Pierce comenzó el primer año de la temporada de lacrosse con el objetivo de ser parte de la formación inicial del equipo universitario. Lo consiguió; pero después llegó la pandemia y se cancelaron todos los partidos. En segundo año, estaba listo para regresar con plenitud.
“A principios de la temporada, hizo un giro rápido y, simplemente, se cayó”, cuenta Debbie, la madre de Pierce. “Fue difícil saber qué había sucedido exactamente, pero se había caído y era evidente que estaba dolorido”.
Al día siguiente, acudieron al Instituto Andrews de Ortopedia y Medicina Deportiva de Children's Health℠. Las radiografías y una IRM (imagen por resonancia magnética) revelaron que Pierce se había desgarrado el LCA (ligamento cruzado anterior).
“Estaba devastado”, dice Pierce. “Sentía como si todo el trabajo arduo que había hecho no importara. Acababa de perderme una temporada entera debido a la COVID-19 y había trabajado con mucho esfuerzo para estar en la mejor forma para esta temporada”.
La fisioterapia prepara a Pierce para la cirugía del LCA
Pierce tenía la rodilla tan inflamada que su equipo de atención le recomendó hacer fisioterapia antes de la cirugía, para ayudar a reducir la hinchazón.
“No esperábamos tener que hacer fisioterapia antes de la cirugía, pero sabíamos que estábamos en buenas manos. El equipo de atención de Pierce explicó cada paso del tratamiento y por qué lo estaban haciendo”, dice Debbie. “Terminaron haciendo una combinación de hielo y una terapia de movimientos suaves, y, unas semanas después, llegó la hora de la cirugía”.
Cuando la inflamación disminuyó, Pierce se preparó para la cirugía con el Dr. Dustin Loveland, director quirúrgico y jefe de ortopedia y medicina deportiva del Instituto Andrews de Children's Heath℠. El Dr. Loveland hizo que Pierce se sintiera cómodo y lo animó a hacer preguntas.
“Realmente apreciamos que el Dr. Loveland fuera tan amable y cordial”, expresa Debbie. “Habló con Pierce a su nivel. Incluso nos dio su número de teléfono móvil y nos dijo que nos comunicáramos si teníamos alguna pregunta antes o después de la cirugía”.
La perseverancia da sus frutos en la recuperación de Pierce
La cirugía de Pierce fue exitosa, pero la recuperación de una cirugía del LCA lleva tiempo. Normalmente, requiere meses de rehabilitación, luego un aumento lento de la actividad, especialmente para los deportes de contacto.
“Fue una sensación horrible saber que me esperaban de 8 a 12 meses sin lacrosse”, cuenta Pierce. “Pero, al mismo tiempo, estaba muy decidido a volver a levantarme y a no parar”.
Pierce siguió viendo al equipo de fisioterapia y participó en el Sports Performance con el programa Bridge de EXOS, que ayuda a los deportistas a recuperarse de las lesiones y proporciona entrenamiento individualizado para ayudar a retomar su deporte. Con el tiempo del traslado y de la terapia, esto podría llevar 3 horas o más de su día.
Con un ritmo lento pero firme, la rodilla de Pierce se fortaleció. Apreciaba cómo el equipo del Dr. Loveland coordinaba el trabajo con la fisioterapia, por lo que nunca tuvo que acudir a citas adicionales.
“Lo que me mantuvo motivado durante la fisioterapia fue el optimismo constante del especialista y el hecho de ver mejoras. Al principio, apenas podía estirar la pierna, pero, una semana más tarde, tenía una amplitud de movimiento completa”, cuenta Pierce.
Tras meses de trabajo arduo y rehabilitación, Pierce recibió la noticia que esperaba: obtuvo la autorización para volver a jugar lacrosse.
“Su equipo de atención le explicó que podía jugar, pero que, para volver a estar al 100 %, seguiría requiriendo un proceso. No había jugado lacrosse en 10 meses y todavía tenía que recuperar su estado físico”, dice Debbie. “Pero estaba tan listo para volver que llamó a su entrenador desde el estacionamiento”.
Volver a jugar
El equipo de atención le dijo a Pierce que, al principio, tenía que evitar “esquivar” o evadir rápidamente a un defensor y luego intentar anotar un tanto. Esto requirió mucha fortaleza mental: volver al campo, ver una posibilidad para anotar y dejarla pasar deliberadamente.
“Al ser adolescente, es muy difícil saber que todos están mirando, y no saben por qué una persona se está cuidando o qué es capaz de hacer, pero de todas maneras, hay que tomar la mejor decisión para la salud y el futuro”, dice Debbie.
“Como capitán, mi trabajo es motivar a todos y cada uno de los jugadores”, dice. “Tuve que demostrar liderazgo dentro y fuera del campo, y dar un discurso para demostrar que merecía esa distinción. Luego, todos los grados, del primero al último, votaron en función de quién pensaban que sería un buen capitán”.
Para la primavera de 2022, tras mucha paciencia y dedicación, Pierce volvió a la actividad a toda máquina.
“Nunca me sentí tan bien con mi rodilla y mi cuerpo en general”, dice Pierce. “Toda esta experiencia tuvo sus altibajos. Me sentí triste, feliz, molesto y motivado a la vez. No alcanzan las palabras para agradecer a los entrenadores y fisioterapeutas del Instituto Andrews de Children's Health℠ por toda la paciencia y la ayuda. Ahora,, volví a levantar peso, correr y jugar a toda velocidad. Nunca me sentí tan orgulloso y satisfecho conmigo mismo”.
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