Cuando el bebé está muy cansado, pero de todas maneras no puede conciliar el sueño, es posible que llore o se resista a dormir durante horas. Puede ser increíblemente preocupante y frustrante para un padre.
Lamentablemente, resistirse a dormir es una parte normal de la vida del recién nacido y del bebé, especialmente durante las regresiones del sueño. La Academia Estadounidense de Pediatría indica que los bebés no desarrollan un ciclo de sueño regular hasta los 6 meses de edad. También es importante recordar que cada bebé es diferente. Algunos bebés pueden dormir mejor que otros. Sin embargo, hay maneras de ayudar al bebé a dormirse con mayor facilidad.
¿Por qué mi bebé tiene problemas para dormir?
Para ayudar a que el bebé se duerma, debe averiguar qué lo mantiene despierto. Stefanie Rogers, MOT (magíster en Terapia ocupacional), OTR (terapeuta ocupacional registrada), terapeuta ocupacional de Children's Health℠, recomienda que los padres revisen estos siete posibles problemas que podrían estar despertando a su bebé.
1. El bebé puede tener calor o frío
Es posible que los bebés no puedan dormirse si tienen calor o frío. La temperatura recomendada para la habitación de un bebé es entre 68 y 72 °F. Asegúrese de que el bebé no tenga demasiada o poca ropa. Una buena regla general es vestir al bebé con no más de una capa adicional de ropa que la que usa usted. Si el clima es muy cálido, una sola capa de ropa debería estar bien.
Recuerde que los bebés no deben dormir con una manta o almohada, ya que son riesgos de asfixia. Si siente que hace el suficiente frío como para que su hijo necesite una manta, use una bolsa para dormir o una manta portátil.
2. El bebé puede tener hambre
El estómago vacío puede mantener a los bebés despiertos después de acostarse. Alimentarse a la hora de acostarse puede ayudar a los bebés a dormir con más facilidad.
Los recién nacidos a menudo necesitan comer cada 2 o 3 horas, incluso por la noche. Hasta que recuperan su peso después del nacimiento, deberá despertarlos cada 2 o 3 horas para alimentarse. Después de recuperar el peso, solo tiene que alimentarlos cuando se despierten.
Los bebés crecen rápido, pero tienen el estómago muy pequeño. Por eso, la mayoría de los bebés necesitan comer a mitad de la noche hasta los 4 a 6 meses. Si su hijo necesita comer a mitad de la noche, ayúdelo a volver a dormirse después de alimentarse manteniendo la habitación oscura o con luz tenue, y evite estimularlo demasiado durante la alimentación.
Pregúntele al pediatra si está bien que su hijo deje de comer por la noche. Su hijo estará listo para dormir sin comer según su crecimiento y según cuánto coma durante el día.
3. Su bebé tiene el pañal sucio
Los pañales húmedos son incómodos para el bebé. Verifique que el pañal esté limpio y seco antes de acostar al bebé. Si su hijo está durmiendo, no es necesario despertarlo para cambiarle el pañal.
Si despierta con el pañal sucio o húmedo, mantenga la luz de la habitación lo más tenue posible mientras lo cambia. Intente mantenerlo abrigado y evite demasiada estimulación, para que le resulte fácil quedarse dormido.
4. El bebé no tiene una rutina para la hora de acostarse
Los bebés necesitan rutinas. Repetir las mismas acciones todas las noches puede ayudar al cerebro del bebé a identificar cuándo es el momento de dormir. Por ejemplo, puede bañar al bebé, ponerle el pijama y alimentarlo antes de dormir. También puede leerle o cantarle al bebé antes de la hora de acostarse.
5. Su bebé no puede conciliar el sueño solo
Los recién nacidos a menudo necesitan ser mecidos para dormir o succionar un chupete o el pecho para calmarse y dormir. Pero cuando tienen entre 4 y 6 meses, pueden empezar a tranquilizarse ellos mismos para dormir. Lamentablemente, los bebés que están acostumbrados a quedarse dormidos en brazos pueden tener problemas para dormirse solos en la cuna.
Los bebés deben aprender a dormirse solos. Para ayudar a su bebé a aprender a dormirse, colóquelo en la cuna cuando tenga sueño pero aún esté despierto. Empezará a dormirse por sí solo más rápidamente a medida que se habitúe a esta rutina.
Aunque es tentador dormir o compartir la cama con un bebé que no se duerme, la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda enfáticamente no hacerlo. Dormir en una cama para adultos, con o sin un adulto, es peligroso para los bebés. Siempre debe dormir al bebé boca arriba, sobre una superficie plana y firme, en su propio espacio. Esto significa un moisés, una cuna o un corralito. Debe seguir otras pautas de sueño seguro, incluso si el bebé tiene dificultades para dormir.
6. Es posible que su bebé necesite un momento para tranquilizarse
A veces, los bebés se despiertan y están molestos por la noche sin ningún motivo en particular. Está bien esperar unos minutos antes de responder para ver si el bebé puede quedarse dormido solo.
Los bebés también pueden hacer mucho ruido, incluso mientras duermen. Es común que los bebés lloren, gruñan o incluso griten mientras están dormidos. Darles un momento para tranquilizarse puede ayudarle a evitar despertarlos accidentalmente cuando aún están durmiendo.
7. Es posible que su bebé necesite un mejor entorno para dormir
Los bebés, al igual que los adultos, necesitan un buen entorno para dormir. Un buen entorno para dormir es tranquilo, oscuro y fresco. No debe usar más que una luz nocturna tenue en la habitación de su hijo. El bebé debe dormir en una habitación silenciosa o en una habitación con ruido blanco y monótono, como un ventilador o una máquina de sonido, que no sea más fuerte que el sonido de una ducha.
Si ha comprobado todos los problemas anteriores, pero el bebé sigue teniendo problemas para dormir, consulte al pediatra de su hijo. El bebé podría estar experimentando problemas que lo mantienen despierto, como reflujo ácido.
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