En 2014, Luke, un niño de 4 años, acudió a sus padres quejándose de dolor en la mejilla derecha. Después de que el dentista descartara problemas relacionados con los dientes, el pediatra recetó antibióticos para tratar una posible infección que pudiera causar el dolor en la boca. Durante los meses siguientes, el dolor aparecía intermitentemente y, al parecer, había desarrollado resistencia a los antibióticos.
Lamentablemente, la mejilla de Luke no tardó mucho en volver a inflamarse. Durante los dos años siguientes, él y sus médicos intentaron controlar la inflamación a través de antibióticos o procedimientos de drenaje sin resultados positivos. Finalmente, en enero de 2019, se colocó una vía intravenosa en el brazo izquierdo de Luke para que pudiera recibir dosis más altas de antibióticos en casa. Nuevamente, los efectos duraron poco. La mejilla de Luke siguió inflamándose y se vio obligado a faltar varias semanas a la escuela.
Una segunda opinión trae esperanza
En ese momento, los problemas médicos de Luke también estaban empezando a afectarle emocionalmente. A menudo, las rondas de antibióticos frecuentes le causaban molestias estomacales, y empezó a sentirse muy cohibido por las cicatrices que las dos cirugías anteriores le habían dejado en el rostro.
Pero cuando su mejilla se volvió a hinchar en febrero de 2019, su cirujana se mostró reacia a seguir adelante con una opción quirúrgica.
“Debido al daño en el nervio facial causado por las cirugías anteriores, la cirujana original de Luke quería que otro médico la ayudara durante la operación”, dice la madre de Luke, Rebecca. “Pero ningún otro médico del hospital estaba dispuesto a asumir el riesgo, por lo tanto, no aceptaban realizar la cirugía”.
Como alternativa, la cirujana de Luke lo derivó al Dr. Christopher Liu, otorrinolaringólogo pediátrico de Children's Health℠ y profesor adjunto de UT Southwestern. El Dr. Liu es director del Programa pediátrico de tumores de cabeza y cuello de Children's Health℠, el único programa de este tipo en el norte de Texas.
Rebecca admite que al principio, estaba nerviosa por el cambio de médico, pero la confianza del Dr. Liu desde su primera cita la tranquilizó inmediatamente.
“Llevamos toda la información que teníamos de los últimos cuatro años, y él revisó todo”, explica Rebecca. “Desde el principio estuvo seguro de que la cirugía era la opción correcta, no lo dudó en absoluto”.
Luke prospera después de una cirugía que le cambia la vida
En la actualidad, Luke es un niño totalmente diferente, según su madre. El aspecto de la cicatriz mejoró significativamente desde la cirugía, lo que aumenta su confianza en sí mismo, y también se siente mejor físicamente. No ha faltado ni un día al colegio este año y le gusta practicar todo tipo de deportes y jugar con sus amigos.
“Si dudas fue una cirugía que cambió la vida de Luke”, expresa Rebecca.
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El Programa pediátrico de tumores de cabeza y cuello de Children's Health℠, el único programa pediátrico de este tipo en el norte de Texas, ofrece atención integral y experta para niños con tumores de cabeza y cuello. Obtenga más información sobre nuestros programa y servicios.
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