¿Causan los videojuegos un comportamiento agresivo?

No hay duda de que los videojuegos son populares entre los niños, los adolescentes y los adultos. Los juegos más recientes y las consolas más recientes suelen ser las opciones más elegidas en las listas de deseos y son un tema de conversación dominante en la escuela y en la mesa familiar. Sin embargo, ese interés puede preocupar a los padres que se preguntan si los videojuegos, especialmente aquellos que presentan violencia o peleas, pueden afectar el comportamiento de su hijo.

Las investigaciones han sido contradictorias sobre la relación entre los juegos y el comportamiento agresivo, pero un nuevo estudio internacional sugiere que sí, los videojuegos violentos pueden afectar el comportamiento de algunos niños con el tiempo. Nicholas J. Westers, Psy. D., ABPP (Junta Estadounidense de Psicología Profesional), psicólogo clínico de Children's Health℠ y profesor adjunto de UT Southwestern, explica que el problema no es igual en todos los casos.

“Es difícil establecer un vínculo claro entre el comportamiento agresivo y los videojuegos, pero este nuevo estudio sugiere que algunos jóvenes que juegan videojuegos violentos demuestran una mayor agresividad física con el tiempo”, dice el Dr. Westers. “Utilizados de forma responsable, los videojuegos pueden ser un pasatiempo divertido y saludable para niños y adultos. Los padres son quienes conocen mejor a sus hijos y necesitan trabajar juntos para establecer reglas para los videojuegos”.

El Dr. Westers explica la conexión entre los videojuegos y el comportamiento y ofrece consejos para fomentar hábitos de medios de comunicación saludables.

¿Por qué los videojuegos pueden causar un comportamiento violento?

La investigación más reciente fue un estudio a gran escala que sintetizó los resultados de todos los estudios a largo plazo que habían hecho un seguimiento a niños de todo el mundo. Los investigadores descubrieron que algunos niños pueden tener más probabilidades de presentar un comportamiento agresivo. Sin embargo, el Dr. Westers les recuerda a los padres que es difícil establecer una causa y un efecto directos entre los videojuegos y el comportamiento.

Un factor que puede influir en el comportamiento es la tendencia de los adolescentes a tomar como modelo a las personas o personajes con los que se identifican. Las investigaciones han demostrado que cuando los niños y adolescentes ven a personas con las que se conectan en los medios de comunicación, incluidos televisión, películas o en línea, es más probable que adopten las opiniones y actos de esos influentes. Algunas personas creen que puede suceder lo mismo con los videojuegos.

¿Cómo puedo fomentar una conducta de juego saludable?

“La protección más fuerte contra cualquier conducta problemática o problema de salud mental es una relación saludable con los padres”, afirma el Dr. Westers. “Los niños se sienten más cómodos hablando con los padres cuando tienen una fuerte conexión y es más probable que los padres empaticen con los niños y los reconozcan”.

El Dr. Westers recomienda dos formas sencillas de establecer conductas saludables para jugar videojuegos:

1. Establecer reglas sobre el uso de los videojuegos

“Los videojuegos son un privilegio, no un derecho”, explica el Dr. Westers. “Los padres deben establecer reglas claras y coherentes respecto de los juegos”.

Estas reglas deben incluir las siguientes:

• Cuándo los niños pueden jugar a videojuegos
• Cuánto tiempo pueden jugar
• Responsabilidades que deben cumplirse antes de jugar videojuegos, incluidas tareas escolares o domésticas
• Comportamiento adecuado y espíritu deportivo durante el juego, incluido cómo reaccionar al ganar y perder

Establecer reglas respecto de los videojuegos puede resultar difícil para los padres cuando es la actividad favorita de su hijo. Sin embargo, estas pautas ayudan a evitar que un niño juegue durante demasiado tiempo, lo que puede conducir involuntariamente a un ciclo de falta de sueño, alimentación poco saludable y sentimientos generales de infelicidad o depresión. Poner un límite en el juego también puede evitar los efectos negativos de los videojuegos sobre la conducta. “Es poco probable que un niño o adolescente establezca límites para sí mismo cuando participa en una actividad divertida, especialmente cuando es una que pueda usar como escape”, indica el Dr. Westers. “Necesitan la ayuda de sus padres para establecer límites y aprender a autocontrolarse”.

