Cuando Casey habla sobre la cardiopatía que padece, es fácil olvidarse de que es solo una adolescente. Con valentía, desenvoltura y conocimiento, nos cuenta que nació con una anomalía cardíaca y cómo ahora, 15 años después, está agradecida por haber recibido un trasplante de corazón. La mamá de Casey, Bethany, siempre supo que un trasplante sería la “solución” definitiva para la afección que tenía su hija, pero simplemente nunca imaginó que se daría de esta manera.
Superar un comienzo desafiante
Cuando Bethany estaba embarazada de Casey, descubrió que su hija tenía síndrome del corazón izquierdo hipoplásico (SCIH), una cardiopatía congénita poco frecuente en la que el lado izquierdo del corazón no se forma correctamente. Como muchos pacientes con SCIH, Casey se sometió a una serie de tres cirugías a corazón abierto en sus primeros años de vida. Aunque la situación fue, desde ya, aterradora, las cirugías de Casey fueron exitosas y después disfrutó de una infancia relativamente sana.
Cada seis meses, Casey visitaba al cardiólogo para un chequeo de rutina. Año tras año, nada cambiaba. “De hecho”, dice Bethany, “en nuestra última visita, el cardiólogo dijo que Casey se veía tan bien que incluso podíamos pasar un año completo antes de volver”.
Desafortunadamente, dos meses después de esa cita, la situación cambió rápidamente.
De un ataque cardíaco a un trasplante de corazón
A primera hora de un sábado de septiembre de 2017, Casey se levantó de la cama y sintió un dolor insoportable en el pecho. “Sentí que alguien había dejado caer una pesa de 50 libras sobre mi pecho”, describe Casey.
Su padre la llevó a la sala de urgencias local, donde le hicieron pruebas y determinaron que debía haberse distendido un músculo del esternón. Fue dada de alta ese mismo día. Preocupados por si tal vez su hija estuviera experimentando algo más grave, los padres de Casey la vigilaban de cerca. Dos semanas después, terminó en el hospital con dos coágulos de sangre en la aorta.
Casey permaneció en el hospital durante dos semanas, pero no mejoraba como todos esperaban. El cardiólogo la remitió al Centro para el corazón de Children's Health℠ para iniciar la conversación sobre la posibilidad de recibir un trasplante. Allí, el equipo descubrió que el corazón de Casey estaba en una situación más grave de lo que habían pensado. Una IRM reveló que Casey en realidad había sufrido un ataque cardíaco y que estaba teniendo complicaciones persistentes.
“Cuando nos dijeron que tenían respuestas, sentí escalofríos”, recuerda Bethany. “Obviamente, habríamos preferido escuchar buenas noticias, pero tener respuestas y una expectativa realista de dónde podemos ir desde aquí puede ser tranquilizador”.
El siguiente paso para Casey era un trasplante de corazón, algo que la familia siempre había sabido que era una posibilidad, pero para lo que era difícil prepararse. “Hace un año, nunca habría pensado que estaríamos aquí ahora”, dice Bethany. “Con lo saludable que había sido siempre Casey, honestamente pensamos que tendríamos más tiempo”.
Gran esperanza y planes para el futuro
El 1 de marzo de 2018, Casey recibió un nuevo corazón. La cirugía fue larga, pero Casey se está recuperando bien y, como siempre, se mantiene optimista.
“Me gusta tener una perspectiva positiva de la vida”, dice. “Aunque estoy pasando por esto, sé que podría ser mucho peor. Puedes tener un corazón enfermo, pero siempre puedes mantener una buena actitud y elegir mirar la vida de forma positiva”.
La actitud esperanzadora de Casey causa impresión en todos los que conoce, incluido el equipo de Children's Health.
Parte de mantenerse optimista depende de un sistema de apoyo sólido. “Tengo una gran familia, y los médicos y enfermeros aquí son geniales”, dice Casey. Los estudiantes de la escuela de Casey recientemente organizaron un día de “Wear Red for Casey” (Usar ropa roja por Casey). “Me sentí muy honrada”, dice. “Fue genial tener ese tipo de apoyo”.
Casey espera con ansias volver a la escuela. Tiene una larga lista de cosas que quiere hacer allí, desde crear un club de arte hasta unirse a un equipo de fútbol o danza. Principalmente, espera tener la libertad de hacer lo normal que no siempre pensó que podría hacer.
“Va a estar mejor que nunca”, dice Bethany. “Ni siquiera imagina cómo se va a sentir al no cansarse después de correr. Espero que simplemente prospere y que viva una vida plena, usando sus experiencias para ayudarla a amar aún más la vida. Espero que pueda hacer todo lo que quiera con pasión y con todo el coraje que ya ha demostrado”.
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El Centro para el corazón de Children's Health celebra 30 años transformando vidas a través de los trasplantes de corazón. El equipo de cardiólogos pediátricos y subespecialistas, reconocido a nivel nacional, trata todo el espectro de problemas cardíacos, con un compromiso con la excelencia. Obtenga más información sobre nuestros tratamientos y servicios.
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