Elf on the Shelf: ¿amigo o enemigo navideño?

Conozca los pros y los contras de esta tradición y cómo determinar si es adecuada para su familia.


El Elf on the Shelf (el duende en la estantería), un juguete basado en un libro infantil publicado en 2005, es una idea divertida y novedosa que muchas familias han incorporado con entusiasmo a sus tradiciones navideñas. Cuando un niño nombra al duende, cobra vida mágicamente cada noche entre el Día de Acción de Gracias y Navidad para informarle a Santa Claus sobre el comportamiento del niño. Luego regresa a la casa a un lugar diferente del de la noche anterior, pero el niño no debe tocarlo, de lo contrario, perderá su magia.

Algunos padres disfrutan de inventar situaciones divertidas y creativas en las que colocan al duende, mientras que a otros padres les horroriza el concepto. Entonces, ¿qué consideraciones deben tener en cuenta los padres al decidir si participarán en Elf on the Shelf? Le preguntamos a Nicholas J. Westers, Psy.D., ABPP, psicólogo clínico en Children's Health℠ y profesor asociado en UT Southwestern.

Controversias sobre el Elf on the Shelf

Una filosofía argumenta que la tradición del Elf on a Shelf es una mentira, pone en riesgo la confiabilidad de los padres y fomenta la credulidad en los niños en lugar del pensamiento crítico. Algunos dicen que, sin quererlo, les enseña a los niños que su comportamiento debe regirse por posibles recompensas (es decir, si se portan bien, recibirán más regalos en Navidad).

Por otra parte, muchos psicólogos sugieren que, al igual que creer en Santa Claus, participar en el Elf on a Shelf puede fomentar la creatividad y la imaginación. Si siente que no está bien decirle a su hijo que el duende se va todas las noches a ver a Santa Claus, puede considerar simplemente alentarlo a preguntarse sobre las posibilidades de que el duende cobre vida y lo que podría hacer cada noche.

¿Deberían las familias participar en Elf on the Shelf?

La respuesta está relacionada con las motivaciones, los valores y las creencias de su familia.

Por ejemplo, si el motivo principal es añadir más magia o tradición a la temporada navideña para los padres y sus hijos, entonces el Elf on the Shelf podría ser una forma divertida de hacerlo.

Sin embargo, si los padres sienten presión por no quedarse atrás respecto de otros padres e imitar o superar las ideas que publican en las redes sociales, o si lo que inicialmente estaba destinado a ser una fuente de alegría se convierte en una carga mayor, entonces quizás el Elf on the Shelf debería empacar y regresar al Polo Norte.

Algunas familias eligen que su Elf on the Shelf tenga un propósito aún mayor y lo usan para enseñar a los niños a retribuir a su comunidad. Las familias podrían poner al duende en una biblioteca o entre alimentos enlatados, y alentar a los niños a seleccionar libros o alimentos para donar a organizaciones locales sin fines de lucro.

Manejar el comportamiento de un niño (p. ej., decir con frecuencia: “El Elf on the Shelf le dirá a Santa Claus que te estás portando mal”), puede no ser el mejor motivo principal. Los niños podrían interpretar esto como ser etiquetados como una persona “mala”, en lugar de comprender que lo que fue malo fue su comportamiento, pero pueden cambiarlo.

Si los padres llaman al duende para que informe a Santa Claus, debe usarse con mucha más frecuencia para reforzar el buen comportamiento en lugar de informar el comportamiento problemático. Usar a los duendes como amenaza de castigo (p. ej., quedarse sin regalos) puede generar miedo y resultar contrario al objetivo de usar a los duendes para traer alegría.

¿Mentir o no mentir?

Algunos niños se sienten desanimados cuando descubren que Santa Claus no es real o se dan cuenta de que les han mentido sobre él. Sin embargo, la mayoría de los niños manejan la noticia bastante bien (y a menudo, son sus padres los que sufren la decepción). Del mismo modo, hay poca o ninguna evidencia que sugiera que el Elf on the Shelf tenga un impacto psicológico negativo general en los niños.

Lo más importante es que las familias determinen si el Elf on the Shelf es coherente con sus propios valores familiares o fe religiosa. Los padres que anhelan compartir la magia y la creatividad del Elf on the Shelf, pero no desean mentir, aunque sea culturalmente aceptable en este caso, pueden decirles a los niños la verdad y unirse a ellos en “hacer de cuenta” que cobra vida cada noche.

En definitiva, el Elf on the Shelf no tiene que ser un amigo o un enemigo. Su familia decidirá si se alinea con sus creencias y valores.

Obtener más información

Obtenga consejos sobre cómo tener la “conversación sobre Santa Claus” con su hijo y consejos sobre qué hacer si los niños de la escuela arruinan la diversión de Santa Claus para su hijo más pequeño.

¡Gracias!

Ahora está suscrito al boletín familiar de Children's Health.

Children's Health no venderá, compartirá ni alquilará su información a terceros. Lea nuestra Política de privacidad.

Boletín familiar de Children's Health

Reciba consejos de salud y de crianza de los expertos de Children's Health dos meses al mes, directamente en su bandeja de entrada.

Leer más artículos como este

Powered by Translations.com GlobalLink Web Software