Cuando Jon nació, los médicos descubrieron una obstrucción en el riñón derecho que impedía la salida de la orina y hacía que este se inflamara, una afección conocida como “hidronefrosis”.
Con solo 15 semanas de nacido y un peso de apenas 12 libras, se sometió a una cirugía llamada pieloplastia abierta para drenar y reparar el riñón. Durante los años que siguieron, un equipo de urólogos de su estado natal de Nueva York vigiló atentamente a Jon para controlar cualquier cambio en sus riñones en caso de que fueran necesarias más intervenciones quirúrgicas.
Jon comienza a presentar dolor crónico
Justo antes de cumplir 10 años, Jon empezó a tener episodios de dolor crónico y vómitos. Al principio, sus padres suponían que estos síntomas se debían a un virus que podía haber contraído en la escuela. Pero después de tres o cuatro episodios, su madre Jackie se lo mencionó al pediatra, quien le sugirió una ecografía, dados los antecedentes de problemas renales de Jon. Aunque los resultados de la ecografía fueron normales, el urólogo de Jon le pidió que volviera para hacer otra ecografía durante el siguiente episodio.
Poco después, Jon empezó a presentar un dolor abdominal intenso, así que su madre lo llevó al hospital, donde los esperaba el equipo de atención. Esta vez, los médicos descubrieron que el riñón izquierdo no drenaba correctamente, estaba muy distendido y requeriría una reparación quirúrgica. Aunque no se la consideró una cirugía de emergencia, los médicos advirtieron que si demoraban, podrían surgir otros episodios dolorosos hasta que el problema se solucionara. Esta vez, Jon se sometió a una pieloplastia laparoscópica en el riñón izquierdo y, cuando comenzó la escuela en el otoño, parecía estar en camino hacia la recuperación. Empezó 5.º grado, regresó a su equipo de fútbol y celebró la adopción de un nuevo primo con su familia en la ciudad de Nueva York, sin complicaciones y con pocas preocupaciones.
“Me acuerdo que le recordé a Jon que solo tenía dos riñones, y que ambos se habían reparado, por lo que realmente no debería tener nada de lo que preocuparse”, dice Jackie.
Sin embargo, lamentablemente, después de Año Nuevo, Jon tuvo otro episodio que lo dejó doblado de dolor en el piso de la enfermería de la escuela. Regresó a la sala de urgencias para someterse a otra ecografía y pruebas que mostraron que el reciente procedimiento de julio no había sido eficaz y que Jon necesitaría otra cirugía en el riñón izquierdo.
La pediatra recomienda al cirujano de Children's Health℠
La familia empezó a considerar sus opciones y a buscar una segunda opinión, cuando la pediatra de Jon sugirió que consideraran a un cirujano que había operado a su propio hijo unos 10 años antes.
El cirujano era el Dr. Craig Peters.
“Primero ‘conocimos’ al Dr. Peters por correo electrónico y compartimos el caso de Jon con él para ver si podía ayudar”, explica Jackie. “Luego, hablamos con él por teléfono varias veces y nos impactó su conocimiento y experiencia con niños en situaciones similares a las de Jon”.
El Dr. Peters es director de la división de la Clínica Pediátrica de Urología de Children's Health℠ y profesor de Urología de UT Southwestern. Fue uno de los primeros desarrolladores de técnicas de cirugía robótica y laparoscópica para pacientes de urología y se le considera un experto en la materia en todo el mundo, con más de 20 años de experiencia en el campo.
La familia realizó una consulta inicial con el Dr. Peters para analizar sus opciones con más detalle, y Jon fue preparado con su propia lista de 14 preguntas para hacerle.
“El Dr. Peters respondió todas sus preguntas y trató a Jon como una persona, no como a un simple niño”, cuenta Jackie. “Nunca nos presionó para que tomáramos una decisión, pero fue honesto con nosotros en cuanto a que la cirugía era inevitable”.
Aunque la familia habló con otro hospital más cercano, Jackie dice que el enfoque y la atención personalizados, la forma de tratar al paciente del Dr. Peters y su equipo confirmaron que Children's Health℠ era la mejor opción.
“Estábamos seguros de que solo queríamos trabajar con un cirujano que tuviera experiencia en la reparación de estas complicaciones, ya que nos preocupaba mucho enfrentarnos a esto de nuevo”, cuenta Jackie. “Parecía una tarea más difícil para nuestra familia, y especialmente para Jon, que las dos primeras cirugías, y estábamos muy contentos de haber encontrado al Dr. Peters, que ha tenido tantas oportunidades de realizar estas correcciones en otros pacientes que necesitaban una nueva operación”.
Jon viaja a Dallas para someterse a una cirugía renal mínimamente invasiva
Jon viajó en avión con su familia de Rochester a Dallas y se sometió a una pieloplastia laparoscópica robótica en Children's Health℠ el 14 de marzo de 2017.
El procedimiento laparoscópico requiere solo tres incisiones pequeñas, de menos de un centímetro cada una, a través de las cuales se insertan pequeñas herramientas telescópicas para reparar el riñón afectado. Se coloca un pequeño tubo, o stent, para ayudar con el drenaje, y se lo retira en el consultorio del médico una o dos semanas después de la cirugía.
“Este tipo de cirugía renal mínimamente invasiva ofrece ventajas más allá de las incisiones más pequeñas y el dolor más leve después de la cirugía”, explica el Dr. Peters. “La capacidad de ver la anatomía con mucha claridad y con una vista ampliada, para tener un control preciso sobre los instrumentos en el interior del cuerpo sin una gran incisión, y el control y la suavidad adicionales del sistema quirúrgico robótico representan mejoras con respecto a la cirugía laparoscópica convencional, e incluso a la abierta. Seguimos explorando otras formas de aprovechar esta tecnología en la cirugía pediátrica”.
Una recuperación exitosa
Poco después de la cirugía, Jon ya estaba en movimiento y recuperándose. Su recuperación transcurrió sin complicaciones, y Jon disfrutó de jugar videojuegos en la sala de juegos y recibió visitas de Van, un golden retriever del programa de terapia asistida por mascotas de Children's Health℠.
“Van me hizo sentir más como en casa”, dice Jon.
Jackie dice que, como madre, agradeció la comunicación fluida entre los proveedores y su familia en comparación con sus experiencias anteriores en otros centros.
“He estado en otros hospitales donde había muchos equipos rotativos entrando y saliendo de la habitación del paciente, y tenía que contar la historia de mi hijo una y otra vez”, dice. “Pero en Children's, los miembros del equipo de urología fueron los únicos que participaron en su atención preoperatoria, quirúrgica y posoperatoria, y todos conocían las necesidades de Jon”.
Jon y su madre viajaron a casa solo cuatro días después de la cirugía, y el niño volvió con sus amigos a la escuela apenas tres semanas más tarde. A finales de abril, jugaba de nuevo al fútbol con su equipo, actividad que disfrutó durante todo el verano.
El Dr. Peters y el equipo de urología de Children's Health℠ siguen de cerca su progreso, y Jon se encuentra muy bien.
Jackie dice que no hay duda de que tomaron la decisión correcta al venir a Dallas para la atención de su hijo.
“Seguiría al Dr. Peters a cualquier lugar”, dice.
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Children's Health℠ ofrece el único programa de cirugía robótica pediátrica exclusivo del norte de Texas y realiza unos de los mayores números de cirugías laparoscópicas y robóticas del país para afecciones de urología pediátrica. Obtenga más información sobre el Programa de urología pediátrica.
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