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Remitir a un paciente con Manejo del comportamiento para procedimientos odontológicos
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A veces, es posible que un niño que necesita tratamiento dental no sea capaz de cooperar lo suficiente para permitir que el dentista le brinde el tratamiento en el consultorio dental. El dentista quizás determine que el tratamiento se proporcionará de una mejor manera si le administra al niño un sedante oral. O bien, quizás decida lleva al niño al quirófano y usar anestesia general para completar el tratamiento en una sola sesión.
Los niños que requieren estas técnicas avanzadas de manejo del comportamiento pueden ser muy pequeños y no comprender las instrucciones, o pueden tener una afección médica que les impida cooperar.
Nuestro objetivo principal al usar sedación consciente o anestesia general es mantener a su hijo cómodo mientras le brindamos la atención dental específica que necesita. Nuestros dentistas están capacitados en el uso de agentes sedantes de acuerdo con las pautas de sedación establecidas por la American Academy of Pediatric Dentistry. Si un niño requiere anestesia general, esos medicamentos son administrados en la sala de operaciones por un médico capacitado para hacerlo.
La sedación consciente hace referencia al uso de medicamentos para calmar al niño y reducir la ansiedad asociada con la cita odontológica. Es posible que su hijo se sienta bastante somnoliento e incluso que se duerma durante el tratamiento, pero no quedará inconsciente y podrá responder a órdenes simples como “abre los ojos”.
Si se decide que la sedación consciente no sería adecuada para el tratamiento de su hijo, se analizará la opción de tratamiento bajo anestesia general. Cuando se use anestesia general, su hijo estará completamente dormido mientras se realiza el tratamiento dental. Este es el mismo tipo de medicamento que su hijo recibiría si necesitara que le quitaran las amígdalas o le colocaran tubos auditivos.
Los medicamentos sedantes pueden administrarse de varias maneras, entre ellas:
Si su hijo requiere sedación, toda la información relacionada con los riesgos y beneficios se analizará con usted en el momento en que se tome la decisión. También se analizará una serie de instrucciones. Uno de los puntos más importantes de las instrucciones es que su hijo no debe comer ni beber nada después de la medianoche anterior a la cita. Esto es muy importante, ya que los medicamentos pueden causar náuseas. Las náuseas pueden hacer que los niños vomiten, lo que puede interferir con la respiración. La cita será por la mañana para que su hijo no tenga que estar todo el día sin comer ni beber.
Una vez que se administre el medicamento, el efecto sedante tardará entre 30 y 60 minutos. Cuando su hijo reciba el tratamiento, usted podrá acompañarlo y observar mientras se completa el tratamiento. Después de completar los procedimientos, puede llevar a su hijo a casa, pero debe quedarse con él. A medida que desaparecen los efectos del medicamento, puede estar somnoliento, así que permítale dormir, pero asegúrese de que se recueste de costado para mantener las vías respiratorias abiertas.
Como usamos anestesia local para adormecer la boca de su hijo durante el procedimiento, es importante que lo observe atentamente para evitar lesiones en los labios o la cara. Dado que la sensación será inusual, su hijo puede tender a morderse o masticarse los labios, las mejillas o la lengua, o frotarse y rascarse la cara después del tratamiento.
La anestesia general se administra en el quirófano del hospital; y usted deberá permanecer en la sala de espera del hospital durante todo el procedimiento. Cuando se complete el procedimiento, su hijo será llevado a la sala de recuperación, donde el personal de enfermería controlará cuidadosamente la respiración y la frecuencia cardíaca. Los efectos de la anestesia general pueden durar varias horas, por lo que cuando su hijo reciba el alta para irse a casa ese mismo día, es posible que aún tenga sueño. Permítale dormir, pero asegúrese de que se recueste de costado para mantener las vías respiratorias abiertas.
Es posible que le duela la boca y la garganta durante uno o dos días después del procedimiento. Las compresas de hielo y los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno para niños, ayudarán.
La American Academy of Pediatrics, la American Academy of Pediatric Dentistry y la American Dental Association están de acuerdo en que, cuando son administradas por profesionales certificados, la sedación consciente y la anestesia general son seguras para los niños.
El tiempo que tardan los sedantes en desaparecer depende de la dosis que reciba el niño y de cuánto tiempo dure el tratamiento. Dado que la sedación causa somnolencia, es importante que controle a su hijo una vez que esté en casa.
Hacemos todo lo posible para asegurarnos de que esté separado de su hijo durante el menor tiempo posible. Su hijo estará despierto la mayor parte del tiempo cuando lo lleven a la sala de recuperación.