Se evitó una fatalidad gracias a personas generosas y expertos altamente capacitados.

El sábado, 29 de abril de 2017, una serie de terribles tornados golpearon el este de Dallas, matando a cuatro personas y lesionando a docenas más. Emily y Phillip Ocheltree, de Wills Point, Texas, estaban conduciendo a un refugio para tormentas tratando de escapar de los daños cuando su camioneta se salió de la carretera, volcó, dio tres vueltas y aterrizó boca abajo en las aguas de la inundación. La ventanilla trasera de la camioneta se rompió en el accidente, por lo que el agua empezó a entrar al asiento trasero, donde sus dos hijos pequeños, Addyson, o Addy, de 18 meses, y Marshal, de 4 meses, estaban atados a sus asientos de seguridad.

Phillip y Emily quedaron atrapados en el asiento delantero, indefensos e incapaces de liberar a sus hijos, cuando un equipo de buenos samaritanos acudió en su rescate. Los extraños se coordinaron para abrir las puertas con una cruceta para liberar a Addy y a su hermano, que no respiraban cuando se los sacó del vehículo. Un rescatista, exbombero en Guatemala, comenzó a practicarle RCP a Marshal mientras otro atendía a Addy. Finalmente llegaron miembros del Departamento de Bomberos Voluntarios de Terrell y se hicieron cargo de la situación. Ambos niños fueron trasladados al departamento de urgencias del Centro médico Children’s de Dallas. Allí fueron evaluados y atendidos por expertos del Centro de traumatología, el único hospital infantil designado como Centro de traumatología de nivel 1 en el norte de Texas.

Afortunadamente, ni Marshal ni Addy tenían huesos fracturados ni lesiones internas. Aun así, Marshal pasó dos días en el hospital mientras su hermana mayor, Addy, permaneció sedada y con un respirador durante dos días para que su cuerpo tuviera tiempo para recuperarse y curarse. Después de despertarse, Addy volvió a casa con su hermano menor unos días después.

Como Centro de traumatología de nivel 1, el Centro médico Children’s cuenta con un equipo altamente capacitado de médicos de la sala de urgencias pediátricas y de atención crítica, cirujanos, enfermeros, anestesiólogos y radiólogos disponibles las 24 horas para brindar atención de alta calidad a los pacientes que han experimentado lesiones graves y potencialmente mortales, pacientes como Addy y Marshal.

Además de la atención médica experta, Children's Health cuenta con un equipo altamente calificado de personas dedicadas a los pacientes con traumatismos y sus familias para ayudar a garantizar el mejor resultado posible durante la recuperación de cada paciente. Suzanne Stephens, LMSW (maestría en trabajo social con licencia), es una trabajadora social clínica de los servicios de traumatología y dice que uno de los mayores desafíos no médicos a los que se enfrentan muchos pacientes y familias después de un incidente traumatológico es la sensación de vulnerabilidad o responsabilidad por lo sucedido.

“Una de las cosas que siempre les digo a nuestras familias es que ahora están seguras y que su hijo está en las mejores manos”, dice Suzanne.

Otra forma en que Suzanne se aseguró de que la familia Ocheltree se sintiera segura fue trabajar con el equipo de prevención de lesiones de Children's Health para proporcionar a la familia dos nuevos asientos de seguridad para reemplazar los perdidos en el accidente.

“Trabajamos con la familia para asegurarnos de que los asientos de seguridad estuvieran correctamente instalados para que los padres supieran que sus hijos estarían seguros en el vehículo, lo que les dio tranquilidad durante un momento tan difícil para su familia”.

Philip dice que ambos niños están en casa y “llenos de vida”. La familia se está adaptando a la vida normal, pero siempre agradece a los extraños que se arriesgaron para salvarlos y al equipo médico que les brindó la atención y el apoyo que necesitaban para garantizar que sus hijos regresaran a casa sanos y seguros.