En Children's Health, tenemos nuestra propia máquina de LEOC en nuestro hospital para que su hijo reciba atención de proveedores pediátricos que se especializan en el tratamiento de niños. Por ejemplo, nuestros anestesistas pediátricos son expertos en trabajar con niños de todos los tamaños, desde bebés de 3 libras hasta adolescentes casi adultos. Otros hospitales envían a sus pacientes a centros que tratan a adultos y niños.
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La LEOC (litotricia extracorpórea por ondas de choque) es un tratamiento no invasivo para los cálculos renales. Su objetivo es romper el cálculo renal en trozos finos de arena. Una máquina (denominada litotriptor) envía una serie de ondas de choque a través de la piel y hacia el riñón para romper los cálculos renales en trozos diminutos del tamaño de granos de arena. El médico usa una radiografía para dirigir las ondas directamente a los cálculos.
El objetivo después del tratamiento con LEOC es que su hijo elimine la arena del cálculo del cuerpo a través de la orina. Mucha hidratación ayudará a eliminar la arena. Sin embargo, a veces, esta permanece en el cuerpo. Si la arena permanece adentro el tiempo suficiente, los mismos problemas que hicieron que se formara el cálculo renal pueden hacer que se forme un nuevo cálculo a partir de los trozos de arena. Es por eso que una parte esencial de nuestra atención es trabajar con usted y su hijo para ayudar a evitar que se formen cálculos en el futuro.
El centro integral de cálculos pediátricos de Children's Health reúne a todos los proveedores que su hijo puede necesitar en la misma visita. Si es necesario, esto puede incluir nefrólogos, urólogos, nutricionistas y trabajadores sociales. Nos apasiona atender a su hijo y tratar sus cálculos renales, aliviar el dolor y comprender qué los causa.
Debido a que no se insertan herramientas quirúrgicas ni endoscopios en el cuerpo del niño, la LEOC puede tratar incluso a los bebés más pequeños. Otros procedimientos para tratar los cálculos renales son difíciles en niños menores de 8 años porque el equipo quirúrgico no es lo suficientemente pequeño.
La LEOC es muy segura. Un efecto secundario común es una marca roja del tamaño de una moneda de 25 centavos donde las ondas de choque ingresaron al cuerpo. Esta marca desaparece en unos días. Se espera que haya sangre en la orina. Es posible que su hijo también sienta algunas molestias después del procedimiento. A menudo, los analgésicos de venta libre (como el ibuprofeno o el paracetamol) pueden aliviar sus molestias.
Generalmente, la LEOC sale muy bien con muy pocos riesgos. Al igual que con cualquier procedimiento, siempre existe la posibilidad de complicaciones. Si bien es frecuente ver sangre en la orina, en raras ocasiones, el sangrado puede acumularse alrededor del exterior del riñón. Por lo general, el cuerpo reabsorbe la sangre.
En ocasiones extremadamente poco frecuentes, pueden ocurrir complicaciones significativas, como:
A veces, su hijo necesita un procedimiento adicional para aliviar el sangrado, una obstrucción o una infección. Afortunadamente, estos son bastante poco frecuentes, y la LEOC es muy segura.
La LEOC en Children's Health es eficaz a la hora de descomponer con éxito los cálculos renales alrededor del 85 % de las veces. Esta tasa es ligeramente más alta que el promedio nacional.
En muchos sentidos, el LEOC es como otras cirugías y procedimientos.
Esto es lo que puede esperar antes de la LEOC:
El día del procedimiento, el equipo de atención lleva a su hijo al área preoperatoria. Su hijo recibe medicamentos líquidos para calmarlo. Luego se lo lleva al quirófano y se le administra anestesia para que se duerma. Colocamos a su hijo en una cama especial que tiene un corte con forma de letra D. Su hijo se recostará en una posición que coloca el riñón sobre el corte. El equipo de atención lleva un globo de agua al corte, por lo que su hijo está descansando sobre el globo de agua.
El médico usa una radiografía para ver el cálculo en el riñón de su hijo. A menudo, el médico moverá a su hijo algunas veces para apuntar a los cálculos desde diferentes ángulos. Toda la cama se puede mover para que la máquina LEOC (el litotriptor) pueda apuntar las ondas de choque directamente al cálculo.
El procedimiento dura alrededor de una hora. Le pedimos al menos a uno de los padres o tutores que permanezcan en el hospital durante el procedimiento.
El equipo de atención lleva a su hijo a la sala de recuperación. Allí puede estar con él. Cuando su hijo esté listo para irse a casa, el enfermero revisará todas las instrucciones de medicamentos, atención domiciliaria y cualquier cita de seguimiento.
Le recomendamos que le dé a su hijo paracetamol e ibuprofeno durante los primeros dos o tres días para aliviar el dolor. Por ejemplo, primero se administra una dosis de paracetamol y, de tres a cuatro horas después, una dosis de ibuprofeno. Luego, de tres a cuatro horas más tarde, vuelve a administrar paracetamol, y así sucesivamente. Rotar los medicamentos de venta libre de esta manera ayuda a aliviar el dolor de un niño sin usar medicamentos potencialmente adictivos.
Su hijo debe poder volver a sus actividades normales después de uno o dos días.
Algunas preguntas que se recomienda hacer a su médico incluyen las siguientes:
Consideramos que la LEOC es una cirugía porque se realiza en una sala de operaciones y el paciente recibe anestesia. Sin embargo, la LEOC no es invasiva, lo que significa que no ingresarán herramientas ni equipos en el cuerpo. Solo las ondas de choque del litotriptor entran en el cuerpo. La mayoría de las veces, el cirujano tiene que cortar para realizar la cirugía, pero no con la LEOC.
Los cálculos renales no son muy frecuentes en niños, especialmente en los más pequeños menores de 8 años. Si tiene antecedentes familiares de cálculos renales, es más probable que su hijo los desarrolle. Lo que su hijo come y bebe también puede contribuir a los cálculos renales. Su médico trabajará con usted en estrategias para prevenir futuros cálculos renales.
