Atención cuando cada segundo cuenta

En la mañana del 22 de noviembre de 2000, Keith y Nancy acomodaban a sus cinco hijos en la camioneta para viajar desde su hogar en McKinney, Texas, hasta Austin, donde visitarían a familiares por el Día de Acción de Gracias. La familia se había mudado recientemente a Texas y estaba emocionada por el viaje.

Trágicamente, cuando su furgoneta se acercaba a la autopista, fue embestida por un camión articulado que se desplazaba a 60 millas por hora. Nancy falleció en el lugar, y Keith, solo un día más tarde. En el caso de sus hijos, el tiempo fue crucial para salvar sus vidas.

Vuelos y atención que salvaron vidas

A Andre, de 5 años, lo trasladaron directamente al Centro médico Children’s de Dallas. El Dr. Barry Hicksl , cirujano pediátrico de Children's Health℠ y profesor de UT Southwestern, recibió al niño en la sala de urgencias. Tenía una fractura bilateral de fémur y corría riesgo por la pérdida de sangre.

Poco después, el equipo de transporte de Children's Health℠ recibió una solicitud de un hospital de McKinney: Trabajaban para estabilizar al hermano pequeño de Andre, Caleb, pero su estado era crítico y necesitaba un traslado aéreo al Centro médico Children’s de Dallas para recibir atención.

Margie Craft, enfermera registrada, fue parte del equipo que voló con Caleb al Centro médico Children’s de Dallas ese día. Caleb tenía solo 13 meses de edad y había sufrido un traumatismo de cráneo grave con múltiples fracturas de cráneo.

“En una situación como esta, debemos ser atentos y cariñosos con el niño”, dice Margie. “Luego, hay que gestionar la atención del niño de la mejor manera posible, porque, probablemente, en ese momento no tengamos todos los detalles. En una situación crítica, uno utiliza sus herramientas y recursos para proporcionar la mejor atención posible”.

Cuando Caleb llegó a la sala de urgencias, el Dr. Bradley Weprin, neurocirujano pediátrico de Children's Health℠ y profesor adjunto de UT Southwestern, sabía que tenía que actuar rápidamente para salvar la vida del pequeño. Caleb tenía un hematoma epidural (o sangrado del cerebro), y el equipo lo preparó para realizarle una cirugía de urgencia. El Dr. Weprin, asistido por la Dra. Angela Price, neurocirujana pediátrica de Children's Health℠ y profesora adjunta de UT Southwestern, realizó una craniectomía para evacuar el coágulo de sangre y detener el origen de la hemorragia, y el cirujano de traumatología verificó si había alguna otra hemorragia interna.

“Cuando se trabaja con un traumatismo craneoencefálico, especialmente en un niño tan pequeño, cada segundo es valioso”, cuenta el Dr. Weprin. “Para que una cirugía y la atención posterior sean exitosas, realmente se necesita un equipo que trabaje de forma perfectamente sincronizada. Puedo decir que este es el lugar donde haría atender a mis propios hijos”.

Una familia se reúne y espera

Una vez finalizada la cirugía, trasladaron a Caleb a la UCIP (unidad de cuidados intensivos pediátricos) para un control minucioso. A Andre, que estaba estable, lo derivaron al cuidado del Dr. Daniel Sucato, cirujano ortopédico pediátrico de Children's Health℠ y profesor de UT Southwestern, y le colocaron un yeso en espiga para curar la fractura de ambas piernas.

Mientras tanto, la hermana mayor de los niños, Alyse, también recibía tratamiento. Después del choque, habían llevado a la muchacha de 14 años a un hospital cercano, y, antes de irse de la zona de DFW, acudió a la clínica para que le revisaran el fémur y el brazo fracturados.

Los tíos de los niños habían volado desde Utah, y la familia se reunió en el hospital con la esperanza de que Caleb se recuperara. El Dr. Weprin y el equipo de la UCIP, incluidas las enfermeras Lori Allen y Jamie Knapp, vigilaron de cerca a Caleb, ya que tuvo complicaciones y efectos secundarios de sus lesiones, como convulsiones. Luego, una semana después del choque, Caleb se despertó y empezó a mostrar signos de recuperación. Unos días más tarde, salió de la UCI (unidad de cuidados intensivos) y siguió progresando.

El largo camino hacia la recuperación y el regreso a Children's Health℠

Aunque el día del choque sus vidas cambiaron para siempre, los niños crecieron juntos y se mantuvieron sanos. Caleb, que ahora tiene 18 años, corre maratones de 5 km para concientizar sobre los supervivientes de traumatismos craneoencefálicos. A menudo, se rasura el cabello antes de una carrera para mostrar la particular incisión en zigzag en la parte superior de la cabeza, la cicatriz de la cirugía que realizó el Dr. Weprin y que le salvó la vida.

Ahora, el equipo que cuidó a los niños en el año 2000 tiene la oportunidad de reunirse con ellos y celebrar su recorrido desde ese día. En diciembre de 2017, Caleb grabó un video para encontrar al equipo de atención que le salvó la vida. Su búsqueda consiste en llevar a toda su familia a Dallas para que conozca a los miembros del equipo que lo atendieron cuando era un niño pequeño. en la actualidad, más de 20 de ellos siguen trabajando en Children's Health℠.

“Como neurocirujano pediátrico, cada niño al que tengo el privilegio de atender tiene un impacto significativo en mí”, dice el Dr. Weprin. “Es un honor absoluto volver a encontrarme con esta valiente familia, y haber desempeñado un papel en su historia”.

El reencuentro es un recordatorio significativo para todo el equipo de que cada segundo que trabajan incansablemente para salvar la vida de los niños realmente cuenta.

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El Centro médico Children’s de Dallas es el único hospital de niños con un Centro de traumatología de nivel I en el norte de Texas con el segundo departamento de urgencias más concurrido del país. Nuestros expertos proporcionan atención integral a los niños con lesiones más críticas, las 24 horas del día, los 7 días de la semana y los 365 días del año. Obtenga más información sobre nuestros servicios y el compromiso de proporcionar la atención de la más alta calidad.