“Es mejor establecer reglas antes que después”, añade el Dr. Westers. "Es difícil poner límites a los videojuegos después de que han empezado a jugar. Los padres también deben tener en cuenta que las reglas se aplican también a ellos, para darles el ejemplo a sus hijos”.

2. Jueguen juntos y muestre empatía

“La participación de los padres es clave en todos los ámbitos cuando se trata de relaciones con niños”, dice el Dr. Westers. “Eso es igual de cierto con los videojuegos que con cualquier otra cuestión. Cuando los padres están presentes e involucrados, es más fácil hablar con los niños sobre lo que ven y ser un buen ejemplo de conducta. Además, tener un interés compartido, como los videojuegos, es una excelente manera de vincularse con sus hijos”.

El Dr. Westers recomienda que, cuando jueguen videojuegos, los padres hablen sobre lo que está sucediendo en el juego y lo separen de la realidad.

“Demuestre empatía”, dice. “Hable con su hijo sobre cómo le hace sentir cuando su personaje se lastima o perjudica a otra persona, y compárelo con cómo se sentiría en la vida real. Recuerde a su hijo sus valores como familia y diga claramente qué tipo de conducta está absolutamente fuera de los límites en la vida real”.

Trate los videojuegos como lo haría con cualquier otro medio de comunicación y aproveche la oportunidad para hablar sobre ciertas situaciones y lecciones que se pueden aplicar, por ejemplo, cómo se siente cuando gana o pierde.

“Los videojuegos provocan muchas emociones, desde el entusiasmo hasta la frustración”, explica el Dr. Westers. “Hable sobre el buen espíritu deportivo y cómo sobrellevar esos sentimientos, ya sea no ser un mal ganador o perdedor, o conocer sus límites y cuándo es el momento de apagar el juego y alejarse cuando se siente demasiado frustrado”.

Esta relación ayuda a los niños a aprender a regular sus emociones y a aplicarlas a la vida cotidiana, y a ser más receptivos cuando los padres expresan sus preocupaciones.

“Cuando los padres están preocupados por la violencia en los juegos, es más probable que los hijos los escuchen porque provienen de un lugar de experiencia y comprensión”, explica el Dr. Westers. “Eso no significa que les guste, pero es más probable que le escuchen, especialmente si ha jugado con ellos el videojuego sobre el que expresa preocupación”.

¿Qué señales de advertencia debo tener en cuenta?

Los padres conocen mejor a sus hijos. El Dr. Westers anima a los padres a hablar con su familia si les preocupa el uso o la conducta respecto de los videojuegos, y esté atento a las siguientes inquietudes que podrían convertirse en señales de alerta:

• Mayor agresividad, lo que podría indicar que los niños aprenden violencia al jugar
• Cambio en la conducta, como aumento del aislamiento social o disminución de las calificaciones en la escuela
• Irritabilidad
• Dificultad para dormir
• Mayor o peculiar interés en el equivalente en la vida real de las armas utilizadas en los videojuegos

Todas estas cuestiones podrían ser efectos de los videojuegos en la conducta.

“Estas señales aisladas pueden significar muchas cosas diferentes”, dice el Dr. Westers. "Pero no se les debe restar importancia y considerarse un comportamiento típico de los adolescentes si se producen de forma conjunta. Trate de hablar con el niño para ver si puede llegar a conocer la causa de lo que le molesta. Y si sigue preocupado, comuníquese con el médico de su hijo o con un especialista en salud mental”.

Los padres también pueden estar atentos a los primeros signos de adicción a los videojuegos si les preocupa que su hijo juegue con demasiada frecuencia y que esté afectando su conducta.

Obtener más información

Si le preocupa la conducta de su hijo o los sentimientos de agresión, soledad, depresión o ansiedad, los psicólogos y psiquiatras de Children's Health están para ayudarlo. Conozca más sobre los programas que ofrecemos para dar apoyo en salud mental, emocional y conductual.

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