Desde las mariposas en el estómago hasta cuando “se nos revuelven las tripas”, el intestino y el cerebro están estrechamente conectados. Sin embargo, a veces, esa relación puede ser incómoda. El estrés y la ansiedad pueden causar problemas gastrointestinales (GI) significativos, especialmente en los niños.
“Muchas personas tienen síntomas gastrointestinales si se estresan mucho, pero algunas, como los niños, tienen un umbral más bajo para esa sensibilidad física”, dice la Dra. Stevie Puckett-Perez, psicóloga pediátrica del programa de gastroenterología de Children's Health℠ y profesora adjunta de UT Southwestern.
Esto significa que puede ser común que un niño se queje de dolor de estómago o tenga problemas gastrointestinales antes de un evento relevante, como el primer día de escuela o una prueba importante. Aunque la mayoría de los dolores de estómago no son peligrosos, pueden afectar el día del niño y generarle preocupación. Es importante reconocer que el estrés y la ansiedad pueden adquirir relevancia, y conocer las maneras de ayudar al niño a sentirse mejor.
¿Cómo pueden afectar al estómago las emociones como el estrés o la ansiedad?
El estrés y la ansiedad se encuentran entre los principales desencadenantes de la mayoría de los problemas gastrointestinales, especialmente en los niños. El motivo, dice la Dra. Puckett-Perez, es que los neurotransmisores que controlan nuestro estado de ánimo son los mismos que controlan el dolor y la digestión.
La ubicación de los neurotransmisores en el intestino es otra razón por la que existe una conexión entre los problemas intestinales y el estado de ánimo. La mayor parte de la serotonina del cuerpo, el neurotransmisor que controla el estado de ánimo, está en el intestino.
La mayoría de las personas tienen algún síntoma gastrointestinal funcional en algún momento de la vida. Los niños tienden a ser mucho más sensibles a ellos.
“Es importante recordar que este dolor no es producto de la imaginación del niño”, dice la Dra. Puckett-Perez. “Estos son síntomas reales y legítimos, y es posible que su hijo necesite apoyo adicional para abordarlos”.
¿Cómo puede saber si un dolor de estómago es causado por el estrés?
Es difícil identificar las causas principales del dolor abdominal, el estreñimiento, la diarrea, la indigestión y las náuseas en los niños. Este desafío es un problema particular para los niños pequeños a los que podría resultarles difícil comunicar lo que les sucede. Los padres pueden buscar otros signos de estrés, lo que podría ayudar a indicar si los problemas gastrointestinales del niño están relacionados con sus emociones.
Los cambios en el sueño, el apetito o las habilidades de desarrollo podrían ser indicadores de que el niño está sufriendo estrés. La dependencia o la reversión a cambios anteriores en el desarrollo también podrían indicar estrés para los niños pequeños.
También puede evaluar el entorno del niño. ¿Cambió de escuela recientemente? ¿Tiene una prueba importante próximamente? ¿Cambió su rutina? Cualquiera de estos cambios, que pueden parecer grandes y difíciles de procesar para el niño, pueden provocar estrés.
¿Cuáles son desencadenantes frecuentes de problemas gastrointestinales en los niños?
En la mayoría de los adultos, el nivel de estrés debe ser muy alto para tener síntomas gastrointestinales. En los niños, los cambios de humor menores pueden causar este tipo de problemas. Incluso sucesos como un cumpleaños o recibir un teléfono nuevo pueden provocar cambios gastrointestinales que causan síntomas.
“Estos desencadenantes no siempre son negativos, ya que el vientre no diferencia entre estrés bueno y estrés malo”, dice la Dra. Puckett-Perez. “Situaciones como conocer a un nuevo amigo o empezar la escuela también pueden desencadenar estos problemas”.
Los médicos suelen ver un aumento en los trastornos gastrointestinales funcionales en ciertas épocas del año, como el inicio de la escuela, las pruebas STAAR y la semana de los finales.
¿Cómo puedo ayudar al niño a controlar el estrés y los síntomas gastrointestinales?
Si la causa del dolor abdominal del niño es estrés, puede trabajar para eliminar los factores estresantes que son fáciles de cambiar. Por ejemplo, considere cómo establecer rutinas matutinas o antes de acostarse, para que los niños siempre sepan qué esperar durante esos períodos. Si el niño tiene malestar estomacal ocasional antes de un evento estresante o emocionante, como una prueba o el inicio de un nuevo año escolar, intente tranquilizarlo compartiendo consejos alentadores.
Para cuestiones que no pueden cambiarse fácilmente, como la escuela, puede ayudar a su hijo enseñándole habilidades de afrontamiento, lo que incluye darle un conjunto de actividades que puede usar como respuesta al dolor:
- Abordar el cronograma diario, los hábitos o las rutinas
- Controlar síntomas como alergias alimentarias o estreñimiento
- Practicar la respiración abdominal
- Procesar las preocupaciones
- Tomarse descansos cortos
- Utilizar una almohadilla térmica o una unidad de TENS (neuroestimulación eléctrica transcutánea)
- Hacer actividades de relajación muscular
También puede hablar con la escuela del niño para informarle que presenta estas afecciones. De esa manera, la escuela puede trabajar con usted para realizar adecuaciones, y los niños pueden saber que tienen una vía de escape si empiezan a sentirse mal. Las adecuaciones pueden incluir:
- Un lugar para estirarse
- Poder llevar una botella de agua o una almohadilla térmica al aula
- Permisos libres para ir al baño
- Permisos para ver al enfermero para recostarse
Cuando se trata de la escuela, si bien salir del aula durante unos minutos puede generar interrupciones, es mejor que perderse un día completo.
¿Cuándo debería mi hijo consultar a un médico por el dolor de estómago?
Si su hijo presenta síntomas gastrointestinales nuevos que no ha evaluado ningún médico, es mejor que consulte a uno para asegurarse de que no haya causas físicas subyacentes. También es importante que consulte a un médico si el dolor es persistente o altera la capacidad funcional del niño, o si no responde a los remedios que le resultaron eficaces en ocasiones anteriores.
El pediatra puede ayudar a determinar la causa del dolor de estómago. Si el médico considera que el estrés es la causa principal, el pediatra, gastroenterólogo o psicólogo del niño puede ayudarlo a establecer un plan con los pasos que puede seguir si el niño siente dolor.
“Es importante recordar que ninguno de estos síntomas es intencional o falso”, indica la Dra. Puckett-Perez. “El niño no intenta evitar la escuela o las actividades. Tiene síntomas abdominales provocados por estar en entornos estresantes”.
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