Ablación por radiofrecuencia pediátrica

La ablación por radiofrecuencia pediátrica es un tratamiento para latidos cardíacos irregulares (arritmias) que tiene una eficacia superior al 90 %. Children's Health℠ proporciona esta y otras formas de atención especializada para las arritmias en nuestra Clínica de Electrofisiología Pediátrica. Este es el único programa de electrofisiología en el norte de Texas que se especializa en el tratamiento de niños.

¿Qué es la ablación por radiofrecuencia pediátrica?

La ablación por radiofrecuencia es un proceso en el que se queman pequeñas áreas de tejido anormal dentro del cuerpo. Esto mata las células e impide el funcionamiento anormal del tejido.

Hacemos esto para tratar algunas arritmias. Las arritmias son causadas por señales eléctricas defectuosas en el corazón. Al quemar el punto donde comienza la señal defectuosa, podemos evitar la arritmia.

Primero, insertamos pequeños cables con sensores, conocidos como catéteres, en la pierna y los guiamos a través de los vasos sanguíneos hacia el corazón. Obtenemos una imagen precisa de la actividad eléctrica del corazón que nos muestra la ubicación exacta del problema. Luego usamos un catéter especial para quemar y matar las células allí. El resultado es que la arritmia no puede comenzar, y el resto del corazón puede funcionar normalmente.

¿Cuáles son los beneficios de la ablación por radiofrecuencia pediátrica?

Las arritmias que implican una frecuencia cardíaca rápida (llamada taquicardia) pueden ser incómodas o angustiantes y pueden interferir en los deportes o las actividades. En algunos casos, incluso pueden ser potencialmente mortales.

La ablación por radiofrecuencia suele ser una cura para estas arritmias. Se dirige a la fuente exacta de la arritmia y evita que ocurra. Esto permite que los niños crezcan y jueguen con seguridad y confianza.

¿Cuáles son los efectos secundarios de la ablación por radiofrecuencia pediátrica?

Los efectos secundarios son menores. Los niños pueden sentir dolor o presentar moretones en las piernas donde insertamos los catéteres. Generalmente, el dolor desaparece en uno o dos días.

¿Cuáles son los riesgos de la ablación por radiofrecuencia pediátrica?

Los riesgos son muy bajos para este procedimiento. Es posible que el procedimiento pueda dañar los vasos sanguíneos entre la pierna y el corazón o generar una infección. También existe una pequeña posibilidad de que una parte sana del corazón se lesione durante el procedimiento, lo que puede alterar la actividad eléctrica y el ritmo normales. El riesgo de esto es inferior al 1 %.

¿Cuáles son los indicadores de resultados de Children's Health en relación con la ablación por radiofrecuencia pediátrica?

Nueve de cada 10 pacientes no presentan signos de arritmia después del procedimiento. En casos poco frecuentes, los síntomas reaparecen después de un tiempo. Esto significa que parte del tejido responsable de la arritmia solo se lesionó temporalmente. Pero la mayoría de los pacientes se curan, y la arritmia no reaparece.

Qué esperar con una ablación por radiofrecuencia pediátrica

La cita de su hijo llevará la mayor parte del día. El procedimiento dura alrededor de cuatro horas, seguido de cuatro horas de reposo en la clínica. Después de eso, la mayoría de los niños vuelven a casa.

Qué esperar antes de una ablación por radiofrecuencia pediátrica

Por lo general, programamos citas por la mañana. Después de llegar, su hijo se reunirá con el equipo e insertaremos una vía intravenosa. Se le administrará un sedante suave para ayudarlo a relajarse antes del procedimiento.

Qué esperar durante una ablación por radiofrecuencia pediátrica

Su hijo estará bajo anestesia general. Insertamos los sensores y medimos el corazón. Luego insertamos la herramienta y quemamos el área defectuosa. Después, probamos el corazón para ver si la arritmia reaparece. Una vez que confirmamos que hemos eliminado la causa, finalizamos el procedimiento.

Qué esperar después de una ablación por radiofrecuencia pediátrica

Su hijo permanecerá quieto durante cuatro horas. Esto permite que las piernas y los vasos sanguíneos se relajen y se recuperen. El niño puede sentarse un poco y leer o mirar televisión. Puede comer y beber si se siente cómodo.

Le recomendamos que haga reposo la primera noche y al día siguiente. Tras el segundo día completo después del procedimiento, puede reanudar la mayoría de las actividades normales. Sin embargo, debe evitar los deportes y el ejercicio durante algunos días más.

¿Cómo preparo a mi hijo para la ablación por radiofrecuencia pediátrica?

Su hijo no debe comer ni beber nada durante 12 horas antes del procedimiento. Esta es una recomendación estándar cada vez que usamos anestesia general, porque evita que los niños vomiten durante el procedimiento y surjan problemas.

Si su hijo toma medicamentos para el corazón para suprimir la arritmia, le pediremos que deje de tomarlos durante la semana anterior a la cita. Esto nos permite probar e identificar qué está causando la arritmia en el corazón.

¿Qué preguntas debo hacerle a mi proveedor sobre la ablación por radiofrecuencia pediátrica?

  • ¿Cuántas ablaciones por radiofrecuencia ha realizado?
  • ¿Cuánto tiempo hace que usted y su clínica realizan este procedimiento?
  • ¿Cuál es su tasa de éxito y complicaciones?
  • ¿Qué le sucederá a mi hijo si no se somete a este procedimiento?
  • ¿Qué otras opciones de tratamiento están disponibles?

Preguntas frecuentes

  • ¿Cuándo es necesaria esta ablación por radiofrecuencia pediátrica?

    Usted podría elegir la ablación para su hijo si la arritmia representa un riesgo para él o interfiere en su vida. Algunos niños reciben este tratamiento porque no les gusta tomar medicamentos con regularidad o probaron medicamentos, pero no funcionaron. Le explicaremos todas sus opciones para que pueda tomar la mejor decisión para su familia.

  • ¿Vale la pena el riesgo de la ablación por radiofrecuencia pediátrica?

    El procedimiento es muy seguro, y la posibilidad de que corrija la arritmia de su hijo es bastante alta. Le brindamos toda la información que necesita para elegir un plan de tratamiento con el que usted y su hijo se sientan cómodos.

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