A primera vista, Lucas no es tan diferente del típico niño de preescolar.
Le encanta pintar, leer libros, jugar al aire libre y ayudar a sus padres en la cocina, y disfruta de todo lo relacionado con los aviones. En líneas generales, más allá de los dos dispositivos electrónicos pequeños que yacen detrás de sus orejas, parece ser como cualquier otro niño de 3 años de edad, que lleva alegría y entretenimiento adonde sea que vaya.
Sin embargo, según sus padres, Lisa y Kevin, no hay nada “típico” en el recorrido que comenzó en octubre de 2014, cuando Lucas no superó su prueba auditiva para recién nacidos.
Una prueba de rutina revela la pérdida de audición de Lucas
“Al principio, no nos preocupamos, ya que dicen que sucede a menudo y que podría deberse a la presencia de líquido en el oído”, dice Lisa.
Pero, después de una segunda evaluación dos semanas más tarde y unas cuantas citas de seguimiento con audiólogos pediátricos tres meses después de eso, las pruebas confirmaron que Lucas tenía una pérdida de audición profunda. Fue entonces cuando se derivó a Lucas y su familia al Programa pediátrico de implantes de cóclea de UT de Children's Health℠, que reúne a los mejores expertos del Centro médico Children’s de Dallas, UT Southwestern y el UTD Callier Center for Communications Disorders, para brindar atención integral a niños con pérdida de audición.
Las pruebas de laboratorio determinaron que la causa de la pérdida de audición de Lucas era genética, lo que confirmó que las prótesis auditivas tradicionales no serían eficaces. Así que Lucas y su familia se reunieron con el Dr. Brandon Isaacson, uno de los tres cirujanos especializados en implantes cocleares de Children's Health℠, que determinó que Lucas sería un candidato principal para implantes cocleares.
Un implante coclear es un pequeño dispositivo electrónico que se introduce quirúrgicamente en el oído interno y debajo de la piel detrás del oído. Funciona de forma similar a un oído interno normal: un micrófono capta sonidos ambientales que se disponen en señales mediante un procesador del habla; luego, un transmisor convierte esas señales en impulsos electrónicos que se envían a diferentes partes del nervio auditivo mediante una matriz de electrodos, que proporciona al paciente una “representación” de los sonidos para que pueda aprender y comprender el habla.
La cirugía le permite a Lucas oír por primera vez
Por lo general, los expertos creen que cuanto antes se realice la cirugía, más fácil será superar la “brecha de la escucha” (el tiempo que un paciente no puede oír). Lucas se sometió a cirugía en septiembre de 2015, con solo 11 meses de edad.
“Llegamos al quirófano temprano por la mañana el día de la cirugía”, dice Lisa. “Estábamos nerviosos, inseguros y asustados. Después de aproximadamente una hora y media, un enfermero vino a informarnos de que el primer lado estaba listo y que estaba bien, y eso nos alivió muchísimo”.
Un poco más tarde, la cirugía de Lucas terminó y se consideró un éxito. Lisa lo sostuvo en brazos mientras se iba el efecto de la anestesia y Lucas comió su primera paleta (una roja) cuando se despertó. Esa noche, Lucas estaba de pie y saltando en su cuna, y a la mañana siguiente volvieron a casa.
Unas semanas más tarde, Lucas y su familia regresaron al Callier Center/Children's Health℠ para activar sus implantes. El audiólogo (Shari Kwon, AuD) probó un lado a la vez para evaluar la reacción de Lucas.
“Al principio, nos dimos cuenta de que podía oír, pero no tenía miedo ni curiosidad por los sonidos”, dice Lisa. “Giraba la cabeza hacia el sonido y también se sacó el implante mientras estábamos probando, así que sabíamos que estaba funcionando, pero su reacción era un poco débil”.
La familia regresó a casa con instrucciones de aumentar el programa de los implantes cada pocos días para que Lucas tuviera tiempo de acostumbrarse. Le fue muy bien con cada ajuste y ha sido así desde la cirugía. Trabaja con un terapeuta del habla para seguir ampliando y fortaleciendo su vocabulario en constante expansión, y también mejoró mucho su comprensión del lenguaje gracias a la dedicación de sus padres, que hacen todo lo posible para continuar con los ejercicios de terapia en casa.
“El terapeuta de Lucas nos acaba de informar de que está listo para el alta de la terapia del habla, aunque planeamos continuar sus sesiones durante un poco más de tiempo”, dice Lisa. “El mayor hito que hemos visto en los últimos meses es que Lucas puede mantener una conversación con nosotros y contarnos su día”.
Una familia retribuye para dar apoyo a otros padres
Lisa y Kevin están agradecidos por la atención que Lucas recibió en Children's Health℠ y, desde entonces, se han unido a un consejo asesor de padres que comenzó el año pasado para ayudar a otras familias a atravesar situaciones similares y alentar a los padres a defender a sus hijos.
“De toda esta experiencia, aprendí que todos queremos hacer lo correcto para nuestros hijos”, dice Lisa. “Aunque Lucas puede decidir si quiere formar parte de la comunidad sorda que se comunica mediante la lengua de señas y no utilizar el lenguaje hablado más adelante, optamos por realizarle una cirugía a una edad más temprana para ayudar a garantizar que no se atrasara con la audición, el habla o la escuela, para que tuviera la opción de tomar esa decisión cuando sea mayor. Aun así, independientemente de si una familia decide si esta vía es la mejor para su hijo o no, hay expertos y recursos disponibles para dar apoyo y garantizar que cada niño tenga las mejores oportunidades en la vida”.
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El Programa Pediátrico de Implantes de Cóclea de UT en Children's Health reúne a expertos de UTD Callier, Children's Health y UT Southwestern para ofrecer lo mejor en implantación coclear para niños. Obtenga más información sobre nuestros programas y servicios.
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