Carmen siempre ha sido una emprendedora. Cuando era pequeña, practicaba karate y le encantaba estar al aire libre. Disfrutaba del arte y las películas, y participaba en numerosas actividades escolares y comunitarias.
Sin embargo, en 2016, la tragedia golpeó a la familia de Carmen cuando su padre falleció inesperadamente. Al mirar atrás, Carmen dice que este evento marcó el comienzo de una lucha con su salud mental.
“Me perdí un montón de clases porque pasaban muchas cosas en mi familia”, dice Carmen. “Nos mudamos a una nueva ciudad y estaba intentando adaptarme a una nueva escuela. Las cosas empezaron a empeorar durante el transcurso del año siguiente”.
Es un verdadero honor trabajar con niños y adolescentes increíbles como Carmen y verlos prosperar a medida que se recuperan de sus trastornos alimentarios.
Carmen encuentra ayuda para un trastorno alimentario
Carmen comenzó a hacer ejercicio e intentar tomar decisiones alimentarias más saludables, ambos nuevos hábitos comenzaron con las mejores intenciones. Pero con el tiempo, se volvió más restrictiva con su dieta y cada vez más compulsiva con el ejercicio. Su madre, Diana, se lo comentó a Carmen, pero le aseguró a su madre que tenía las cosas bajo control.
Durante su primer año de secundaria, un profesor preocupado notó los cambios en la salud física de Carmen y alertó al enfermero de la escuela. Cuando la enfermera no pudo detectar un latido cardíaco fuerte durante un control de bienestar, llamó a la madre de Carmen, que inmediatamente la llevó a la sala de urgencias del Children's Medical Center Plano. Carmen fue ingresada al día siguiente en el Centro de trastornos de la alimentación infantiles en Children's Health℠.
Durante las próximas semanas, Carmen trabajó con Andrew McGarrahan, Ph. D., psicólogo pediátrico en Children's Health, o el Dr. Andy, como Carmen lo llama. Carmen aprendió más sobre su trastorno alimentario y desarrolló un plan con su equipo de atención que le permitió superarlo. Se cambió a la escuela a distancia para poder centrarse en mejorar su salud general.
“Trabajar con pacientes con trastornos de la alimentación requiere un equipo multidisciplinario de profesionales de diversas disciplinas para proporcionar tratamiento y dar apoyo centrados en la familia”, dice el Dr. McGarrahan. “Es un verdadero honor trabajar con niños y adolescentes increíbles como Carmen y verlos prosperar a medida que se recuperan de sus trastornos alimentarios”.
Después de un gran esfuerzo y compromiso, Carmen se graduó del programa de hospitalización en Children's Health. Continuó su recuperación a través de un programa residencial y se mudó por un tiempo a Carolina del Norte para estar con su abuela, donde continuó haciéndose más fuerte cada día.
Apoyar a otros adolescentes que tienen problemas de salud mental
En 2020, Carmen volvió a Texas. Mientras se adaptaba a su estilo de vida más saludable en casa, empezó a notar un tema común entre sus compañeros: Muchos tenían sentimientos de ansiedad y aislamiento debido a la pandemia de COVID-19.
Carmen, que anteriormente asumía que estaba sola en dificultades con la salud mental, dice que en ese momento decidió hacer algo al respecto.
“En el tratamiento, ves tu lucha como algo aislado y algo que no le pasa a todo el mundo”, dice Carmen. “Pero cuando vi a más amigos publicando en las redes sociales sobre las dificultades a las que se enfrentaban, comprendí cuántos más necesitaban un sistema de apoyo como yo”.
Casi dos años después de superar su trastorno alimentario, Carmen trabajó con uno de sus maestros para crear un nuevo club, Mental Matters, en su escuela secundaria. El grupo se centra en compartir recursos para dar apoyo a la salud mental de los estudiantes y desestigmatizar las enfermedades mentales. También trabajan en proyectos de servicio, incluido un esfuerzo coordinado para crear más de 900 pulseras de amistad para pacientes en la clínica de trastornos alimentarios de Children's Health para recordar a los pacientes que no están solos.
“Gracias a Carmen y a sus compañeros de clase, ya hemos pasado docenas de pulseras y notas de apoyo a los pacientes y algunos al personal”, dice el Dr. McGarrahan. “Cuando los pacientes eligen una pulsera, les contamos la historia de un antiguo paciente con un trastorno alimentario que luchó para recuperarse y luego utilizó su fuerza, amabilidad y empatía para impactar a los pacientes durante años”.
Carmen dice que los comentarios sobre Mental Matters han sido abrumadoramente positivos y ha reiterado la necesidad de dar apoyo a la salud mental de los estudiantes. Aunque el viaje de cada miembro puede parecer diferente, saber que ella y sus compañeros de clase no están solos en sus luchas ha hecho que el año escolar sea un poco mejor para todos.
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