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Siete consejos de salud mental para el regreso a clases

Un psicólogo clínico de Children's Health comparte siete consejos de salud mental para el comienzo del año escolar

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Cinco niños con mochilas caminando por la acera Cinco niños con mochilas caminando por la acera

El comienzo de un nuevo año escolar puede ser emocionante, pero también puede hacer que su hijo se sienta ansioso, especialmente si el año pasado fue difícil o si está ingresando a una nueva escuela.

Nicholas J. Westers, Psy.D., ABPP, psicólogo clínico en Children's Health℠ y profesor asociado en UT Southwestern, comparte algunos conocimientos sobre cómo abordar las primeras semanas de escuela. Siga leyendo para conocer siete maneras de ayudar a los niños y adolescentes a comenzar bien el año escolar y desarrollar hábitos que fomenten una salud mental sólida.

1. Anime a los niños a definir sus valores y objetivos

El comienzo del año es un buen momento para que los niños y adolescentes se concentren en quién quieren ser y en cuáles son sus convicciones. Esto puede ayudarles a tomar buenas decisiones y a mantener una salud mental sólida.

“Las metas están orientadas al futuro. Así que, si quieres obtener solo calificaciones de A, eso es genial, pero no es algo que puedas hacer hoy”, dice el Dr. Westers. “Lo que puedes hacer hoy es vivir tus valores para alcanzar tus objetivos. Si tu objetivo es obtener buenas calificaciones, trabajar duro es un valor que puedes poner en práctica para lograr ese objetivo. Si tu objetivo es hacer amigos, la amabilidad podría ser un buen valor para apoyar eso.”

Dedicar algo de tiempo a que los niños y adolescentes se centren en sus valores y objetivos a principios de año puede ayudarles a centrarse en la persona que desean ser y fomentar una salud mental sólida.

2. Piense en este año como un nuevo comienzo

Un nuevo año escolar es una oportunidad para empezar de nuevo. Los niños pueden cambiar mucho durante el verano. Nuevas experiencias, amigos o incluso un crecimiento acelerado pueden cambiar la perspectiva de su hijo. Anime a su hijo a ver un nuevo año como una oportunidad para aprender y crecer, y trabaje para cambiar cualquier comportamiento que no le haya funcionado bien el año pasado. Sus objetivos y valores pueden guiarlo en la creación de un nuevo comienzo. Por ejemplo:

  • Si su hijo se quejó el año pasado, anímelo a encontrar lo bueno en las situaciones este año. También puede ayudarle a elaborar un plan de acción para las cosas de las que se queja. Si se queja de un profesor o de un tema, trate de comprender sus frustraciones y lo que puede hacer al respecto. Tal vez no entienda el material de la clase, por lo que podría intentar hacer más preguntas. Anímelo a pensar en las clases y los maestros que le agradan, no solo en los que le causan frustración.
  • Si tomaron malas decisiones el año pasado, podrían trabajar para usar mejor el juicio. El Dr. Westers recomienda probar el método “Detenerse, relajarse y pensar”, también llamado SRT (por sus siglas en inglés).

“Antes de tomar una decisión, animamos a los niños a detenerse, respirar hondo y pensar en su próxima acción. ¿Merece la pena? ¿Qué es lo peor y lo mejor que podría suceder? ¿Qué tipo de persona quiere ser? ¿Esta opción se alinea con sus valores?”, dice el Dr. Westers.

3. Fomentar amistades significativas

Las amistades positivas y con apoyo emocional son importantes para la salud mental de su hijo. Si su hijo quiere hacer nuevos amigos este año, anímele a empezar de pequeño: Saluda al menos a una persona cada día, hazle un cumplido a otro compañero de clase o pregúntale por sus intereses.

“Hacer nuevos amigos a menudo requiere que al menos una persona salga de su zona de confort”, dice el Dr. Westers.

Construir amistades significativas también significa ser un buen amigo de quienes te rodean.

“Sé el amigo que quieres tener”, dice el Dr. Westers. “Eso puede significar ser amable, mostrarte interesado si ves a alguien que necesita algo, animar a la gente. Si otros niños tratan mal a otra persona de clase, intenta ser amable con esa persona en lugar de unirte a los niños que son malos.”

También es importante recordar que cuando se trata de los amigos, la calidad suele ser más importante que la cantidad.

“Merece la pena recordarles a los niños que a menudo tener solo un par de amigos cercanos puede ser más importante y gratificante que muchos amigos de nivel superficial”, dice el Dr. Westers.

