera captado la información”, admite. “Habíamos probado tantas cosas, pero nada había funcionado hasta este programa. Me alegro de que le hayamos dado la oportunidad. Alex ha superado con creces mis expectativas en todo momento, y eso también ha sido una lección para mí”.
Otro desafío fue reducir la tecnología.
“Me causó gracia cuando nos dijeron que debería limitarse el tiempo de pantallas”, dice Elvia. “Pero lo hicimos, y el mérito es de Alex. Cuando tiene un objetivo, va tras él. Tiene altas expectativas de sí mismo y quiere tener éxito en todo lo que hace. Ese impulso le ha servido mucho en la vida y seguirá ayudándole a tomar decisiones saludables”.
Encontrar comprensión en una comunidad
“Estoy muy agradecida de que este programa exista, no solo por lo que hemos aprendido y por los cambios que hemos hecho, sino también por las personas con las que nos conectó”, explica Elvia. “Es poderoso entrar en un lugar con otros padres e hijos y darse cuenta de que no somos los único que tenemos dificultades con esto. Es una llamada de atención”.
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