¿Su hijo adolescente está en riesgo por los desafíos de las redes sociales?

A medida que los adolescentes crecen y aprenden, su cerebro está programado para buscar experiencias nuevas y diferentes, lo que puede hacer que un desafío en las redes sociales sea muy atractivo. Algunas de estas tendencias en línea tienen un objetivo positivo, como los desafíos altruistas que recaudan dinero para una causa noble. Otros, sin embargo, implican comportamientos arriesgados que son mucho más peligrosos, a veces incluso mortales. Hay adolescentes que han sufrido lesiones graves y algunos incluso han muerto mientras intentaban formar parte de esta locura.

Nicholas J. Westers, Psy. D., ABPP, psicólogo clínico de Children's Health℠ y profesor adjunto en el Centro médico de la Universidad Southwestern de Texas, dice que los padres deben considerar cuán propensos son sus hijos al riesgo de participar en desafíos peligrosos en línea que pueden alentar a los participantes a lastimarse o incluso matarse, ya sea por accidente o a propósito.

“Los padres deben pensar en cuán propenso es su hijo a participar en comportamientos arriesgados, lo aislado socialmente que puede sentirse, lo activo que es en las redes sociales y con quién pasa tiempo de forma regular”, afirma el Dr. Westers.

Consejos para adolescentes:

• Sé honesto contigo mismo. ¿Es este un riesgo que te sentirás orgulloso de haber corrido cuando mires hacia atrás dentro de dos semanas? ¿O dentro de dos meses?
• Pregúntate: “¿Estoy haciendo esto por la popularidad?”. No vale la pena ponerse en peligro para atraer la atención de otras personas. El “factor sorpresa” que las personas podrían mostrar no significa que estén impresionadas de una manera positiva. Impacto no es igual a aprobación.
• Asume mejores riesgos. En lugar de asumir riesgos peligrosos como parte de un nuevo desafío que es tendencia en las redes sociales, esfuérzate por crecer como persona. Usa tu espíritu aventurero para iniciar un nuevo club en la escuela o unirte a uno, probar una nueva comida o actividad, o adoptar una mascota.

Consejos para los padres:

• Hable con los adolescentes sobre los peligros de un comportamiento arriesgado para su bienestar inmediato. Los adolescentes suelen centrarse más en las recompensas inmediatas (como los “me gusta” que reciben en las redes sociales), no en los 10 años posteriores. Pregúntele qué podrían pensar sus amigos en la escuela si oyen hablar de ello mañana.
• Hable con su hijo sobre cómo ser un usuario responsable de Internet y las redes sociales. Teniendo en cuenta el punto anterior, lo que se comparte en Internet nunca se va realmente. Hable con ellos sobre cómo lo que publican en línea podría afectar su futuro y cómo los perciben los demás. Por lo tanto, es importante que consideren esto antes de publicar o participar en un desafío de redes sociales. Anímelos a ser cautelosos con las fuentes desconocidas o los contactos en línea que les pidan o les digan que hagan cosas que los hagan sentirse incómodos.
• No todo el mundo lo está haciendo. Recuerde al niño que lo que se ve en línea o en los medios no significa que sea tan popular como parece.
• ¿Tiene su hijo una fascinación única por las redes sociales o un comportamiento propenso al riesgo? Hable con él sobre el desafío actual que podría preocuparle, sus peligros y otros comportamientos arriesgados antes de que decida incluirlo en su lista de tareas pendientes. Recuerde centrarse en los riesgos inmediatos (dolor, posibles bromas de compañeros de clase) sin ignorar los riesgos a largo plazo (arrepentimiento, traumas, posible dolor crónico, muerte).
• ¿Tiene su hijo amistades sanas y una sensación de conexión? Si no es así, puede estar más en riesgo de probar nuevas tendencias peligrosas para establecer una sensación de conexión en línea con compañeros poco saludables, aunque superficiales o artificiales.

Hasta el niño más emocionalmente estable puede correr riesgo de participar en desafíos peligrosos en Internet, ya que su cerebro aún está en desarrollo. Los padres pueden dar apoyo al crecimiento y el desarrollo cognitivo de sus hijos creando una línea abierta de comunicación y fomentando una toma de decisiones responsable para evitar estas tendencias perjudiciales.