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La prueba de COVID-19 es una herramienta importante. Puede ayudarlo a comprender si su hijo tiene COVID-19 y, si lo tiene, tomar las medidas adecuadas para evitar contagiar a otras personas. Preparar a su hijo para una prueba de COVID-19 puede facilitar la experiencia tanto para los niños como para los padres.
“Los niños no saben cómo será la prueba”, afirma Jennifer Roady, MS, CCLS, supervisora de Servicios de Vida Infantil en Children's Health℠. “Como especialista de vida infantil, parte de mi trabajo es ayudar a los niños a superar cualquier miedo que puedan tener sobre los procedimientos médicos, y la prueba de COVID-19 no es diferente”.
Las pruebas para detectar la COVID-19 suelen implicar un hisopado de la nariz y el envío de la muestra a un laboratorio para su análisis. También es posible que se usen pruebas en el hogar y que se pueda detectar si su hijo tiene COVID-19 en 15 a 30 minutos. Si su hijo debe someterse a una prueba de COVID‑19, Roady sugiere tomar estas medidas para aliviar los miedos y ayudarlo a prepararse.
Independientemente de la edad de su hijo, una de las medidas más importantes que un padre puede tomar para ayudar a aliviar el miedo es mantener la calma y la seguridad.
“Los niños pueden percibir cuando sus padres están estresados”, indica Jennifer. “Si bien es normal sentirse ansioso si su hijo debe someterse a una prueba de COVID-19, tómese un tiempo para calmarse antes de hablar con su hijo”.
Reúna información usando fuentes confiables para ayudar a prepararse a usted y a su hijo para la prueba. Las fuentes creíbles incluyen los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) y los departamentos de salud locales. Estas fuentes pueden proporcionar información sobre la COVID-19 y las pruebas. Saber que cuenta con información precisa puede ayudar a calmar los miedos.
Si usa una prueba en el hogar, asegúrese de que su hijo tenga la edad suficiente para realizársela. Encontrará los requisitos de edad en la caja o en las instrucciones de la prueba. Es importante leer las instrucciones y seguirlas con atención, ya que los resultados de las pruebas podrían no ser precisos si no lo hace.
Una vez que esté bien informado, puede ayudar a su hijo a comprender lo que va a suceder.
Si su hijo es pequeño, proporcione información precisa y una breve descripción de lo que sucederá. Saber qué sucederá ayuda a los niños a sentirse más cómodos. Puede describir el proceso en pasos sencillos. Si va a un centro de pruebas, podría decirle a su hijo lo siguiente:
Vamos a ver al médico.
En el consultorio, te sentarás en mi regazo y te daré un gran abrazo.
Un enfermero que usa una bata y una mascarilla especial te colocará un hisopo en la nariz y lo moverá un poco.
Si va a usar una prueba en el hogar, de todas maneras es importante que le diga qué esperar. Esto podría ser tan simple como decirle que le colocará un hisopo de algodón en la nariz y lo moverá un poco.
Si su hijo tiene edad suficiente para hacerse una prueba en el hogar por su cuenta, ayude revisando las instrucciones con él para asegurarse de que los resultados sean lo más precisos posible.
Aunque la prueba de COVID-19 es incómoda y puede sentirse como si hubiera entrado agua en la nariz, es importante ser honesto con su hijo, en lugar de decir que no le dolerá. Puede decirle que el procedimiento podría arder un poco o que podría ser un poco molesto. Jennifer explica que, para los niños más pequeños, se puede decir: “Va a doler por un segundo” o “Va a ser muy rápido, y podemos contar mientras lo hacemos”.
Es importante recalcarle a su hijo de que no está en problemas. Dígale que esta prueba es importante para garantizar que su organismo está sano. Aunque la prueba duela brevemente, será de ayuda para él.
Si bien los niños más pequeños no necesitan conocer todos los detalles de la COVID-19, usted puede analizar la situación con mayor profundidad con niños de 12 años de edad en adelante.
“Bríndele información honesta que puedan manejar según la edad y abra la conversación para que haga preguntas”, recomienda Jennifer.
Pregúntele a su hijo qué piensa y qué siente, y hágale saber que es normal sentirse frustrado con la prueba.
Las recomendaciones respecto de las pruebas de COVID-19 pueden variar según la persona o la ubicación. Si está preocupado porque su hijo tiene síntomas de COVID-19 o ha estado expuesto a alguien con COVID-19, llame al proveedor de atención médica de su hijo para consultar sobre los próximos pasos.
Entre los síntomas de la COVID-19, se pueden incluir los siguientes:
Fiebre o escalofríos
Tos
Falta de aire o dificultad para respirar.
Cansancio
Dolor muscular o dolor corporal
Dolor de cabeza
Nueva pérdida del gusto o del olfato.
Dolor de garganta
Congestión o secreción nasal
Náuseas o vómitos
Diarrea
Obtenga más información sobre los centros de pruebas comunitarias de COVID-19 en el norte de Texas.
Las pruebas de COVID-19 en el hogar, también conocidas como autopruebas o pruebas de venta libre (OTC), son una herramienta importante de salud pública. Pueden usarse en niños y detectar con precisión los niveles elevados de COVID-19. Tener a mano una prueba de COVID-19 en el hogar es útil para hacerle la prueba rápidamente a su hijo cuando sea necesario.
“Las pruebas rápidas son un medio eficaz, eficiente y práctico para detectar el virus de la COVID-19 en los niños”, dice Jeffrey Kahn, M.D., director de Enfermedades Infecciosas de Children's Health℠ y profesor de UT Southwestern. “Si bien estas pruebas no son tan sensibles como las pruebas moleculares o basadas en PCR, en la mayoría de los casos un resultado positivo confirma la infección y permite a los padres tomar las medidas necesarias para mantener a su hijo aislado”.
Si su hijo tiene síntomas de COVID-19 y tiene un resultado positivo en una prueba en el hogar, tiene el virus. No necesita hacerse otra prueba para confirmar. Aíslelo de otras personas y esté atento a cualquier signo de advertencia de que su hijo necesita atención médica.
Si su hijo tiene síntomas de COVID-19 y los resultados de las pruebas son negativos en una prueba en el hogar, esto significa que la prueba no detectó el virus. Sin embargo, esto no descarta la infección por COVID-19. Si su hijo tiene síntomas, lo mejor es que siga aislado y programar una prueba de PCR o repetir una autoprueba entre 24 y 28 horas después.
Si su hijo no tiene síntomas de COVID-19 y se realiza la prueba antes de asistir a un evento, como una reunión familiar o social, debe realizarse la prueba lo más cerca posible del momento de la reunión.
Es importante recordar que las pruebas de COVID-19 son útiles para detectar infecciones actuales, pero los resultados de las pruebas solo son precisos para ese momento. Es posible desarrollar la infección después de recibir un resultado negativo en la prueba, especialmente si se realiza una prueba demasiado pronto después de la exposición a la COVID-19.
En Children's Health nos comprometemos a seguir siendo una fuente confiable de información de salud y atención para usted y su familia en estos momentos. Vea más recursos para mantener saludable a su familia en el centro de COVID-19 de Children's Health.
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