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Cómo ayudar a su hijo a controlar el acoso y a desarrollar la autoestima
Una de las lecciones más importantes que los padres pueden enseñarles a sus hijos es a aceptar y ser compasivos con aquellos que se ven diferentes de ellos. Pero también puede ser una de las lecciones más difíciles de enseñar. Celia Heppner, Psy. D., psicóloga de cirugía plástica y craneofacial de Children's Health℠ y profesora adjunta de psiquiatría en UT Southwestern, explica que enseñar a su hijo sobre las diferencias físicas comienza a una edad temprana y continúa durante la infancia y la adolescencia.
Un niño puede notar cuando un compañero de clase, amigo o extraño se ve diferente de sí mismo. Estas diferencias pueden deberse a diversos motivos, entre ellos:
Acné
Diferencias faciales, tanto congénitas (presentes desde el nacimiento) como adquiridas (desarrolladas con el tiempo)
Cambios faciales o corporales debido a los efectos secundarios de un tratamiento médico, como quimioterapia o tratamiento con esteroides a largo plazo
Cicatrices
Diferencias de peso o altura
La Dra. Heppner dice: “Existen muchas diferencias físicas que en realidad no están asociadas con una afección médica, pero que pueden conducir a diferencias de aspecto que pueden hacer que el niño sea vulnerable al acoso o al estigma social”.
Para cuando se gradúan de la escuela secundaria, la Dra. Heppner indica que tres cuartas partes de los niños han sufrido acoso en algún momento de su vida. Desafortunadamente, los niños que tienen una diferencia facial como resultado de una afección craneofacial o cualquier tipo de diferencia de aspecto tienen mayor riesgo de sufrir acoso y aislamiento.
Los niños con una diferencia de apariencia pueden experimentar otras formas de estigma social de otros niños y, a veces, de adultos, que incluyen miradas curiosas o evitación. “Los niños pueden sentirse incómodos interactuando con otras personas que lucen diferentes”, dice la Dra. Heppner. “Pueden darse cuenta de que no hay nada diferente con esa persona en el interior, pero, socialmente, pueden tener dificultades con cosas como hacer preguntas impulsivamente, seguir la corriente de otros compañeros que actúan de forma insensible o preocuparse por decir algo incorrecto y evitar la interacción por completo”.
Como padre, hay medidas adecuadas para la edad de su hijo que usted puede tomar para ayudarlo a aprender a aceptar a otras personas que pueden lucir diferentes. La base de esta enseñanza es demostrar y dar ejemplo de un comportamiento amable e inclusivo siempre que se encuentre con una persona con una diferencia física.
“Es importante que los padres tengan en cuenta que los niños pequeños aún están aprendiendo las reglas sociales y las expectativas sobre cómo interactuar con los demás”, recuerda la Dra. Heppner. “Entonces, es muy común que hagan preguntas directas o que señalen cosas que podrían considerarse groseras o socialmente no apropiadas en un niño mayor o un adulto. Esto suele ocurrir por curiosidad, no por verdadera crueldad”. Si esto sucede, es importante que los padres aprovechen la oportunidad para enseñar y dar el ejemplo a su hijo:
Cómo interactuar amablemente con otras personas con diferencias físicas y evitar mirarlas, señalarlas o excluirlas
Cómo y cuándo es apropiado hacer preguntas sobre las diferencias
Cómo hacer la pregunta y pasar a otra cosa (no bombardear a la persona con preguntas repetidas)
Sentar las bases y fomentar una disposición de aceptación comienza a una edad temprana. Si comienza a tener estas conversaciones con su hijo desde el principio y da el ejemplo de buenos comportamientos, puede ayudar a su hijo a progresar positivamente durante la infancia y la adolescencia y a ver el mundo de forma compasiva.
La Dra. Heppner dice: “Cuando los niños y los padres interactúan con alguien con una diferencia notable, los padres pueden aprovechar esa oportunidad para dar el ejemplo de buenas habilidades sociales, ser amables, inclusivos y aceptar, es decir, las actitudes y comportamientos que les gustaría que sus hijos adoptaran y usaran”. A esta edad, los padres también pueden comenzar a explorar ideas con sus hijos, como la justicia, la empatía y el punto de vista de la otra persona. Y, a medida que el niño crece, los padres pueden hablar sobre las maneras de abordar ciertas situaciones, como ver a un compañero que sufre acoso debido a una diferencia física y hablar sobre cómo su hijo puede ayudar en esas situaciones.
Los padres deben seguir utilizando las oportunidades que se presenten para dar ejemplo de amabilidad. Ponerse en el lugar del otro es una habilidad que continúa desarrollándose durante la adolescencia, por lo que muchos adolescentes aún pueden beneficiarse de hablar sobre cómo sería y cómo se sentirían si estuvieran “en los zapatos de otra persona”. Si a los padres les preocupa que su hijo acose a otros, deben usarlo como una oportunidad para involucrar a un profesional, como un terapeuta o un consejero escolar.
Los padres pueden tener muchas oportunidades para hablar con sus hijos sobre la aceptación y la compasión. Estas conversaciones pueden ser constantes, una conversación a la que se puede volver muchas veces a medida que un niño crece. Los padres deben asegurarse de que sus hijos sean capaces de procesar sus reacciones a personas que son diferentes y proporcionar oportunidades en las que su hijo tendrá más exposición a personas que son diferentes de ellos.
“También es importante que los padres y los niños tengan en cuenta que muchas personas pueden tener diferencias que no son físicamente observables”, dice la Dra. Heppner. “Uno puede inferir muchas cosas observando las apariencias externas, pero muchas personas tienen diferencias o dificultades que no podemos ver por las apariencias físicas. Anime a los niños a pensar en cómo las personas pueden ser diferentes en ese nivel, además de las cosas que podrían tener en común con personas que inicialmente pueden parecer diferentes”.
Para obtener más información, visite Stop Bullying, un excelente recurso para que los padres puedan mantener esta importante conversación con su hijo. La Dra. Heppner también recomienda los siguientes libros sobre el tema:
Para niños más pequeños:
Para niños de escuela primaria y media:
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