Cody es un activo jugador de béisbol y pescador capaz de enfrentarse directamente con un róbalo de 8 libras cualquier día de la semana. Pero cuando el cardiólogo le dijo que probablemente tendría que abrirle el pecho para una cirugía, Cody admite que le pareció aterrador.
Cody nació con pectus excavatum o pecho hundido. Esto ocurre cuando el cartílago de la caja torácica no crece correctamente, lo que hace que el esternón y las costillas se hundan.
De niño, Cody no tuvo ninguna complicación por la afección. Pero, en la escuela secundaria, el esternón empezó a moverse más y más hacia adentro, y a limitar el espacio para que sus pulmones se expandieran.
“Es bastante aterrador ver que el cuerpo de un hijo arrebata lentamente su capacidad de respirar con normalidad”, cuenta Denise, la madre de Cody.
El pediatra de Cody le recomendó a su familia ir al Centro para el corazón de Children's Health℠.
Atención cardíaca de Cody
Durante los siguientes años, Cody y sus padres hicieron un viaje anual desde su casa en Canton, Texas, para ver al Dr. Alan Sing, cardiólogo pediátrico de Pediatric Heart Specialists, un socio de la red de atención de Children's Health℠.
“Siento que crecí con el Dr. Sing. Aunque solo lo veía de vez en cuando, era muy reconfortante saber que podía contactarlo por teléfono”, dice Cody.
A lo largo de los años, el Dr. Sing controló la tensión que el esternón de Cody le estaba generando a los pulmones y el corazón.
A principios de 2021, el Dr. Sing notó que el corazón de Cody estaba empezando a comprimirse. Esto significaba que el esternón no permitía que el corazón bombeara completamente como debía. Debido a que también sufría opresión y falta de aire con más frecuencia, el Dr. Sing le dijo a Cody que era hora de consultar con un cirujano.
“La relación que tengo con pacientes como Cody es la parte más significativa de mi trabajo. Nunca es fácil decirle a un paciente que probablemente sea el momento de realizar una cirugía, pero sabíamos que le daría a Cody la oportunidad de vivir sin dolor ni molestias”, explica el Dr. Sing. “Es un niño activo, y queremos ver a los pacientes vivir su vida al máximo, que una afección médica no los limite”.
Cody dice que sí a la cirugía
Cody se reunió con el Dr. Mark Ryan, cirujano pediátrico de Children's Health℠ y profesor adjunto de UT Southwestern.
“Solo había tres o cuatro centímetros entre el esternón de Cody y su columna vertebral, una hendidura bastante grave”, dice el Dr. Ryan. “Para los pacientes con pectus, operar demasiado pronto puede interferir en el crecimiento natural. Pero, a medida que crecen, los síntomas empeoran. Para Cody, la presión en el pecho se estaba volviendo demasiado incómoda, y, en gran medida, su crecimiento había terminado, así que era el momento adecuado para operar”.
El Dr. Ryan recomendó que Cody se sometiera al procedimiento de Nuss. Durante esta operación mínimamente invasiva, el Dr. Ryan insertaría una barra metálica debajo de las costillas y el esternón de Cody. A lo largo de tres años la barra le ayudaría a levantar el pecho y alejarlo de los pulmones y el corazón. Una vez que sus costillas estuvieran en la posición correcta, se retirarían las barras con una cirugía ambulatoria.
“Dije que sí a la cirugía porque se me estaba haciendo muy difícil respirar y no sabía si podría estar en el equipo de pesca o jugar al béisbol. Pero sabía que si alguien podía ayudarme a lograrlo, era el Dr. Ryan”, dice Cody.
Además de las complicaciones médicas, los niños con pectus excavatum parecen tener un agujero tallado en el pecho.
“También me avergonzaba quitarme la camisa. No me la quitaba en ningún lugar, ni siquiera en la piscina”, cuenta.
Cody llegó nervioso a la cirugía, pero motivado para cerrar el capítulo de su vida definido por el pectus excavatum.
Cuando el Dr. Ryan se preparó para la cirugía, tenía previsto insertar solo una barra desde la derecha hacia la izquierda del pecho, pero cuando estaba en el quirófano, se dio cuenta de que Cody necesitaría una segunda barra.
“La anomalía de Cody era profunda y, a los 17 años, es mayor que otros pacientes con pectus. Esas dos cosas significaban que cuando la barra empujara el esternón hacia delante, este sería lo suficientemente fuerte como para retroceder”, explica el Dr. Ryan. “Su pecho requirió dos barras para soportar la fuerza, pero se encuentra muy bien”.
Tanto Cody como su madre se sorprendieron de que solo tuvo que pasar una noche en el hospital. Durante su estadía, una enfermera tuvo un papel destacado.
“Cheryl, que es la enfermera principal de todos los pacientes con pectus, facilitó cada segundo de esta experiencia”, dice Denise. “Nuestra familia está tan agradecida con Cheryl como con los médicos”.
Correr más rápido y más lejos
Cody está muy agradecido por poder volver a pescar y comenzar la temporada de béisbol, y atribuye el mérito al Dr. Sing y el Dr. Ryan, que hicieron que todo esto sea posible.
“Los médicos pueden ser intimidantes, pero el Dr. Sing es más que mi médico. Podría acudir a él para cualquier cosa en cualquier aspecto de mi vida”, cuenta Cody. “Y, si necesitas alguien para que te abra el pecho, el Dr. Ryan es la persona indicada. Mi calificación para ambos es 10 de 10”.
Por ahora, Cody está enfocado en terminar su último año de escuela y prepararse para su primer año de universidad. En dos años, volverá a ver al Dr. Ryan, cuando llegue el momento de que le quiten las barras.
“Puedo quedarme con las barras cuando me las saquen. Tengo un par de años para decidir qué haré con ellas, pero pensaré en algo genial”, dice Cody.
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El centro de anomalías pediátricas del tórax y la pared torácica de Children's Health℠ brinda atención integral para diagnosticar, evaluar y tratar anomalías de la pared torácica en bebés, niños y adolescentes. Obtenga más información sobre nuestro programa de pectus y anomalías de la pared torácica.
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