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Cómo ayudar a su hijo a controlar el acoso y a desarrollar la autoestima
Para la mayoría de nosotros, respirar es un proceso automático que apenas notamos. Sin embargo, el simple acto de inhalar y exhalar puede tener un gran impacto en nuestro estado de ánimo y pensamientos. La respiración profunda se ha utilizado durante mucho tiempo como técnica de relajación y es útil tanto para niños como para adultos.
“Al enseñarles ejercicios de respiración a los niños, les damos una valiosa herramienta”, dice Stephanie Richardson, LCSW, directora del equipo de trabajo social del Departamento de Urgencias de Children's Health℠. “Los niños pueden usar la respiración profunda para ayudarlos a lo largo del día, ya sea que se sientan abrumados o ansiosos, que necesiten relajarse o dormirse, calmar el cuerpo después de hacer ejercicio o simplemente hacer una pausa y relajarse cuando tienen demasiada energía”.
Obtenga más información sobre los ejercicios de respiración para niños para ayudar a reducir el estrés y la ansiedad y mejorar el bienestar general.
Los ejercicios de respiración pueden ayudar a los niños y adolescentes a lo siguiente:
Relajar el cuerpo
Reenfocar la mente
Reducir el estrés y la ansiedad
Reducir la frecuencia cardíaca
Aumentar los niveles de oxígeno del cuerpo, lo que puede tener efectos calmantes
Respirar profunda y deliberadamente puede calmar el cuerpo y la mente de una persona. Las técnicas de respiración profunda activan el sistema nervioso parasimpático (parte del sistema nervioso que controla las reacciones al estrés), además de redirigir la mente a una tarea sencilla, distrayendo de los pensamientos ansiosos.
Hay muchos tipos de ejercicios de respiración que pueden alentar a los niños a respirar profundamente. Algunos ejemplos de ejercicios de respiración para niños son la respiración con plumas, la respiración con globos, la respiración con burbujas o el recuento de respiraciones.
La respiración abdominal (también llamada respiración diafragmática) es uno de los ejercicios de respiración más fáciles para los niños porque no se necesitan suministros, y la técnica se puede usar en cualquier momento y lugar. “Los niños y adolescentes pueden practicar la respiración abdominal en cualquier lugar sin llamar la atención, ya sea que estén empezando a sentirse ansiosos en la escuela o con amigos”, dice Richardson. “Esta es una forma rápida de calmarse en el momento, por ejemplo, antes de un examen, durante una competición o simplemente cuando se sienten nerviosos”.
Estos son los pasos para enseñar y practicar la respiración abdominal profunda a su hijo:
Dígale a su hijo que respire con normalidad y que observe cómo se siente en este momento.
Haga que su hijo se coloque una mano en el abdomen (por encima del ombligo) y la otra en la parte superior del pecho.
Dígale a su hijo que respire profundamente por la nariz, llenando los pulmones con aire hacia abajo, hacia el abdomen.
A medida que el abdomen se expande hacia arriba y hacia afuera, dígale que observe cómo sube la mano inferior.
Luego, dígale a su hijo que exhale lentamente por la boca, sintiendo cómo baja la mano inferior.
Para estimular una exhalación lenta, puede decirle a su hijo que finja soplar una vela, sostenga la mano sobre la boca para sentir su respiración o incluso que haga un ruido con la exhalación.
Después de hacer varias respiraciones profundas, pregúntele a su hijo cómo se siente y si nota alguna diferencia.
Si la mano de su hijo sobre el pecho es la única mano que se mueve hacia arriba y hacia abajo mientras respira, anímelo a concentrarse en mover el aire más profundamente hacia el abdomen. La respiración torácica poco profunda se asocia con la respiración ansiosa.
A medida que su hijo aprende a respirar con el abdomen, puede ser útil que se acueste boca arriba durante el ejercicio de respiración. En lugar de las manos, puede colocar un objeto, como un pequeño animal de peluche o un libro, sobre el abdomen y hacer que intente que el objeto suba y baje mientras respira.
Una de las cosas más importantes que debe tener en cuenta al enseñarle respiración abdominal es practicar cuando su hijo esté tranquilo. Al practicar cuando el niño se siente bien, estará equipado para usar esta herramienta en momentos de estrés o ansiedad. Richardson recomienda practicar por la noche antes de acostarse y dice que esto puede convertirse en una rutina nocturna que puede ayudar a su hijo a dormirse, ya sea que esté ansioso o no.
La respiración profunda es una herramienta valiosa para niños de todas las edades. Aunque los niños pequeños pueden tener dificultades para entender el concepto de respiración abdominal, los padres pueden comenzar enseñándoles a ralentizar la respiración cuando están molestos o enojados. Los niños en edad escolar estarán más preparados para aprender los conceptos básicos de la respiración abdominal.
Cuando su hijo esté practicando la respiración abdominal, anímelo a contar hasta tres al inhalar, hacer una pausa breve y luego exhalar contando hasta cuatro. Según la edad o la capacidad respiratoria de su hijo, es posible que pueda hacer recuentos más largos. La duración real de la inhalación y la exhalación no es tan importante como ralentizar la respiración y centrar la atención en esta tarea.
Los padres pueden ver qué funciona mejor para su hijo al enseñarle y practicar los ejercicios de respiración. No hay presión para practicar la respiración profunda de una manera exacta o correcta. “Haga lo que haga que su hijo se sienta más cómodo, porque ese es el objetivo”, recomienda Richardson. “Cuanto más cómodo se sienta su hijo con un ejercicio de respiración, más probable es que use esa técnica cuando más la necesite”.
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