La cirugía le devuelve una nueva vida a un joven activo

Si a su hijo le han diagnosticado tórax en embudo, obtenga información sobre las opciones de tratamiento de un adolescente que pasó por la experiencia.


Cuando John comenzaba la etapa de la pubertad, percibió una hendidura superficial en el pecho. Después de un estirón de crecimiento a los 13 años de edad, la hendidura se volvió mucho más evidente y empezó a afectarlo físicamente. Los partidos de fútbol con los amigos se volvieron más difíciles porque le faltaba el aire y comenzó a usar una bandana alrededor del cuello para ocultar el pecho.

Poco después de cumplir 14 años, John, que era asistente de pista del entrenador de su escuela, esperaba que su padre lo recogiera después de una reunión en la pista cuando el dolor en el pecho se volvió tan intenso que terminó en posición fetal en el piso del gimnasio. Fue entonces cuando John y su familia decidieron que era hora de averiguar si la deformidad era algo más que un inconveniente superficial.

El pediatra de John lo remitió al Dr. Adam Alder, director del Centro de Pectus y Anomalías de la Pared Torácica de Children's Health℠. El Dr. Alder y su equipo se especializan en el tratamiento de pacientes con anomalías torácicas, incluido el pectus excavatum o “tórax en embudo”, causadas por un crecimiento anormal del cartílago costal en el esternón que lo obliga a plegarse hacia adentro, lo que crea una depresión en el pecho.

Una tomografía (TC) confirmó el diagnóstico de pectus excavatum y reveló que el esternón de John estaba empujando hacia el ventrículo derecho del corazón y desplazando el corazón hacia la izquierda, explicando por qué había experimentado tanto dolor y dificultad para respirar. Después de conversaciones exhaustivas con el Dr. Alder y su asistente, Cheryl, John y su familia decidieron avanzar con la cirugía, donde se sometería a lo que se conoce como el procedimiento de Nuss. Este procedimiento mínimamente invasivo consiste en la inserción de una barra metálica curva debajo de las costillas del paciente y fijada debajo del esternón para levantarlo. La barra se deja colocada durante tres años, lo que permite que el tórax se remodele hacia afuera, y luego se retira durante una cirugía ambulatoria.

La cirugía de John tuvo lugar en julio de 2016. Se fue a casa después de solo cuatro días sin complicaciones. Ha vuelto a Children's Health para algunas visitas de seguimiento desde la cirugía y se ha recuperado mejor de lo esperado. Está entusiasmado por volver a hacer ejercicio con sus compañeros y disfrutar de su experiencia en la escuela secundaria.

Jim, su padre, que es médico, es el primero en admitir que probablemente fue uno de los padres más estudiosos, realizando su propia investigación adicional y haciendo preguntas antes, durante y después de la cirugía de su hijo. Aun así, dice que se sintió completamente cómodo con la decisión de John de someterse a la cirugía y confió en la calidad de la atención del equipo del Dr. Alder.

“Al ser médico, estoy familiarizado con todo lo que puede ocurrir durante una operación y posteriormente”, explica Jim. “El equipo del Children's Health fue sumamente amable, respondió todas nuestras preguntas y brindó una atención segura y meticulosa para mi hijo. Sabemos que fue la decisión correcta”.

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