Teléfonos móviles y niños: ¿cuál es la edad adecuada?

Cómo saber cuándo su hijo está listo para un teléfono y formas de fomentar el uso responsable


Los teléfonos móviles y los inteligentes, que alguna vez se consideraron dispositivos de alta tecnología e incluso exclusivos, ahora se consideran herramientas de comunicación imprescindibles. Un recorrido por una escuela demuestra que los teléfonos celulares se han vuelto tan comunes en las manos de los niños como en las de los adultos.

Para los padres, “la seguridad es lo primero” es a menudo el mantra que impulsa la decisión de hacer que los niños tengan un teléfono. Saber que su hijo puede mantenerse en contacto en cualquier momento y en cualquier lugar les brinda toda la comodidad. Pero los padres también pueden tener preocupaciones sobre los problemas que pueden surgir con los teléfonos móviles: adicción al teléfono, problemas de sueño, preocupaciones de privacidad y ciberacoso encabezan la lista. Entonces, ¿cómo puede determinar cuándo su hijo está listo para un teléfono?

La edad adecuada para que un niño tenga un teléfono

Una recomendación que está tomando impulso es “esperar hasta octavo grado”, una campaña que insta a los padres a que eviten darle un teléfono a los niños hasta el octavo grado. Según Nicholas J. Westers, Psy. D., ABPP (Junta Estadounidense de Psicología Profesional), psicólogo clínico de Children's Health℠ y profesor adjunto de UT Southwestern, esa es una gran recomendación, pero no debería ser una regla inflexible y estricta.

“La edad no debería impulsar su decisión”, explica el Dr. Westers. “En última instancia, depende de la madurez y del nivel de responsabilidad del niño. ¿Es su hijo lo suficientemente responsable como para encargarse de un teléfono? ¿Podrá usarlo de forma adecuada, interactuar con amigos y publicar en las redes sociales?”.

Si no está seguro de si su hijo es lo suficientemente maduro, el Dr. Westers sugiere empezar con un teléfono plegable o un teléfono más básico sin datos que le permitan al niño ponerse en contacto cuando sea necesario. 

“Esto les da a los niños la oportunidad de demostrar que pueden usarlo de manera responsable y no perderlo”, dice. Sin embargo, es razonable esperar un poco de resistencia de su hijo, porque un teléfono básico puede hacerle sentir diferente de sus compañeros que ya podrían tener uno inteligente. “Si decide comenzar con un teléfono más básico como un teléfono plegable, establezca un plazo razonable, como un mes, para que demuestren responsabilidad”, sugiere el Dr. Westers.

Guiar el uso responsable de los teléfonos celulares

Independientemente de la edad que decida que sea la mejor para su hijo, es importante ser proactivo a la hora de hablar sobre las reglas de su familia en torno al teléfono. Establecer límites, como guardarlos en la cena, en clase y a la hora de acostarse, por ejemplo, ayuda a crear buenos hábitos o “salud digital”. El Dr. Westers añade que también debe tener claras las consecuencias de no cumplir las reglas.

“Establecer que tener un teléfono móvil es un privilegio y que usted, como padre, tiene derecho a quitárselo si se infringen las normas”, recomienda el Dr. Westers. “Puede ser útil establecer con antelación un plazo definido pero razonable sobre cuánto tiempo perderán ese privilegio”.  

Al igual que todas las herramientas de comunicación, un teléfono puede causar grandes problemas si se utiliza de forma irresponsable, por lo que también debe establecer expectativas sobre una buena forma de uso de lo digital. No suponga que su hijo conoce los derechos e irregularidades de comunicarse a través de mensajes de texto y redes sociales. Tenga conversaciones sinceras sobre no compartir información personal con extraños y usar un lenguaje amable, por ejemplo.

El Dr. Westers dice que esas conversaciones también deberían profundizar en el control del uso del teléfono móvil.

“Es posible que los padres quieran comprobar periódicamente qué hay en el teléfono y a qué ha estado accediendo su hijo”, dice. “Pero sea proactivo y hable de ello con su hijo de antemano”.

Sin embargo, advierte a los padres que pongan un límite cuando se trata de rastrear el teléfono de su hijo. “El seguimiento del teléfono da problemas de confianza y privacidad”, dice el Dr. Westers. “La confianza es recíproca en las relaciones”.

El Dr. Westers dice que la mejor manera en que los padres pueden enseñar a los niños a usar sus teléfonos de manera responsable es mostrándoles.

“Dé el ejemplo del comportamiento que quiere ver de ellos”, sugiere. “Asegúrese de que lo que dice en un mensaje de texto o una publicación es algo que le diría a alguien cara a cara”.  

¿Cuánto tiempo de teléfono es demasiado?

Los teléfonos celulares tienen muchos beneficios, pero también pueden convertirse en un hábito malo que consume mucho tiempo. La adicción al teléfono tiene señales de alerta en común: el niño comienza a ignorar las reglas de la familia sobre el teléfono, lo usa de manera irresponsable, como enviar mensajes de texto y conducir, o está constantemente encendido o controlándolo.

“Es importante que utilice las consecuencias que ha establecido”, dice el Dr. Westers. “Aplicar un descanso obligatorio en las redes sociales también puede reducir un ciclo de uso excesivo y mostrarles cuánto tiempo pasaban en los sitios”.

Dice que los padres también pueden ser presas de malos hábitos telefónicos.

“Si surgen problemas con el teléfono, observe cómo está usando usted el teléfono. ¿Es usted un mal ejemplo? ¿Revisa continuamente el teléfono o le presta atención en lugar de a las personas con las que está?”, pregunta el Dr. Westers. “Sea un ejemplo de uso responsable del teléfono”.

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