Poco después de que Andrew comenzó a gatear en 2015, dejó de usar sus brazos y piernas. Sus padres, Lisa y Thomas, no se preocuparon mucho, pero lo llevaron al consultorio de su pediatra para un control, por si acaso. Después de examinar a Andrew, su pediatra no pudo determinar qué estaba mal. Sugirió que Lisa y Thomas llevaran a Andrew a la sala de urgencias para descartar cualquier problema grave.
La familia se dirigió al Centro médico Children’s de Dallas, donde recibieron una noticia impactante: Andrew tenía un tumor del tamaño de un pomelo en la parte inferior de la columna vertebral.
Atención inmediata para un diagnóstico sorprendente
Poco después, le diagnosticaron neuroblastoma en etapa 3 y lo ingresaron al Centro Pauline Allen Gill para el cáncer y los trastornos sanguíneos del Children's Health℠. Allí, él y su familia conocieron a la Dra. Tamra Slone, oncóloga pediátrica de Children's Health℠ y profesora adjunta de UT Southwestern, quien explicó la urgencia del plan de tratamiento de Andrew.
“Dado que el tamaño y la ubicación del tumor ya estaban afectando su movilidad, la Dra. Slone quería comenzar el tratamiento de inmediato”, dice Thomas.
Andrew comenzó un régimen de quimioterapia de tres días antes de volver a casa. Durante los meses siguientes, Andrew se sometió a tres rondas más de tratamiento antes de que su cáncer se declarara en remisión, solo tres días antes de su primer cumpleaños.
Apoyo continuo para prosperar como sobreviviente
Andrew comenzó fisioterapia y terapia ocupacional durante los meses siguientes para recuperar su movilidad y aprender a comer nuevamente. Durante los dos años que siguieron, la Dra. Slone controló de cerca su progreso, y Andrew se sometió a exploraciones periódicas para verificar que el tamaño del tumor no hubiera aumentado.
En 2018, Andrew pasó al programa ACE (After the Cancer Experience), el primer y mayor programa de sobrevivientes al cáncer infantil del norte de Texas. El programa ACE reconoce que muchos sobrevivientes de cáncer infantil, como Andrew, pueden correr riesgo de tener problemas médicos únicos o efectos secundarios derivados del cáncer o de su tratamiento. Afortunadamente, Andrew no ha presentado ningún síntoma preocupante, pero el programa ACE proporciona un plan personalizado para la atención de seguimiento a largo plazo y un acceso rápido a atención experta si surge un problema.
“La última exploración de Andrew confirmó que, aunque el tumor todavía está ahí, su tamaño ya no es un problema, y puede ser simplemente tejido cicatricial”, explica Thomas. “En este momento, nadie se daría cuenta que tuvo problemas médicos en los primeros años de su vida”.
Próximamente, Andrew cumplirá 5 años, y, hoy en día, su objetivo es construir cosas, montar en bicicleta, ayudar a cuidar a sus dos hermanas más pequeñas y aprender varios idiomas en la escuela y en casa. Lisa y Thomas se sienten agradecidos y esperanzados por su futuro.
“Cuando pensamos en la época en la que Andrew estaba enfermo, sin dudas, nos damos cuenta de que fue difícil”, expresa Thomas. “Pero tuvimos mucho apoyo y la fe de nuestro lado, así que nos sentimos muy bendecidos”.
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El programa ACE (After the Cancer Experience) de Children's Health es el primer y más grande programa para sobrevivientes de cáncer en el norte de Texas, que conecta la atención médica desde la infancia hasta la vida adulta dentro de un sistema médico centralizado. Obtenga más información sobre nuestros servicios y programas oncológicos integrales.
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