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Si su hijo presenta TOD (trastorno oposicionista desafiante), con frecuencia puede estar irritable o enojado y tener una actitud discutidora, desafiante y oposicionista; y este patrón de comportamiento se ha manifestado de manera constante y en el transcurso del tiempo. Con terapia y medicamentos, su hijo puede superar este trastorno y comenzar por un camino más feliz y saludable.
Es normal que su hijo a veces no siga instrucciones, tenga berrinches o discuta. El TOD (trastorno oposicionista desafiante) es diferente, ya que es un patrón constante del estado de ánimo y el comportamiento que tiene una duración prolongada (más de seis meses) y es intenso (ocurre varias veces por semana).
Su hijo podría tener problemas en la escuela, pelear con sus compañeros y discutir con sus entrenadores, maestros y familiares. También pueden enojarse fácilmente, perder los estribos, negarse a cumplir con las instrucciones y culpar a los demás por sus problemas.
El TOD (trastorno oposicionista desafiante) es más frecuente en los varones que en las niñas. Los niños con TOD también tienen un riesgo mayor de presentar depresión.
El niño podría tener trastorno oposicionista desafiante si:
El diagnóstico se realiza después de una entrevista con un psiquiatra, un psicólogo o un terapeuta clínico. Le preguntará sobre los síntomas que ha notado en su hijo y cuánto tiempo han durado. El objetivo de esta entrevista es comprender a su hijo, ver si está sufriendo un problema de salud mental y determinar cuál podría ser.
El TOD (trastorno oposicionista desafiante) puede ser causado por muchos factores diferentes, entre ellos, el temperamento de un niño y los factores en su entorno. Los niños que han sufrido trauma, abuso o abandono también pueden tener un riesgo mayor. Los estilos de crianza pueden afectar positiva o negativamente los síntomas del niño.
Los medicamentos pueden ayudar con la agresión, la depresión, la impulsividad y el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad). Sin embargo, el tratamiento más eficaz es la terapia conductual. Un terapeuta puede reunirse con usted para ayudarlo a aprender cómo establecer límites constantes y usar refuerzo positivo para los comportamientos que desea ver. Mientras tanto, el terapeuta trabajará individualmente con su hijo para mejorar su autoestima, desarrollar habilidades de afrontamiento y encontrar maneras de motivarlo a comportarse mejor.
El detonante pueden ser los límites y no obtener lo que quieren. “No” es una palabra que puede desencadenar un mal comportamiento en su hijo. También puede detonarse fácilmente por conflictos o situaciones entre pares que él percibe como injustas.
Manténgase neutral, establezca límites y tenga consecuencias constantes. Por ejemplo, si su hijo discute sobre la hora de ir a dormir, debe saber que perderá ciertos privilegios si no está en la cama a una hora determinada. Respete la hora de acostarse que ha decidido, evite participar en la discusión y no ceda a sus exigencias.
Muchos niños con trastorno oposicionista desafiante mejoran cuando son adultos. Pero esté atento al empeoramiento de los síntomas, por ejemplo, si su hijo huye de su casa, no asiste a la escuela o es cruel con las personas o los animales. Eso es un indicio de que algo más grave está sucediendo y que debe hablar con su pediatra.
Los niños que tienen TOD (trastorno oposicionista desafiante) también presentan un riesgo mayor de sufrir depresión.