Aidan encuentra respuestas y atención para la diabetes tipo 1 en el Children's Health

Después de meses de dolor de estómago y síntomas inusuales, a Aidan lo sorprendieron con un diagnóstico de diabetes tipo 1


En el verano de 2018, Aidan, de 10 años de edad, comenzó a sentir dolor de estómago con regularidad. Después de varias semanas, su tía Makaila estaba preocupada porque los síntomas empeoraban. Después de una tarde particularmente difícil, lo llevó a la sala de urgencias en Texarkana en busca de respuestas.

Pero, lamentablemente, no parecía haber una respuesta evidente. “Los médicos asumieron que era un virus y nos dijeron que tenía que seguir su curso antes de enviarnos a casa”, explica Makaila.

A lo largo de la semana que siguió, los síntomas de Aidan empeoraron y, llegó un momento en que le causaban tanto dolor, que no podía levantarse de la cama para ir a la escuela. Makaila lo llevó nuevamente al hospital, pero los médicos le volvieron a diagnosticar un virus estomacal y los enviaron a casa.

“En ese momento, me sentía frustrada”, cuenta Makaila. “Ya tuve un virus estomacal y me daba cuenta de que se trataba de otra cosa”.

A medida que transcurrían los días, Aidan seguía sufriendo dolor de estómago; a veces se caía al piso de lo intenso que era.

Un diagnóstico sorpresivo lleva a una familia a Children's Health℠

En septiembre, Makaila llevó a Aidan al hospital por tercera vez, desesperada por entender qué podría estar causando tantas molestias. Durante la visita, el análisis de sangre de Aidan determinó que su recuento de glóbulos blancos era elevado. Una TC sugirió que tenía un prolapso estomacal que causaba una obstrucción en el intestino delgado, y los médicos supusieron que esa era la causa del dolor. Por su estado, Aidan necesitaría una cirugía para reparar esta afección, pero tendría que ir a otro lugar para el procedimiento.

El médico de Aidan lo derivó a Children's Health℠, así que esa noche, Makaila, Aidan y sus tres hermanas hicieron el viaje de tres horas al Centro médico Children’s de Dallas, donde un equipo de atención lo estaba esperando en el departamento de urgencias.

“Cuando llegamos, tenían una habitación lista para nosotros, pero trasladaron a Aidan a una sala de trauma por la gravedad de su caso”, explica Makaila.

El abuelo de Aidan se reunió con la familia en Dallas y permaneció junto a su cama mientras las enfermeras le daban líquidos y los médicos trabajaban para evaluar su afección. Sin embargo, en el transcurso de 30 minutos, en lugar de empezar a prepararlo para la cirugía como los médicos de Texarkana habían predicho, Aidan recibió un diagnóstico de diabetes tipo 1.

“Estaba impactada”, dice Makaila. “Sin dudas, no era lo que esperábamos”.

Trasladaron a Aidan inmediatamente a la UCI (unidad de cuidados intensivos) porque presentaba CAD (cetoacidosis diabética), una afección en la que el ácido se acumula en la sangre de una persona debido a que sus niveles de azúcar en sangre se mantienen muy altos durante demasiado tiempo. En la UCI, Aidan y su familia conocieron a la Dra. Abha Choudhary, endocrinóloga pediátrica de Children's Health℠ y profesora adjunta de UT Southwestern. La Dra. Choudhary le colocó a Aidan un goteo continuo de insulina para intentar regular sus niveles de azúcar en sangre durante las siguientes 24 horas.

“Los niveles altos de glucosa y cetonas en sangre pueden causar dolores estomacales graves en los pacientes, lo que a menudo puede provocar un diagnóstico erróneo inicial, como el que Aidan recibió en el hospital de Texarkana”, explica la Dra. Choudhary. “Pero gracias a la atención especializada que podemos proporcionar en Children's Health℠, nuestro equipo pudo evaluar rápidamente sus síntomas y comenzar el tratamiento lo más rápido posible”.

Aidan encuentra apoyo y se prepara para un camino de por vida

Una vez que Aidan se estabilizó, lo trasladaron a la unidad de Endocrinología, donde Makaila dice que comenzó el siguiente paso de su camino de por vida con la diabetes tipo 1.

“Nos reunimos con muchas personas (la Dra. Choudhary, un nutricionista, un educador sobre diabetes) para aprender a contar carbohidratos, administrar insulina a Aidan y saber qué signos hay que tener en cuenta cuando el azúcar en sangre puede estar alta o baja”, cuenta Makaila. “Había mucho que aprender, pero el equipo nos recordó que tomáramos notas, hiciéramos preguntas y aprendiéramos todo lo que pudiéramos”.

Durante los días que siguieron, la Dra. Choudhary y el equipo de Endocrinología supervisaron de cerca a Aidan mientras él y su familia administraban la insulina y comprobaban sus niveles de azúcar en sangre por sí mismos.

“Durante una de mis reuniones con Aidan en el hospital, me preguntó por cuánto tiempo necesitaría recibir las inyecciones de insulina”, dice la Dra. Choudhary. “Le dije que tendría que continuar con ellas hasta que se encuentre una cura. A lo que respondió: ‘¿Puede llamarme cuando eso suceda?’”.

Aidan recibió el alta del hospital después de una semana y volvió a casa, listo para iniciar su nueva normalidad.

En casa, al principio, Aidan enfrentó desafíos a la hora de adaptarse al nuevo e intenso escrutinio de su dieta, y tuvo dificultades para reconocer la importancia de controlar lo que comía.

“Fue frustrante y difícil para él entender las limitaciones sobre lo que podía comer o las restricciones de horarios sobre cuándo podía comer algo”, dice Makaila.

Sin embargo, con el tiempo, Makaila dice que se ha vuelto más fácil. Aidan y su familia siguen controlando el azúcar en sangre y la dieta como aprendieron en el hospital, y realizaron los ajustes necesarios en su límite de carbohidratos por comida con la orientación de la Dra. Choudhary. Sus hermanas más jóvenes también desempeñan una función en su atención: a menudo, se ofrecen como voluntarias para buscar la información nutricional de un alimento en particular cuando es necesario.

Hoy en día, Aidan es un joven activo que controla sus niveles de azúcar en sangre varias veces al día y se inyecta insulina antes de cada comida y en el momento de acostarse. Makaila dice que están agradecidos por los recursos disponibles en Children's Health℠ y por los grupos de apoyo en línea donde las familias suelen compartir consejos y palabras de aliento.

“Sentía que llamábamos al equipo de diabetes todo el tiempo, especialmente el primer mes después del diagnóstico de Aidan”, cuenta Makaila. “Es reconfortante saber que están ahí si los necesitamos, y es bueno saber que no estamos solos”.

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Children's Health cuenta con uno de los programas de diabetes infantil más grandes del país, y fue el primero en recibir la Certificación de atención de enfermedad específica por la diabetes del Comité conjunto. Descubra cómo nuestros expertos pueden ayudar a diagnosticar y tratar la diabetes en niños de todas las edades.

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