Jacob siempre había sido considerablemente más grande que sus compañeros, una cualidad que sus entrenadores de fútbol americano de Pee Wee veían como una ventaja durante la escuela primaria. Algunos de sus compañeros de clase, sin embargo, no siempre eran tan amables.
“Jacob sufrió mucho acoso escolar”, dice su madre Anesha. “Comenzó en segundo grado. A partir de entonces, su autoestima se desplomó, y empezó a evitar el contacto con otras personas cada vez más, especialmente cuando empezó la escuela media”.
Aunque era un niño activo, Anesha dice que no podía alcanzar un peso saludable, y el tamaño de Jacob empezó a impedirle realizar las actividades “normales” de los niños.
“Tenía dificultades para andar en bicicleta debido al dolor de rodilla y espalda, y no podía participar en muchas actividades con sus amigos debido a su peso”, dice.
Como cualquier madre, Anesha estaba desesperada por encontrar una solución. Como la mayoría de los padres en la era digital actual, recurrió a Google para encontrar una respuesta. La búsqueda la llevó a COACH (Centro para la Obesidad y sus Consecuencias en la Salud) de Children's Health℠, el único programa integral que trata la obesidad infantil en el norte de Texas.
Allí, Jacob y su familia se reunieron con un equipo multidisciplinario de expertos para identificar cualquier problema de salud subyacente que pudiera estar contribuyendo a sus desafíos de peso y determinar un plan de acción.
“En nuestra visita inicial, Children's [Health] aún no tenía un programa de cirugía bariátrica pediátrica”, explica Anesha. “Pero después de algunas visitas, recibimos una llamada que nos informó que el Dr. Qureshi se había incorporado al equipo y pensaba que Jacob podría ser un posible candidato para la cirugía”.
El Dr. Faisal Qureshi, un cirujano pediátrico certificado de Children's Health y profesor adjunto de UT Southwestern, se especializa en cirugía bariátrica mínimamente invasiva. Él y el equipo de cirugía bariátrica, que consta de un asistente médico, un nutricionista registrado, un trabajador social y un psicólogo, así como todo un equipo de endocrinología, están comprometidos a ayudar a los adolescentes a lograr un estilo de vida más saludable dando el apoyo médico, quirúrgico y psicológico que necesitan para alcanzar con éxito sus objetivos de descenso de peso.
Anesha dice que no tomaron la decisión de la cirugía a la ligera. Aunque el padre de Jacob se había sometido previamente a una cirugía bariátrica con resultados positivos, la familia reconoció que estaban en una encrucijada que tenía el potencial de afectar a Jacob durante el resto de su vida. Hablaron con el Dr. Qureshi sobre qué esperar, analizaron los posibles riesgos y beneficios de la cirugía y se aseguraron de que Jacob se comprometiera a cambiar sus hábitos y conductas antes y después del procedimiento.
“Siempre ha sido mucho más que una cirugía de descenso de peso”, dice Anesha. “Fue una oportunidad para darle a Jacob una infancia normal y un nuevo comienzo hacia un estilo de vida más saludable”.
Jacob llegó a pesar 388 libras. A los 15 años, el equipo de cirugía bariátrica trabajó con él para bajar tanto de peso como pudiera en la preparación para la cirugía, y el día de la cirugía, el 3 de marzo, ya había perdido 30 libras. Su cirugía y recuperación fueron exitosas, y Jacob comenzó a ver resultados casi de inmediato.
Regresó a la escuela solo dos semanas después de la cirugía, bajó otras 14 libras y se llenó de una nueva confianza que obtuvo al tomar el control de su salud.
Desde la cirugía, ha bajado casi 70 libras y le está yendo muy bien. A diario, se controla a través de una báscula y tableta con Bluetooth que envía sus signos vitales al equipo para su supervisión y ha tenido varias visitas de seguimiento para realizar un seguimiento de su progreso y su salud general. Ha pasado de una talla 54 a una 38 de cintura y de una talla 5XL a una XXL en solo unos meses.
Sin embargo, Anesha considera que su éxito es mucho más que solo números. Lo ve en la sonrisa persistente que parece estar siempre en su rostro. Lo ve andar en bicicleta con amigos, lleno de alegría y sin dolor. Lo ve mientras monta un caballo por primera vez en años, uniéndose a su familia en su negocio de cría de caballos de carreras. Pero principalmente, lo ve mientras observa cómo su pequeño crece y se convierte en un joven lleno de confianza y listo para enfrentar cada día con la frente en alto y lleno de esperanza.
“El Dr. Qureshi y su equipo le salvaron la vida a Jacob”, dice. “Cada día que se despierta, recuerdo lo que han hecho por él, y por eso estoy en deuda eternamente con ellos”.
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