En 2011, Valerie sostuvo a un bebé de 4 meses de edad cubierto de tubos y cables en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), con la esperanza de poder ser la madre del pequeño que necesitaba de alguien que lo cuidara con urgencia.
“Fue amor a primera vista”, dice Valerie. “Pensé que mi corazón iba a explotar con este amor tan intenso. Había un bebé que no tenía a nadie, y yo tenía amor para darle”.
Empezar el camino hacia la adopción
El viaje de Valerie y Scott hacia la adopción comenzó mucho antes del día en que sostuvieron al bebé en el hospital. Los dos hermanos de Valerie nacieron con distrofia muscular, y Valerie es portadora de la enfermedad, lo que significa que podría transmitirla a su bebé. Después de casarse con Scott, decidieron que querían adoptar, pero no de inmediato. La pareja se mudó de Plano a Miami en 2006, y dos años después comenzaron la búsqueda de una agencia de adopción.
“Evaluamos las agencias nacionales e internacionales para conocer todas las opciones”, dice Valerie.
Un par de años más tarde, nació su hijo en Haití, un lugar muy querido por ellos porque Scott había estado allí en viajes de misión. Uno de los amigos de Valerie conocía a un neurocirujano que había organizado uno de los hospitales de campaña de emergencia en Haití después del terremoto de 2010. Un año más tarde, establecieron una ubicación más permanente en las afueras de Puerto Príncipe, que se convirtió en el refugio que salvó la vida de su bebé.
La lucha por sobrevivir
Alguien dejó al bebé de 4 meses en la tienda, con la esperanza de que tuviera una oportunidad de vivir. Sin embargo, el diagnóstico fue desalentador. El bebé presentaba un retraso del crecimiento, pesaba solo 7 libras, tenía un orificio en el corazón y labio leporino. No creían que sobreviviera la noche.
Contra todos los pronósticos, a la mañana siguiente, el bebé seguía vivo milagrosamente. El hospital de Haití no estaba equipado para realizar la cirugía necesaria. Después de un tiempo analizando los detalles, un médico firmó como su tutor para llevarlo a Miami para que recibiera tratamiento. Habían intentado volar con otros 6 bebés para que recibieran tratamientos similares fuera de Haití, pero todos habían fallecido en el traslado. Este bebé sufrió dos crisis en el camino, pero logró llegar, y le realizaron una cirugía cardíaca. Cuando se estaba recuperando en el hospital, un médico que conocía el deseo de Valerie y Scott de adoptar se puso en contacto con la amiga de Valerie y le preguntó si podían ser los tutores de este bebé durante su recuperación.
Un vínculo instantáneo
De camino a la UCI (unidad de cuidados intensivos) cardíaca, Valerie recuerda pensar que quería apostar todo y amar a este bebé, pero sintió la necesidad de proteger su corazón porque, anteriormente, varias oportunidades de adopción habían fracasado. Después de escuchar la historia del pequeño bebé y saber que lo que más necesitaba para superar sus desafíos era amor, la pareja supo lo que tenía que suceder.
“Scott dijo que debía tratarlo como si fuera nuestro, necesitaba nuestro amor”, dice Valerie.
Valerie había trabajado como técnica radióloga en un hospital, así que cuenta que todos los tubos y cables no le molestaron en absoluto. De hecho, lo único en lo que podía centrarse era en el intenso amor que sentía en ese momento. Supieron de inmediato que querían que fuera suyo para siempre.
Estaba muy enfermo después de la cirugía y necesitaba tiempo para recuperarse antes de la reparación del labio leporino, así que esperaron una semana antes de volver al quirófano. Valerie dice que se quedó en el hospital “como lo haría cualquier madre por su hijo”.
Durante la estadía en el hospital, Scott se dio cuenta de que el bebé Luc, como lo llamaban, seguía a Valerie con la mirada por toda la habitación.
“Nos vinculamos de inmediato”, expresa Valerie.
Después de buscar a sus padres biológicos, Valerie y Scott se dieron cuenta de que este bebé sería su hijo.
“No sabemos quién lo dejó en la carpa ese día, ni conocíamos sus antecedentes médicos”, cuenta Valerie. “Dadas las condiciones en Haití, probablemente nació en una tienda, y es un milagro que alguien lo amara lo suficiente como para buscar atención médica”.
Un par de días después de la reparación del labio, Valerie y Scott se llevaron a Luc a casa y avanzaron con la adopción.
Atención que cambia la vida en Children's Health℠
Dos años más tarde, la pareja volvió a Plano. La reparación del labio de Luc no cicatrizaba correctamente y le quedaba piel en el labio superior cubriendo los dientes delanteros. Como los hermanos de Valerie se habían tratado en Children's Health℠, ella sabía que era un excelente lugar para acudir y programó una cita en el Centro Fogelson de cirugía plástica y craneofacial de Children's Health℠.
Luc tenía una cicatriz muy marcada debajo de la nariz, donde hay un hoyuelo sobre el labio superior. Se reparó el labio mediante una cirugía y ahora puede cumplir su función correctamente.
Después de una cirugía de tres horas, Luc pasó de una dieta restringida de alimentos blandos y líquidos a comer cualquier cosa.
“El resultado después de la cirugía fue increíble”, dice Valerie. “Nos impactó. Desde el principio, le habíamos pedido a Dios que nos enviara cirujanos expertos para ayudar con la atención y recuperación de Luc. ¡No hay duda de que Dios respondió a esas oraciones!”
“Es el niño más dulce que hay”
Valerie dice que la salud de Luc ha sido como un rompecabezas, ya que descubren otras afecciones, como debilidad en el lado izquierdo de su cuerpo, pérdida de audición significativa y retrasos en el habla. Pero, a pesar de todo, Luc es feliz y resiliente. Le encanta la escuela y está prosperando en primer grado.
“Luc ha enfrentado tantas situaciones”, dice Valerie. “Para él, nadie es un extraño, y hace amigos dondequiera que vaya. Es el niño más dulce que hay”.
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El Centro Fogelson de Cirugía Plástica y Craneofacial del Children's Health brinda diagnósticos y tratamientos para niños de cualquier edad con alguna necesidad de reconstrucción. Obtenga más información sobre nuestros programas y servicios.
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