Cada año en los EE. UU., más de 60,000 niños terminan en salas de urgencias porque estaban jugando con medicamentos, sin supervisión. Por lo general, los medicamentos tienen colores brillantes y alegres, formas divertidas, algunos incluso parecen caramelos, así que ¿por qué los niños no se sentirían tentados a explorar el botiquín o el bolso de mamá?
En promedio, los niños reciben el medicamento o la dosis equivocados cada 8 minutos. Los padres y cuidadores llevan vidas ocupadas y se distraen: no se toman el tiempo para leer las etiquetas de dosis o advertencia adecuadas, la salud de un niño puede verse comprometida.
Estos son 5 consejos importantes para mantener a los niños a salvo de los medicamentos:
- Almacene medicamentos de forma segura
- Mantenga los medicamentos fuera del alcance de los niños, ocultos de la vista; incluso los productos y medicamentos de venta sin receta que podría no considerar, como vitaminas, colirios, jarabes para la tos.
- Los niños están en contacto con medicamentos en todo tipo de lugares: recuerde, lo que no se ve no existe.
- Evite almacenar medicamentos en áreas de fácil acceso, como mesas de noche, tocadores, mesas o encimeras de cocina.
- Cierre bien las tapas o elija tapas a prueba de niños.
- ¿Visita a los abuelos? Llame con anticipación y dígales que va a visitarlos con los niños para que puedan guardar los medicamentos que puedan estar tomando.
- Administre dosis seguras
- Mantenga los medicamentos en sus envases originales con las etiquetas intactas.
- Use el dispositivo de dosificación que viene con el medicamento.
- No dé a los niños más de un medicamento con el mismo ingrediente activo, ya que podría provocar una sobredosis o una reacción adversa.
- Lea las etiquetas, siga las instrucciones incluso si ha usado el medicamento antes; las instrucciones de dosificación pueden cambiar.
- Nunca administre medicamentos a niños que estén destinados a adultos.
- Sugerencia: Escriba las fechas y horas de cada dosis en una etiqueta en blanco (o notita adhesiva) y pegue la etiqueta en el frasco. Tache cada dosis después de administrarla.
- Comuníquese con los cuidadores
- Coloque instrucciones claras sobre los medicamentos en el refrigerador o en las encimeras de la cocina.
- Los cuidadores deben comprender qué medicamentos deben administrar, la dosis y la frecuencia.
- Comunique cuándo se administró la última dosis para que los niños no reciban la dosis prescrita dos veces antes de la hora programada.
- Déjele al cuidador los números de teléfono importantes y la información de contacto para emergencias.
- Deseche los medicamentos de forma segura
- Al menos una vez al año, deseche los medicamentos caducados o no utilizados. Muchas comunidades ofrecen un programa de devolución de medicamentos. Pida sugerencias o recursos a su farmacéutico.
- Si su servicio de basura local lo permite, deseche los medicamentos usted mismo; vierta los medicamentos en una bolsa de plástico sellable. Añada agua a las pastillas para disolverlas. Añada deshechos de café o arena para gatos a la bolsa de plástico para absorberla. Ahora está listo para el cesto de basura.
- La FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU.) establece que ciertos medicamentos son tan peligrosos que deben desecharse por el inodoro. Consulte la lista de medicamentos que deben desecharse por el inodoro.
- Hable con sus hijos sobre la seguridad de los medicamentos
- Los medicamentos para el estrés no son caramelos y deben tomarse bajo la supervisión de un adulto.
- Familiarice a los preadolescentes y adolescentes con los puntos clave de los informe de la hoja de datos farmacológicos y a interpretar una etiqueta de medicamento. Un gran recurso para este tema es: Scholastic Medicine Safety
- Explique la importancia y los peligros de: tomar medicamentos indicados solo para usted, usar medicamentos o recetas de otra persona y que el uso indebido puede causar daños, incluso con medicamentos de venta libre.
- Como medida de seguridad, programe el número del Centro de Control de Intoxicaciones (1-800-222-1222) en todos sus teléfonos. NOTA: La línea de ayuda para intoxicaciones no es solo para emergencias, puede llamar si tiene preguntas sobre cómo tomar o administrar medicamentos.
- Llame al 911 de inmediato si un niño se desmaya, tiene una convulsión, tiene dificultad para respirar o no puede despertarse.
No deje que su hijo forme parte de la estadística. Estos sencillos pasos pueden ayudar a garantizar que los medicamentos hechos para mantener a su hijo sano no intervengan en ponerlo en peligro.
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