¿Se nace o se hace amable? Es una pregunta que muchos padres se hacen. La verdad es que es un poco de ambos, se nace y se hace amable, y funcionan en conjunto.
Una hormona del cerebro, la oxitocina, puede afectar la amabilidad. Los niveles de oxitocina están relacionados con el apego, la empatía, los comportamientos de vínculos, el amor romántico, la confianza y la generosidad. Sin embargo, como adultos, también desempeñamos un papel importante en la crianza de niños pequeños.
“La forma y el entorno en el que crecen los niños desempeñan un papel clave en la amabilidad”, afirma Eileen Santa-Sosa, Ph. D., ABPP (Junta Estadounidense de Psicología Profesional), psicóloga pediátrica certificada por la junta con Children's Health℠. “Cuando los padres son afectuosos con sus hijos, cuando los tranquilizan cuando se sienten decaídos, cuando proporcionan apoyo interpersonal, amor y compasión, y cuando son modelos de comportamientos prosociales, los niños, a su vez, desarrollan esas habilidades y las comparten con los demás”.
¿Cuáles son los beneficios de la amabilidad?
La amabilidad es una cualidad aspiracional, moral y humana. Pero las investigaciones demuestran que también tiene muchos beneficios, incluido un mayor sentido de pertenencia y una mejor autoestima.
“Criar niños amables tiene muchos beneficios, tanto físicos como mentales”, explica la Dra. Santa-Sosa. “La amabilidad es buena para el corazón. Desarrolla confianza en sí mismo y relaciones y aumenta la felicidad”.
En promedio, los niños amables pueden experimentar:
- Aumento de los niveles de energía.
- Mejor autoestima.
- Mayor optimismo y felicidad.
- Aceptación entre compañeros.
Además de los muchos beneficios para la salud que trae ser amable, la amabilidad puede ayudar a disminuir:
- Depresión
- Dolor
- Estrés
- Ansiedad
- Presión arterial
Cómo criar niños amables
Una de las mejores formas de enseñar amabilidad es modelar ese comportamiento. Hacer algo para alguien que lo necesita, enviar una postal a alguien para simplemente saludarlo o traer los cubos de basura de un vecino, son hechos simples que un niño notará. “La amabilidad es contagiosa. Cuando los niños ven a alguien ser amable, también quieren serlo”, dice la Dra. Santa-Sosa.
Los niños que son amables con los demás comparten varias características comunes, incluidos los atributos de:
- Generosidad: incluida la voluntad de donar tiempo o hacer regalos.
- Pensamiento: pensar en los demás y ser considerado.
- Comportamiento social positivo: forjar conexiones con las personas a través de la ayuda, el intercambio, el voluntariado y la donación.
- Empatía: comprender y reconocer cómo se sienten las personas.
Nunca es demasiado temprano para inculcar estas características sanas y amables en los niños. “Los niños aprenden a medida que crecen, y confían en los instintos y las observaciones para manejarse en su entorno”, dice la Dra. Santa-Sosa. “Los niños quieren hacer felices a las personas y los padres pueden reforzar esos sentimientos”. Por ejemplo, un padre puede guiar a un niño de 2 años que no quiere compartir un juguete diciendo: “compartimos juguetes con los demás y eso hace que jugar sea más divertido”.
Nunca es demasiado tarde para enseñar amabilidad. Aunque el cerebro se desarrolla completamente entre los 24 y los 26 años, aún se puede desarrollar la amabilidad y se debe practicar a lo largo de la vida.
Estos son cinco consejos para que los padres empiecen a criar niños amables.
1. Forjar una conexión con su hijo
Desde el principio, trabaje para formar un vínculo y conecte con su hijo. Puede tratarse de gestos sencillos, como acurrucarse con el niño y darle besos, haciendo tiempo para conectarse. Además, reconozca las necesidades del niño y valide sus sentimientos.
2. Ayudar al niño a desarrollar comportamientos prosociales
Los comportamientos de aceptación, útiles y cooperativos mejoran la interacción social, la relación y la aceptación de un niño entre sus pares. Ayude a su hijo a equilibrar sus propias necesidades con las necesidades de los demás y reconozca sus esfuerzos positivos diciendo: “Fuiste amable y servicial con tu amigo”.
3. Participar en elogios etiquetados
Los padres pueden usar elogios etiquetados, que es un tipo específico de elogio, para decirle a su hijo exactamente lo que le agrada. En lugar de decir: “Estoy orgulloso de ti”, diga: “Estoy orgulloso de que hayas ayudado a tu amigo a encontrar su libro. Fue bueno de tu parte tomarte el tiempo para ayudar”.
4. Modelar comportamientos positivos y amables
Como padre o madre, no solo es importante lo que dice, sino también lo que hace. Usted es un modelo a seguir para su hijo, así que deje que lo vea haciendo algo bueno para otra persona sin ningún beneficio para usted. Permita que el niño le ayude con una buena acción o que se una a usted mientras trabaja como voluntario.
5. Fomentar las conexiones con los demás
Ayude a su hijo a establecer una conexión con otros. Anime a su hijo a ayudar a un maestro o a preguntarle a un anciano cómo se encuentra o a pedirle que comparta su sabiduría y experiencias de vida. Su sabiduría también puede ayudar a dar forma a quiénes somos. Hay muchas oportunidades para que los padres y los niños se involucren en oportunidades de servicio comunitario. Ofrecerse como voluntario con su hijo puede ayudar a construir la base de la amabilidad, el respeto, la comprensión y la paciencia. Las organizaciones locales sin fines de lucro a menudo ofrecen a los adolescentes que tienen la edad suficiente la oportunidad de ofrecerse voluntarios con un grupo de colegas. Estas son grandes oportunidades para que los adolescentes se conecten con personas con ideas afines cercanas a su edad.
Una de las mejores formas de fomentar amabilidad en los niños es modelar el comportamiento. Aprenda más formas de criar a niños amables de un psicólogo @Childrens.
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