A menudo, los niños o adultos ven noticias, programas de televisión o películas sobre salud mental que pueden contribuir a un estigma negativo o asociado a las enfermedades mentales o dar una imagen imprecisa sobre la salud mental.
En realidad, uno de cada cinco niños experimentará algún tipo de problema de salud mental, y superar el estigma y las percepciones falsas es clave para ayudar a los niños a recibir el apoyo que necesitan. Nicholas J. Westers, Psy. D., ABPP (Junta Estadounidense de Psicología Profesional), psicólogo clínico de Children's Health℠ y profesor adjunto de UT Southwestern, aclara algunos mitos comunes relacionados con la salud mental en niños y adolescentes.
¿La tristeza o la depresión son un signo de debilidad?
Mostrar signos de tristeza o depresión a menudo se malinterpreta como un signo de debilidad o algo de lo que hay que avergonzarse, especialmente entre los varones jóvenes. Del mismo modo, muchas personas creen erróneamente que buscar tratamiento, como orientación o terapia, es un signo de debilidad. “Por el contrario”, dice el Dr. Westers, “ir a ver a un terapeuta o psicólogo es como ir a ver al médico de medicina primaria. Es algo normal y saludable”.
Los niños a menudo basan sus propias suposiciones sobre la salud mental en las suposiciones de sus padres. Los padres pueden ayudar a desestigmatizar el tratamiento y la terapia de salud mental utilizando términos normalizadores sobre la experiencia. Como ejemplo, el Dr. Westers sugiere: “Al igual que los padres describen a un dentista como un médico para los dientes, o a un optometrista como un médico para los ojos, los padres pueden describir a un psicólogo como un médico para los sentimientos”.
Usted debe reconocer que, incluso si su hijo no le habla sobre sus emociones, eso no significa que no las experimente. Puede dar el ejemplo de comportamientos saludables hablando con su hijo sobre sus propias emociones y lo que hace para sentirse mejor. Si su hijo muestra signos de depresión, hable con él sobre lo que siente y por qué se siente de esa manera. Muchas veces el niño no sabrá por qué siente lo que siente, y eso está bien; no tiene por qué haber un motivo identificable. Explique que está bien sentirse triste y estresado, y que no debería sentirse avergonzado de pedir ayuda.
“Una postura empática y validadora de parte de un padre podría ser la diferencia entre que un niño sufra solo o busque ayuda si experimenta depresión ahora o en el futuro”, dice el Dr. Westers.
¿Qué es una emoción normal frente a los signos de un trastorno de salud mental?
A veces, puede ser difícil diferenciar entre tristeza y depresión, o cambios de humor y afecciones como el trastorno bipolar. “Mientras trabajamos para desestigmatizar la salud mental, muchas personas comienzan a malinterpretar la tristeza por depresión y viceversa”, dice el Dr. Westers.
Todos nos ponemos tristes de vez en cuando (a veces a diario), especialmente en respuesta a noticias decepcionantes. Sin embargo, cuando la tristeza se vuelve tan abrumadora que comienza a interferir con el sueño, la alimentación, la vida social, los estudios y las actividades divertidas, o dura un par de semanas o más, se convierte en depresión. Del mismo modo, todos tenemos cambios de humor de vez en cuando, y algunas personas sienten ciertas emociones más intensas que otras. Sin embargo, cuando esos cambios de estado de ánimo provocan períodos bien diferenciados en los que una persona tiene un estado de ánimo eufórico, una menor necesidad de dormir, hipersexualidad, asume riesgos poco saludables o muestra un comportamiento irracional, piensa que es mejor que los demás o tiene pensamientos acelerados, entonces puede tener trastorno bipolar.
Si tiene preguntas sobre qué es una variación normal de las emociones en comparación con un trastorno de salud mental, el Dr. Westers recomienda a las familias que consulten a un profesional de la salud.
¿Hablar con alguien sobre la muerte y el suicidio pondrá la idea en su cabeza?
Cuando los padres se preocupan por que su hijo pueda estar considerando suicidarse, también pueden preocuparse de que preguntarle si tiene pensamientos suicidas le ponga la idea en la cabeza o lo vuelva más suicida. Por el contrario, el Dr. Westers asegura que muchas personas que han estado pensando en suicidarse se sienten aliviadas al hablar de ello, y las investigaciones sugieren que preguntar sobre el tema puede hacer que sea menos probable que lo consideren como posibilidad.
Si su hijo ha expresado pensamientos sobre la muerte o el suicidio, o le preocupa que pueda estar pensando en el suicidio, debe hablar con él sobre lo que siente, validar esos sentimientos y ofrecerle ayuda y apoyo.
¿Se puede culpar a las enfermedades mentales por el comportamiento violento?
Cuando se producen actos violentos, es común que las personas mencionen la salud mental como una forma de despejar cualquier incógnita. Sin embargo, es incorrecto suponer que todas las personas con un diagnóstico de salud mental son peligrosas o que solo las personas con trastornos mentales cometen tales actos.
“Hay muchos factores que contribuyen al riesgo de comportamientos violentos, y la salud mental solo a veces es un componente”, explica el Dr. Westers. “En cualquier caso, las personas con diagnósticos de salud mental tienen un riesgo mucho mayor de dañarse a sí mismas que a los demás. Con un diagnóstico y tratamiento adecuados, estas afecciones se pueden controlar”.
El Dr. Westers señala que un historial de agresión, como la violencia doméstica, es un factor de pronóstico más preciso del comportamiento violento que la salud mental. Hable con su hijo sobre la relación entre las enfermedades mentales y la violencia para ayudar a corregir cualquier percepción errónea que pueda tener.
Comuníquese con su hijo
Una de las mejores maneras de promover la salud mental de su hijo es comunicarse con él con frecuencia. Busque oportunidades diarias para hablar sobre salud mental, ya sea a partir de las noticias, de un programa de televisión o simplemente preguntándole cómo le fue hoy en la escuela. “Este puede ser un buen momento para hablar con su hijo y preguntarle si él o sus amigos están experimentando tristeza, depresión o ansiedad”, recomienda el Dr. Westers. “Pregunte qué les preocupa y escuche lo que tienen para decir”.
Permitir que su hijo hable mientras usted simplemente escucha sin dar consejos no solicitados puede ayudarlo a procesar las emociones de una manera saludable. Irónicamente, a veces la verdadera solución es tan solo escuchar en lugar de querer arreglarlo todo. “Escuchar es a menudo la ‘solución’ cuando no hay soluciones”, dice el Dr. Westers. La depresión, la ansiedad y otros trastornos de salud mental son afecciones tratables que no deben impedir que un niño viva una vida saludable y feliz.
Obtener más información
Obtenga más información sobre los servicios para trastornos del estado de ánimo de Children's Health, como la depresión en niños y adolescentes.
Además, la línea nacional de prevención del suicidio (988) está disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, por teléfono o mensaje de texto. También encontrará información útil en el Centro de recursos para la prevención del suicidio y SAVE (Suicide Awareness Voices of Education).
También puede tener acceso a atención y apoyo emocional desde la comodidad de su hogar con los servicios de salud conductual a través de Visita Virtual. Con una cita de atención de salud conductual, puede hablar con un psiquiatra certificado o terapeuta con licencia mediante tecnología de video. Más información sobre los servicios de salud conductual a través de Visita Virtual.
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