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La cirugía de reducción mamaria tiene como objetivo crear mamas con una forma y tamaño acordes con el resto del cuerpo de la paciente. Esto significa reducir la cantidad de tejido mamario en sí, pero también eliminar parte de la piel que ha crecido para adaptarse al tamaño de la mama y reposicionar el complejo de la areola del pezón (el pezón y la piel de color más oscuro alrededor del pezón) en la mejor posición en la mama más pequeña.
Las complicaciones de la reducción mamaria son bastante frecuentes, pero la mayoría de estas complicaciones son menores, como una pequeña área de la herida que cicatriza sola con unas semanas de vendajes.
Otras complicaciones que pueden ocurrir incluyen acumulaciones de sangre o líquido dentro de la mama que pueden requerir otra operación para extirparse, una diferencia entre los dos lados después de la cirugía, pérdida de la sensación en el pezón o pérdida del complejo areolar del pezón por completo, y un cambio en las mamas que requiere cirugía adicional con el tiempo, especialmente después del embarazo, así como las complicaciones de cualquier cirugía, como infección, sangrado de la herida y riesgo de coágulos de sangre en las piernas o los pulmones.
Si bien hay una gran cantidad de tipos de operaciones de reducción mamaria, las diferencias entre ellas son el área de la piel y el tejido mamario que se extrae, y la fuente de suministro de sangre para el complejo areolar del pezón una vez que se ha movido a su nueva posición.
Hay un debate continuo entre los cirujanos sobre qué tipo de cirugía de reducción mamaria da la mejor forma a largo plazo y cambia menos con el tiempo, ofrece la mejor cicatrización, deja mayor sensación en el pezón y es menos probable que interfiera con la lactancia.
Las cirugías de reducción mamaria generalmente tardan unas horas, y las pacientes deben planificar permanecer en el hospital durante al menos una noche después del procedimiento.
La atención posterior es importante para la reducción de las mamas, especialmente en pacientes pediátricas. Se debe prever que la paciente permanecerá en el hospital al menos una noche después de la cirugía y se le hará un seguimiento en la clínica regularmente después de la intervención. Es importante continuar con la revisión a medida que las mamas cambian en los meses posteriores a la cirugía para garantizar el mejor resultado a largo plazo.