La historia de Millie: atención cardíaca experta con un poco de ayuda de un muñeco de nieve de peluche

Vea cómo un procedimiento innovador y una atención comprensiva ayudaron a Millie a superar un problema cardíaco e inspiraron a su familia a retribuir a Children's Health℠.


La madre de Millie, una niña de 8 años, la describe como una fuerza de la naturaleza. Forma parte del programa para estudiantes con aptitudes y talentos avanzados, participa en el consejo estudiantil y le encanta jugar al fútbol y al baloncesto. Además, cada año, ella y su madre encuentran tiempo en sus ajetreadas agendas para una tradición especial que usan para honrar al equipo de Children's Health℠ que le dio a Millie una atención cardiológica tan increíble.

“Podríamos decir que para los médicos de Millie, atender a los niños no era solo un trabajo, sino una verdadera vocación”, dice Courtney, la madre de Millie. “Lo vemos en cada interacción con Children's Health℠. Desearíamos que Millie nunca hubiera tenido un problema cardíaco, pero estamos muy orgullosos y agradecidos de ser una familia de Children's”.

Médicos compasivos y un diagnóstico sorprendente

El camino de Millie hacia Children's Health℠ comenzó en una revisión de rutina del niño sano a los 18 meses. El pediatra escuchó un soplo cardíaco y la derivó al Dr. Penn Laird, II, cardiólogo pediátrico de Pediatric Heart Specialists, un socio de la red de atención de Children's Health℠. Después de realizar varias pruebas, el Dr. Laird explicó amablemente que Millie tenía una CIA (comunicación interauricular), un orificio de 8 milímetros en el corazón.

“Quedamos impactados”, dice Courtney. “No tenía ningún síntoma, estaba alcanzando todos sus hitos. Así que, fue difícil conectar ese diagrama del corazón con esa pequeña juguetona”.

La buena noticia fue que esos orificios suelen cerrarse por sí solos con el tiempo. Después de explicar las señales de advertencia de complicaciones a las que había que estar atentos, el Dr. Laird le dijo a Courtney que Millie probablemente viviría su vida como de costumbre mientras controlaba su CIA. Incluso si el orificio no se cerraba, era probable que no necesitara cirugía hasta que tuviera al menos 5 años.

“Al tener algunas pautas sobre cómo controlarla, no era necesario pasar directamente al extremo de observarla todo el tiempo, encerrarla en una burbuja y no dejarla correr y jugar como a un niño normal”, explica Courtney.

Todos los años, antes de la revisión de Millie, Courtney y su esposo Aaron rezaban pidiendo que ese fuera el año en que el orificio se cerrara. Y todos los años, el Dr. Laird explicaba que, aunque no había crecido, tampoco se había reducido. Cuando cumplió 4 años, el Dr. Laird dijo que si no se cerraba al año siguiente, Millie necesitaría cirugía. Esperaban un milagro. Pero el orificio no se cerró, y el Dr. Laird les presentó al Dr. Thomas Zellers, cardiólogo intervencionista de Children's Health℠ y profesor de UT Southwestern.

“Ambos médicos nos explicaron todo con mucha claridad y nos apoyaron en cada paso. Sabíamos que algunas familias conducen horas para obtener este tipo de atención y experiencia. Vivimos en Plano y tuvimos mucha suerte de tener a Children's Health℠ a la vuelta de la esquina”, dice Courtney.

Dos opciones para la cirugía cardíaca

Había dos opciones para la cirugía cardíaca de Millie: cirugía mínimamente invasiva o cirugía a corazón abierto. Millie era una posible candidata para un procedimiento mínimamente invasivo llamado cateterismo cardíaco. En este procedimiento, se inserta un tubo delgado y flexible (llamado catéter) a través de un pequeño corte en el muslo y se lo guía a través de una vena o arteria hasta el corazón para reparar el orificio.

La decisión dependería de las exploraciones del corazón el día de la cirugía de Millie. Si las exploraciones mostraban que Millie tenía suficiente tejido alrededor del orificio en el corazón para mantener el dispositivo de cierre en su lugar, podría someterse a una cirugía mínimamente invasiva. Si no era así, necesitaría una cirugía a corazón abierto, que requiere cortar el esternón para acceder al corazón. Este procedimiento conlleva un mayor riesgo de hemorragia y cicatrices. Los niños suelen pasar unos días en la unidad de cuidados intensivos recuperándose, otros días en el hospital y un mes o más antes de volver a sus actividades normales.

La mañana del procedimiento, el equipo de atención de Millie la dejó elegir un nuevo muñeco de peluche para que le hiciera compañía durante el procedimiento. Eligió a Olaf, el muñeco de nieve de Frozen, de Disney.

El equipo de atención se llevó a Millie para que le hicieran una exploración cardíaca, se aseguró de que sus padres estuvieran preparados para recibir actualizaciones por mensaje de texto en tiempo real y le indicó a la familia que se dirigiera a la sala de espera.

Cada momento pareció eterno. Luego, recibieron el mensaje texto que esperaban. Tenía cinco palabras que Courtney nunca olvidará: “yendo al laboratorio de cateterismo”.

“La gerente del laboratorio de cateterismo nos dijo que en 40 años, nunca había visto que un caso como el de Millie fuera apto para una cirugía mínimamente invasiva. Estábamos muy contentos”, cuenta Courtney.

Muy poco tiempo después, Millie se despertó del procedimiento rodeada de su familia y el equipo de atención. Rápidamente volvió a la normalidad: preguntaba cuándo la visitarían los perros de servicio y si podía comer tocino.

“Le dimos tocino a la niña y fui a recoger a nuestro hijo a la escuela”, dice Courtney. “De algún modo, pareció un día muy normal”.

Retribuir para celebrar la atención cardiológica experta

El procedimiento de Millie fue un viernes. El sábado por la mañana ya estaba en casa, el lunes regresó a la escuela y el fin de semana siguiente jugó al fútbol. Desde entonces, su única atención de seguimiento son las revisiones ocasionales con el Dr. Laird.

Millie, que ahora tiene 8 años, no recuerda gran parte de su procedimiento cardíaco, aparte de tener médicos amables y estar un poco nerviosa.

“Lo que más recuerdo es haber recibido a Olaf y que el perro vino a verme después”, dice Millie.

Cada año, el 31 de enero, Millie y Courtney tienen una tradición especial que marca el día de su procedimiento: eligen muñecos de peluche y los llevan a Children's Health℠.

“Me gusta donar juguetes porque puede hacer que otros niños se sientan felices como cuando recibí a Olaf”, cuenta Millie.

“Olaf pudo estar con Millie durante su procedimiento, incluso cuando nosotros no podíamos hacerlo”, dice Courtney. “Es nuestra forma de dar las gracias a Children's Health℠. Tienen un profesionalismo y una experiencia increíbles. Y, aunque tienen tantos pacientes, te hacen sentir que tu hijo es lo más importante del mundo”.

Obtener más información

Considerado uno de los mejores programas de cardiología del país, Children's Health℠ ofrece atención experta para una amplia variedad de afecciones cardíacas. Más información sobre el Centro para el corazón.

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