Glaucoma pediátrico

El glaucoma ocurre cuando se acumula líquido en la parte frontal del ojo de un niño, lo que puede dañar el nervio óptico y provocar problemas de visión.

¿Qué es el glaucoma pediátrico?

El glaucoma pediátrico es una enfermedad ocular que hace que se acumule líquido en la parte frontal del ojo de un niño, lo que daña el nervio óptico. A medida que el líquido continúa acumulándose, la presión aumenta en el ojo y daña el nervio óptico. Este daño puede provocar problemas de visión periférica (lateral) y ceguera. El glaucoma infantil es poco frecuente.

¿Cuáles son los diferentes tipos de glaucoma pediátrico?

Existen dos tipos principales de glaucoma en niños:

Glaucoma de ángulo abierto

El glaucoma de ángulo abierto ocurre cuando el ojo de un niño no drena el líquido correctamente, y el líquido adicional genera presión ocular. Esta presión se acumula y puede dañar el nervio óptico. El glaucoma de ángulo abierto primario es el tipo más frecuente de glaucoma. Por lo general, es indoloro.

Glaucoma de ángulo cerrado

El glaucoma de ángulo cerrado se produce cuando el iris de un niño (la parte de color del ojo) está demasiado cerca de su ángulo de drenaje (donde el líquido drena desde la parte frontal del ojo), y el iris puede obstruir completamente el drenaje de líquido. Esto hace que la presión ocular aumente muy rápidamente, lo que puede convertirse en una emergencia médica que causa ceguera.

¿Cuáles son los signos y síntomas del glaucoma pediátrico?

Los síntomas del glaucoma pueden variar según si es congénito (presente al nacer), infantil (se desarrolla entre las edades de 1 mes y 2 años) o juvenil (se desarrolla cuando un niño tiene 3 años o más).

Los síntomas del glaucoma congénito/infantil incluyen:

  • Córnea opaca (superficie frontal del ojo que normalmente es transparente)
  • Iris (parte del ojo de color) opaco
  • Sensibilidad a la luz
  • Lagrimeo

Síntomas del glaucoma juvenil

Con el glaucoma juvenil, generalmente no hay síntomas evidentes al principio. A medida que la afección continúa, los niños pueden desarrollar puntos ciegos en su visión lateral a medida que aumenta la presión ocular.

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