Algunos adultos tal vez recuerden la amigdalectomía (extirpación quirúrgica de las amígdalas) como un rito de paso en la infancia. Aunque la amigdalectomía sigue siendo uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentes en los niños, se realiza con menos frecuencia que en el pasado.
La Dra. Amy Coffey, otorrinolaringóloga pediátrica de Children's Health℠ y profesora adjunta de UT Southwestern, habla regularmente con los padres sobre si su hijo necesita que le extirpen las amígdalas y cuándo.
Aquí, responde preguntas frecuentes de los padres, que incluyen cuándo debe realizarse una amigdalectomía y qué pueden esperar ellos y su hijo antes, durante y después de la cirugía.
¿Cuándo se deben extirpar las amígdalas de un niño?
Los dos signos más frecuentes de que un niño necesita que le extirpen las amígdalas son las infecciones recurrentes por faringitis estreptocócica o los trastornos respiratorios obstructivos del sueño.
- Infecciones recurrentes por faringitis estreptocócica: si su hijo ha tenido siete infecciones por faringitis estreptocócica en un año, cinco infecciones por año durante dos años consecutivos o tres infecciones por año durante tres años o más, es probable que el pediatra lo remita a un cirujano otorrinolaringólogo para su evaluación.
- oSDB (trastorno respiratorio obstructivo del sueño): también conocido como apnea del sueño obstructiva, el oSDB es más que ronquidos fuertes. Puede hacer que un niño deje de respirar y comience a respirar varias veces durante la noche y provocar problemas de salud graves, como aumento de peso, hipertensión pulmonar, problemas de conducta y problemas para prestar atención.
Los motivos menos frecuentes por los que un niño puede necesitar una amigdalectomía incluyen:
- Absceso periamigdalino: complicación de una infección por estreptococos no tratada que hace que se forme una bolsa llena de pus cerca de una amígdala. Es más probable que reaparezca a menos que se extirpen las amígdalas.
- Disfagia: dificultad para tragar debido al gran tamaño de las amígdalas
Los motivos por los que su hijo no necesita que le extirpen las amígdalas incluyen el mal aliento y las amígdalas grandes o hinchadas.
“Las amígdalas grandes en un niño por sí solas no son una indicación de que se necesite una amigdalectomía”, advierte la Dra. Coffey. “Aunque es un procedimiento muy seguro, la extirpación de las amígdalas sigue siendo una cirugía. Los beneficios deben superar los riesgos del procedimiento. El tamaño no necesariamente afecta la salud de su hijo”.
¿A qué edad puede someterse un niño a una amigdalectomía?
Un niño de cualquier edad puede someterse a una amigdalectomía si las indicaciones son graves. Sin embargo, los cirujanos generalmente esperan hasta que los niños tengan 3 años para extirpar las amígdalas, porque el riesgo de deshidratación y hemorragia es mayor entre los niños pequeños.
¿Es segura una amigdalectomía?
La amigdalectomía generalmente se considera un procedimiento seguro. Al igual que con cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos asociados. Los riesgos más frecuentes incluyen hemorragia y deshidratación.
¿Cuánta hemorragia es normal después de una amigdalectomía?
La hemorragia es más frecuente en las 24 horas posteriores a la cirugía y en los primeros 5 a 14 días, cuando las costras se desprenden después de la cirugía. La mayoría de las veces, los niños y los padres ni siquiera se dan cuenta de que hay sangrado. Puede irritar la garganta y el estómago y hacer que los niños vomiten, que es cuando los padres generalmente se dan cuenta de que hay sangrado.
“La hemorragia puede ser aterradora, pero no dura mucho”, explica la Dra. Coffey. “Sin embargo, requiere atención médica para asegurarse de que no haya complicaciones de la cirugía. Si su hijo tiene hemorragia intensa (sangrado que no se detiene), llame al 911. De lo contrario, llame al cirujano de su hijo para determinar si debe controlarlo”.
¿Cómo puedo animar a mi hijo a beber después de una amigdalectomía?
Los niños pueden tener miedo de beber después de la cirugía debido al dolor de garganta. Es importante que beban regularmente para mantenerse hidratados, lo que puede ayudar al proceso de curación.
La Dra. Coffey comparte varias cosas que deben y no deben hacer los padres para ayudar a estimular la ingesta de líquidos después de la cirugía:
- Configurar un temporizador una o dos veces por hora los primeros días después de la cirugía para que los padres y los niños recuerden tomar algunos sorbos
- Ofrecer paletas heladas
- Ofrecer agua o jugo 100 % natural
- Si el niño se niega a beber, administrar pequeñas cantidades de agua por medio de una jeringa, como si fuese un medicamento
- No ofrecer bebidas espesas, como batidos, a menos que use una cuchara
- No usar pajitas ni vasos dispensadores, ya que la succión puede irritar la garganta
¿Cómo puedo ayudar a aliviar el dolor de mi hijo después de una amigdalectomía?
El dolor de garganta es el efecto secundario más frecuente de una amigdalectomía. La ingesta regular de líquidos puede ayudar a aliviar el dolor de garganta, además de mantener a los niños hidratados después de la cirugía.
Los analgésicos de venta libre también son eficaces para aliviar el dolor después de la extirpación de las amígdalas. Puede alternar paracetamol (como Tylenol) y un antiinflamatorio no esteroide (como ibuprofeno) para ayudar a controlar el dolor. Asegúrese de seguir las indicaciones de administración del cirujano o enfermero, incluidas la cantidad y la frecuencia.
“A menudo recomiendo a los padres que despierten a los niños la primera noche o las dos primeras noches después de la cirugía para aliviar el dolor”, sugiere la Dra. Coffey.
¿Cuánto tiempo tarda la recuperación después de una amigdalectomía?
Generalmente, la mayoría de los niños vuelve a la normalidad unos 10 días después de una amigdalectomía.
“Los primeros dos o tres días son muy intensos. Ahí es cuando su hijo necesita más atención”, dice la Dra. Coffey. “Haga que beba abundante líquido y limite las actividades esos primeros días”.
Su hijo debe evitar los deportes de contacto o la actividad física intensa durante dos semanas después de la cirugía debido al riesgo de sangrado.
Los niños pueden regresar a la escuela una vez que la garganta está completamente curada, lo que puede tardar entre 10 días y dos semanas. El cirujano puede ayudarlo a determinar el cronograma adecuado para su hijo y su familia.
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