4. Aprender de los contratiempos

Aprender de los contratiempos y desarrollar resiliencia (la capacidad de tolerar y recuperarse de las dificultades) es una excelente manera de fomentar la salud mental de su hijo. El Dr. Westers anima a los niños y adolescentes a hacer esto replanteando los desafíos como oportunidades de aprendizaje. Por ejemplo:

  • Si obtiene una calificación deficiente en una prueba, úselo como una oportunidad de aprendizaje. ¿Qué salió mal y cómo puede aprender de eso la próxima vez? ¿Puede tomar los comentarios del profesor y utilizarlos para mejorar la siguiente tarea?
  • Si le dijo algo malo a un compañero de clase, aunque haya sido sin querer, debe reconocer que ha herido sus sentimientos. Puede pedir perdón y usarlo como un momento de aprendizaje para intentar no decir cosas hirientes en el futuro.
  • Si no fue seleccionado para una actividad en la que quería participar (por ejemplo, si no logró entrar al equipo deportivo o no consiguió un papel en la obra teatral escolar) anímelo a pedir comentarios y preguntar cómo puede mejorar. También podrían aprovechar esta oportunidad para probar un deporte diferente o unirse a otra actividad.

5. Recuerde que las calificaciones son importantes, y también es importante lograr un equilibrio

Muchos niños y adolescentes se sienten nerviosos y ansiosos por obtener buenas calificaciones. El Dr. Westers recomienda gestionar esa preocupación programando un tiempo de preocupación ocasional de 10-15 minutos y, a continuación, seguir adelante.

“De esa manera, esos sentimientos de ansiedad no controlan el resto de su semana ni afectan negativamente sus calificaciones”, dice el Dr. Westers.

El Dr. Westers también anima a los niños y adolescentes a recordar que las calificaciones son importantes, pero también lo son las actividades e intereses fuera del aula.

“La mayoría de los empleadores y universidades no solo están interesados en tu GPA (promedio de calificaciones), sino que también quieren saber si tienes una vida fuera de los estudios”, dice el Dr. Westers. “Un estudiante con un GPA imperfecto que también se ofrece como voluntario en la comunidad muestra logros equilibrados”.

6. Recuérdele a su hijo que usted es su mayor aliado

Muchos de los niños más exitosos y emocionalmente sanos de la escuela saben que sus padres pueden ser su mejor aliado. El Dr. Westers compartió el ejemplo de cuando se invita a los adolescentes a una fiesta de comienzo de año escolar en la que podrían verse presionados a ir en contra de sus valores, pero no quieren rechazar la invitación y sonar aburridos o prejuiciosos.

“Lo más probable es que tus padres estén dispuestos a echarse la culpa, y puedes decir algo como ‘Lo siento, mis padres ya tienen algo planeado para nosotros esta noche y no me dejarán ir’”, dice el Dr. Westers.

Los padres también pueden alentar a sus hijos y adolescentes a compartir cómo se sienten y hacerles saber que a veces está bien sentirse tristes o nerviosos. Asegúrese de que sepan que usted está siempre disponible, que no están solos, y que quiere ser su mayor apoyo y ayudarlos cuando lo necesiten.

7. Sepa cuándo buscar ayuda profesional

Todos los niños y adolescentes experimentan tristeza y preocupaciones de vez en cuando. Pero algunos padres pueden preguntarse si su hijo está pasando por altibajos típicos o si está lidiando con un problema mayor. El Dr. Westers dice que, si su hijo muestra los siguientes signos o síntomas, puede ser el momento de consultar a un pediatra o a un profesional de la salud mental:

  • Comportamiento notablemente diferente de manera constante. Pueden tener arrebatos de enojo o parecer mucho más silenciosos y reservados que de costumbre.
  • Problemas de sueño. Es normal que los niños y adolescentes estén algo nerviosos durante los primeros días de escuela, y no es inusual que les cueste un poco dormir. Pero si siguen sin dormir bien durante varias semanas, esto puede ser un signo de un problema mayor.
  • Evitar la escuela. El niño no quiere ir a la escuela o parece asustado o angustiado por la escuela.

“No es inusual que los niños y adolescentes sientan ansiedad relacionada con las interacciones sociales durante las primeras semanas de escuela. ¿Conocerán a alguien en la escuela? ¿Sus amigos están en sus clases? ¿Con quién se sentarán en el almuerzo?” dice el Dr. Westers. “Después de que se adapten a su nuevo horario, muchos niños sienten un poco de ansiedad en torno a las calificaciones y el rendimiento académico. Pero si su hijo sigue mostrando estos signos y parece que todavía tiene dificultades tras varias semanas en la escuela, puede que merezca la pena consultar a un profesional de la salud mental.”

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Children's Health está aquí para ayudarlo mientras el niño se prepara para un nuevo año en la escuela. Lea más consejos para hacer de este año escolar un año saludable y feliz.

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