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La enfermedad del hígado graso en niños está en aumento

Descubra qué causa la enfermedad del hígado graso no alcohólico y cómo revertir el daño

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Madre e hijo Madre e hijo

La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) es la causa más frecuente de enfermedad hepática crónica en niños, que afecta a 1 de cada 10 niños. Según la American Liver Foundation, la cantidad de niños afectados por enfermedad del hígado graso no alcohólico va en aumento, con más del doble en los últimos 20 años.

Millones de niños estadounidenses padecen esta enfermedad, y el aumento de la obesidad infantil es una de las razones, dice la Dra. Charina Ramírez, gastroenteróloga pediátrica de Children's Health℠ y profesora adjunta en UT Southwestern. La Dra. Ramírez se especializa en la afección y explica sus riesgos para la salud y la importancia de realizar cambios en el estilo de vida para revertir su daño.

¿Qué es la enfermedad del hígado graso no alcohólico?

La enfermedad del hígado graso no alcohólico, también llamada enfermedad del hígado graso, es una afección en la que se acumula grasa en el hígado. Si no se trata, puede provocar problemas hepáticos graves como fibrosis y cirrosis (cicatrices en el hígado) y cáncer de hígado. Hay dos tipos de enfermedad de hígado graso:

  • La enfermedad del hígado graso simple se produce cuando un niño tiene exceso de grasa (triglicéridos) en el hígado, pero no hay inflamación ni daño celular presente.
  • La esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) se produce cuando el exceso de grasa se acumula en el hígado del niño y provoca inflamación y daño celular. Si no se trata, la afección puede causar cicatrices en el hígado (fibrosis y cirrosis) y aumentar el riesgo del niño de desarrollar insuficiencia hepática o cáncer de hígado en la edad adulta.

¿Cuáles son las causas de la enfermedad del hígado graso en niños?

Se produce cuando se acumula demasiada grasa (triglicéridos) en el hígado, principalmente debido a los malos hábitos alimentarios y a la falta de actividad física. La enfermedad del hígado graso parece desarrollarse más en niños que en niñas y puede desarrollarse en niños de tan solo 10 años e incluso menores.

Los factores de riesgo de la enfermedad del hígado graso no alcohólico incluyen:

  • Obesidad
  • Resistencia a la insulina
  • Prediabetes o diabetes tipo 2
  • Colesterol alto y triglicéridos altos

“La principal razón por la que la enfermedad del hígado graso se ha convertido en una epidemia es que cada vez más niños presentan obesidad. Los niños afectados por la obesidad tienen un 38 % de probabilidades de desarrollar enfermedad del hígado graso”, afirma la Dra. Ramírez. “Dado que la obesidad es una epidemia en sí misma, la enfermedad del hígado graso lo refleja”.

La enfermedad del hígado graso también puede tener factores genéticos y heredarse de los padres. Las familias hispanas, en particular, pueden tener un mayor riesgo de padecer esta afección. Es menos frecuente en los niños afroamericanos.

¿Cuáles son los peligros de un hígado graso?

Debido a que la enfermedad del hígado graso puede provocar problemas de por vida, el tratamiento temprano es importante. Con el tiempo, la enfermedad del hígado graso puede empeorar y causar daño hepático grave. Sin embargo, la enfermedad del hígado graso se considera una enfermedad silenciosa porque puede no causar ningún síntoma. A medida que la enfermedad avanza, puede convertirse en EHNA.

“Lamentablemente, la EHNA es la principal causa de trasplante de hígado en mujeres”, dice la Dra. Ramírez. “En los hombres, es la segunda causa principal de trasplante, después de la hepatopatía alcohólica”. Es fundamental la prevención del avance de la enfermedad en niños.

Un desafío del tratamiento de la enfermedad del hígado graso es que no suele presentar ningún síntoma hasta que se ha producido una cicatriz grave. Si su hijo tiene factores de riesgo de enfermedad del hígado graso, su pediatra puede examinarlo para detectar la afección mediante un análisis de sangre, llamado ALT (alanina aminotransferasa).

La Sociedad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica de América del Norte recomienda que se examine a los niños con diagnóstico de obesidad para detectar la afección entre los 9 y los 11 años de edad. Los niños con sobrepeso y antecedentes familiares de la afección también deben someterse a estudios de detección. Estos estudios pueden ayudar a los niños y a los padres a tomar medidas para revertir la afección.

¿Se puede revertir la enfermedad del hígado graso?

No hay medicamentos para revertir ni curar la enfermedad del hígado graso. Sin embargo, los cambios en el estilo de vida pueden tener un gran impacto en el avance de la enfermedad tanto a corto como a largo plazo.

“Aunque la enfermedad del hígado graso es peligrosa a largo plazo, se puede trabajar para mejorar”, dice la Dra. Ramírez. “El hígado es un órgano interesante y capaz de regenerarse y recuperarse, si se realizan cambios saludables en el estilo de vida”

Los niños con enfermedad del hígado graso deben trabajar con un nutricionista para desarrollar un plan de nutrición que incluya menos calorías, menos azúcar y menos grasa. Los niños también deben aumentar su actividad física.

“Los estudios muestran que los niños son más receptivos a la intervención para controlar el peso cuando son más jóvenes que cuando son adultos”, dice la Dra. Ramírez. “Pero nuestro verdadero enfoque no el descenso de peso en los niños, sino los cambios en el estilo de vida, incluida la alimentación saludable y la actividad física rutinaria”.

La Dra. Ramírez dice que muchos niños tienen problemas para mantener un peso saludable porque no entienden cómo sus alimentos favoritos como patatas fritas, refrescos y bebidas deportivas perjudican su salud y cómo los vegetales pueden ayudarles. Enseñarles a los niños cómo afectan estos alimentos a su hígado les brinda las herramientas que necesitan para tomar mejores decisiones.

Cuando se trata de hacer ejercicio, se debe alentar a los niños a hacer cosas que ya les encantan, ya sea baloncesto, fútbol, baile o caminar o andar en bicicleta con la familia.

“El hígado graso es la puerta de entrada al síndrome metabólico, incluida la diabetes tipo 2 y, eventualmente, la enfermedad cardíaca y la hipertensión”, dice la Dra. Ramírez. “Pero puede tener un impacto positivo en el riesgo de futuras afecciones crónicas mediante la actividad física y una alimentación saludable”.

La enfermedad del hígado graso no alcohólico en los niños va en aumento, y un factor de riesgo frecuente es la obesidad. Una gastroenteróloga pediátrica de @Childrens explica más sobre la enfermedad hepática grasa y lo que las familias necesitan saber.

Obtener más información

El Programa pediátrico de enfermedades hepáticas proporciona un tratamiento integral para la enfermedad hepática pediátrica, incluido el único programa de trasplante hepático pediátrico del norte de Texas. Obtenga más información sobre nuestro programa y servicios hepáticos.

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