Cuando mira un partido de fútbol americano, algunos miembros del equipo pueden tener más protagonismo que otros: el mariscal de campo, el corredor, o incluso el entrenador. En realidad, sabemos que todos los jugadores son fundamentales para el éxito de un equipo.
Pero hay dos miembros del equipo que podrían pasar inadvertidos, a pesar de la importancia de sus funciones. El entrenador atlético y el médico del equipo son los principales contribuyentes para asegurarse de que los atletas del campo estén jugando a su máxima capacidad.
“Se necesita un equipo para asegurarse de que todos estén seguros y rindan al máximo”, dice Jeff Baggett, director de desarrollo de medicina deportiva y compromiso con la comunidad en el Andrews Institute for Orthopaedics & Sports Medicine de Children's Health℠. “Tener a alguien con la educación, el entrenamiento y la experiencia para cuidar a nuestros jóvenes atletas es muy importante para su éxito”.
¿Cuál es el papel de un entrenador de atletas y un médico del equipo y por qué son importantes?
Según la NATA, el entrenamiento atlético abarca la prevención, el examen, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación de emergencias, lesiones agudas o crónicas y afecciones médicas. Aunque los entrenadores atléticos pueden emplearse en diferentes entornos, en las escuelas gestionan las operaciones deportivas diarias y están especialmente formados para cuidar a los atletas.
“Un entrenador atlético creará el conjunto óptimo de circunstancias para cada atleta individualmente”, dice Baggett. “Puede identificar dónde un jugador tiene algún problema o debilidad que pueda provocar más lesiones y tratarlo de forma holística conociendo los factores estresantes específicos de cada deporte”.
Los entrenadores atléticos también pueden servir como recurso para los padres y la comunidad. Ayudan a los padres con preguntas sobre nutrición, estrategias de prevención de lesiones, cuánto deben dormir los atletas, cómo recuperarse después de los entrenamientos y más.
Un médico del equipo es un médico, a menudo un ortopedista, que dedica su tiempo a estar presente junto al campo de juego y que también se pone a disposición del equipo para otros problemas. Puede estar ahí para ayudar con la educación de los padres y reservar tiempo de tratamiento específico para los jugadores. Los médicos del equipo tienen una estrecha relación de trabajo con el entrenador atlético.
“Un entrenador atlético y un médico del equipo están constantemente en comunicación entre sí”, explica Baggett. “Cuanto mejor sea la comunicación entre el personal de entrenamiento atlético y el médico, más cohesiva será la atención y mejores resultados tendrán los jugadores”.
Tener este equipo de apoyo a disposición de los jóvenes atletas mientras se preparan para competir y durante los partidos puede minimizar el riesgo de lesiones graves y acelerar el tratamiento cuando sea necesario. Si se produce una lesión significativa, los entrenadores atléticos y los médicos del equipo tienen funciones claramente definidas descritas en un plan de acción de emergencia. Con su profundo conocimiento de la salud de un jugador, podrán trabajar juntos rápidamente para brindar los mejores resultados posibles para cualquier tipo de lesión, ya sea un esguince, una fractura o una conmoción cerebral.
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Si su hijo es atleta, descubra cómo el Andrews Institute for Orthopaedics & Sports Medicine de Children's Health puede ayudarlo a mantenerse fuerte y seguro, con una amplia gama de servicios, desde cirugía ortopédica y atención de fracturas hasta rehabilitación y prevención de lesiones, entrenamiento y nutrición.
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